La policía surcoreana está intensificando su investigación sobre el presidente destituido Yoon Suk Yeol, acusándole de obstruir la ejecución de una orden de detención, según declaró el viernes un portavoz de la policía (vía Reuters).
El caso tiene su origen en una orden de detención emitida el 31 de diciembre de 2024, tras su controvertida declaración de la ley marcial a principios de ese año. A pesar de la orden, el equipo de seguridad de Yoon habría bloqueado a los investigadores durante días, lo que retrasó la ejecución de la orden a mediados de enero.
Yoon ha negado los cargos de insurrección, alegando que sus acciones no constituían tal delito, y su equipo jurídico afirma que la investigación tiene motivaciones políticas. Si se demuestran los cargos, Yoon podría enfrentarse hasta a cinco años de prisión. Con su inmunidad presidencial pendiendo de un hilo, la decisión del Tribunal Constitucional sobre su destitución podría tener un impacto dramático en el caso.