En los próximos días saldrá a la venta Warhammer 40000: Space Marine 2, estando por fin disponible en su forma completa. Ese juego, tan anticipado, se centra por completo en matar hordas de monstruos alienígenas como un poderoso héroe del Emperador y quizás te estés preguntando qué tiene que ver todo eso con Orcs Must Die! Bueno, para quienes no hayan jugado ninguna de las entregas de esta longeva saga: la premisa de Orcs Must Die! es muy similar. Un grupo de personas (o una única persona) han de jugar enfrentándose a hordas de orcos y haciendo uso de una variedad de trampas y otros elementos construibles para proteger un objetivo clave. En esencia, es Space Marine pero sin el gore.
Aunque Orcs Must Die! ya lleva con nosotros bastante tiempo, se prevé que en 2025 disfrutemos de un nuevo título que servirá de actualización para el formato de los juegos. Será construido mediante el uso de Unreal Engine 5 y el sistema ha sido reajustado de forma que se centre en la cooperación, añadiendo soporte completo para el multijugador online, además de un montón de héroes nuevos con los que podremos jugar y aprender todos sus trucos. El núcleo sigue siendo el de un verdadero Orcs Must Die!, pero este juego también se siente como una versión 2.0, una verdadera evolución, un paso adelante y una gran razón para que más gente se anime a lanzarse a jugar y se enamore de este título ligero, divertido y orientado hacia el combate. Así que, tras quitarnos de en medio toda la introducción, pongámonos manos a la obra y hablemos en profundidad sobre Orcs Must Die! Deathtrap.
omo para sentarme y jugarlo durante unos 20 minutos. Escogí el papel del Mago de guerra, que maneja una ballesta y disfruté de la oportunidad de usar su sistema de registro de impacto para acabar con las hordas de orcos que venían hacia mí, mientras mi compañero, Rafa, tomaba la vanguardia con su martillo de guerra y un par de desarrolladores de Robot Entertainment que se habían unido protegían los flancos. La forma de disparar, el movimiento y el combate en general se sienten muy fluidos y responden muy bien, como si estuvieses jugando a un juego de disparos de héroes completamente refinado, así que en ningún momento tuvimos problemas para lanzarle ataques a la masa de orcos o para despachar a los que lograban superar las trampas.
Hablando de trampas y construcciones, el mayor cambio aquí respecto a entregas pasadas de Orcs Must Die! es que las barricadas ya no requieren recursos para ser construidas. Esto tiene algunas ramificaciones. La primera es que a cambio al jugar cuentas con un número limitado de barricadas que puedes colocar en el mapa, de modo que colocarlas estratégicamente para hacer el mejor uso posible de las mismas se ha vuelto más importante. Sigues queriendo usarlas para bloquear pistas y caminos usados por los orcos, pero ahora solo podrás bloquear unos pocos y no te quedarán barricadas para mucho más. También significa que tienes más recursos para emplearlos en trampas y es importante que lo hagas, porque las trampas son la manera más efectiva de acabar con los orcos. Hay un montonazo de opciones disponibles, algunas de ellas diseñadas para provocar daño y otras para retrasar el avance de los orcos, entre otros ejemplos. La cosa más a destacar sobre las trampas es que las puedes colocar en el suelo, en las paredes, en los techos... prácticamente en cualquier sitio. Y que, mientras cuentes con recursos suficientes, podrás seguir colocándolas sin límites. De este modo, combinando trampas y barricadas, puedes diseñar auténticas zonas mortales en las que los orcos no tendrán ninguna posibilidad de supervivencia si se empeñan en seguir adelante por esa ruta.
No suena muy difícil, ¿verdad? Para mantener el interés, Robot Entertainment ha preparado unos cuantos palos en la rueda. Ya sea clases de orco capaces de ignorar y atravesar las barricadas, nuevos sitios desde donde aparecen los enemigos y que evitan todas tus trampas y barricadas o enemigos tan fuertes que solo es posible vencerlos con la ayuda de todo el equipo. Tienes que adaptarte y ajustar tu plan de juego sin pausa para superar los distintos desafíos, que se vuelven más y más difíciles a medida que las hordas de orcos también se vuelven más y más grandes.
Aunque es posible jugarlo en solitario, está claro que donde brilla Deathtrap es en su modo multijugador. El juego muestra su mejor cara cuando combinas los talentos de varios magos de guerra y juegas como un equipo, creando planes para colocar estratégicamente las distintas trampas. Tengo que decir que hay más cositas por ver, pero debido a que fue una demo muy corta y rápida, apenas tuve un bocadito de lo que habrá disponible. Así que, aunque podéis esperar que la economía del juego tenga más impacto, que haya progresión para los personaje y formas de darle más vidilla a los niveles mediante tarjetas de desafíos, lo que yo experimenté fue, mayormente, la parte principal del juego: matar orcos. Un montón de orcos.
Y, si esa es la métrica a la que le das más importancia en un juego de Orcs Must Die!, entonces puedo decirte que, sin la menor duda, Deathtrap cumple con creces. El juego se siente satisfactorio, es divertido y gracias al uso de UE5, también se ve genial y va como la seda. No puedo esperar a que llegue el 2025, para tener la oportunidad de probar el juego al completo y sin prisas.