Primeras impresiones a los mandos con Mio: Memories in Orbit - Adictivamente difícil

"El juego es bastante difícil", me dice la desarrolladora mientras me entrega un mando. "Ah, vale", respondo, asumiendo que solo me lo dicen porque soy -como indica la tarjeta que cuelga de mi cuello- prensa, lo que automáticamente significa que se me deben dar mal los juegos. Y así, sin tener ni idea de lo mal que lo voy a hacer, cojo Mio: Memories in Orbit, el nuevo juego de plataformas y acción de Douze Dixiémes y Focus Entertainment.

Vale, puede que esté exagerando. Aparte de un vergonzoso tropiezo en la sección del tutorial, y de mi incapacidad para vencer a un jefe en el tiempo que tuve con el juego, no me patearon el culo demasiado fuerte. Incluso cuando lo fue, el desafío fue divertido y me permitió progresar de forma consistente con cada intento. Está estructurado como muchos otros juegos 2D de estilo metroidvania. Corres y saltas por el mapa, eliminando a los enemigos más pequeños, siendo más ágil que ellos antes de descubrir a un jefe secreto o abrirte camino a través de una sección de puzles de plataformas. En MIO, la maniobrabilidad es el objetivo del juego, ya que no solo trabajas para aprovechar al máximo tus saltos, sino que también puedes agarrarte a puntos elevados y a ciertos enemigos en el aire. Golpea algo con tu ataque y recargarás la energía necesaria para volver a agarrarte. Esto hace que el juego de plataformas sea muy rítmico, y una vez que domines el patrón te sentirás como un mini robot Spider-Man, corriendo inconscientemente por el mapa.

Mio: Memories in Orbit es un mundo de misterio. Tiene lugar en una nave gigante, cuya fuente de energía se está desvaneciendo, y como protagonista tenemos la misión de devolverle su antigua gloria. En nuestro tiempo con el juego y la (próxima) entrevista, no llegamos a ver por qué hay que salvar la nave, por qué ciertos robots se interponen en nuestro camino, o qué es la extraña pelusa roja que parece haber infectado el mapa como un mal sarpullido. El diseño del mundo y de los niveles parece muy inspirado en los juegos lineales de FromSoftware, en los que el mundo es misterioso, está conectado y depende de ti encontrar dónde se conectan los puntos, ya sea en la historia o en el juego, abriendo una puerta más cercana a un punto de control.

En realidad, podría valer la pena prescindir de la etiqueta de personaje principal para nuestro protagonista, ya que se dejó claro que, aunque el personaje jugable es nuestro punto central en términos de jugabilidad, en realidad no es tan importante en la historia. Un enfoque interesante, y que de nuevo me hace pensar en FromSoftware. Rara vez en ninguno de esos juegos me he sentido el personaje principal del mundo, aunque esté interpretando al protagonista de la historia actual. Será interesante ver cómo se desarrolla.

No podemos hablar de comparaciones de FromSoft sin mencionar a los jefes. Solo me encontré con uno en Mio: Memories in Orbit, pero puedo decir que la dificultad parece que hará latir el corazón de los sádicos. Al principio, parecía muy fácil de aprender, y tras un par de intentos tenía fácilmente al jefe por debajo de la mitad de salud, luego, en la segunda fase, el escenario cambia al abrirse respiraderos bajo mis pies, obligándome a luchar en el aire y caer una y otra vez. Es un cambio en la jugabilidad que parece simple sobre el papel, pero que hace un trabajo brillante al hacerte creer que estás lo suficientemente cerca como para atrapar al bastardo en tu siguiente carrera. Y así lo intentas una y otra vez, cayendo en la adictiva dificultad.

MIO también tiene un hermoso estilo visual que hace que, incluso cuando mueres varias veces, no te importe volver al mundo que te rodea. El uso de colores vibrantes es una elección brillante, especialmente el contraste entre los azules, amarillos y ese rojo profundo y sanguinolento de la extraña infección que recorre el mapa. Hubo algún que otro parpadeo visual de vez en cuando, pero teniendo en cuenta que el juego se había instalado en un PC nuevo solo para mi sesión de juego, y que no saldrá hasta el año que viene, no puedo echarle nada en cara por ello.

Mio: Memories in Orbit Puede que haya demostrado ser otra víctima del estereotipo del periodista de juegos, pero aunque he destacado mucho la dificultad en este avance, no diría que el juego sea excesivamente difícil. Es la mezcla perfecta entre un reto digno y una recompensa suficiente para que vuelvas cada vez que cometas un error. No suelo disfrutar de los metroidvanias, ya que muchas de las entradas modernas en el subgénero me parecen muy similares, pero el recuerdo de MIO estará en mi órbita durante algún tiempo. ¿Es algo?