Hades, la obra maestra de Supergiant Games, es un juego tan amado por los fans de los roguelikes que para muchos simboliza tanto el género como las cotas que puede llegar a alcanzar. La demanda de un DLC o de una secuela se disparó en cuanto aparecieron los créditos finales. La única pregunta que se hacía Supergiant, después de desarrollar un juego tan excelente, era: ¿hacia dónde hay que ir ahora? La respuesta es "abajo".
Y lo digo en el sentido más literal, pues en lugar de luchar en los alrededores de Hades, esta vez lo haremos desde los campos olvidados de Erebus hasta volver a las profundidades del Inframundo, siguiendo al Titán del Tiempo Cronos que se apodera del reino de Hades, declarando una vez más la guerra al Olimpo.
Atrás queda la sangrienta, imponente y por momentos acogedora Casa de Hades, así como la mayoría de los personajes más queridos del primer juego. El descarado Zagreus ha desaparecido, así que recae la responsabilidad de acabar con el Titán en su hermana Melínoe, la Princesa del inframundo. En vez de actuar como el joven rebelde del primer juego de Hades, donde desobedecemos pero sin llegar a traicionar a nuestro padre en la búsqueda de nuestra madre, en Hades II nos sumergimos en el frente de una guerra que amenaza a los mismísimos cielos. Es un cambio enorme por la magnitud de lo que está en juego, y en manos de alguien menos preparado podría chocar.
Existe una desconexión entre Hades y su secuela, pero en todo momento parece intencionada. Desde el ambiente básico de tu campamento en la Encrucijada hasta las nuevas representaciones de los dioses y diosas mientras se preparan para la guerra. Como auténtico fan del primer juego, me sentí un poco desanimado, echando de menos el ambiente pacífico y jovial del original. Supergiant ha hecho un gran trabajo para que la nueva ambientación resulte diferente sin que parezca ajena. Hades II, al igual que su predecesor, te traslada y te sumerge de inmediato en un lugar extraño y peligroso, aunque tan bello y repleto de personajes fascinantes e interesantes que no puedes evitar querer pasar tiempo en él.
Perdonad que hable tanto de la narrativa y la ambientación, pero es aquí donde se producen los cambios más significativos de Hades II. En cuanto a la fórmula de juego, la exitosa receta de Supergiant vuelve a brillar una vez más. El combate rápido, que consiste en golpear, acuchillar y correr, es tan dinámico y divertido como en el juego original. Los ataques normales, los especiales y los lanzamientos pueden potenciarse con varias mejoras, la gran mayoría de las cuales proceden de los dioses del monte Olimpo. Hestia, Selene y Apolo son tan solo algunas de las nuevas figuras que hacen acto de presencia en esta entrega, equipadas con nuevos y encantadores diseños dibujados a mano.
Estas nuevas habilidades y las nuevas armas que puedes utilizar dan un giro al combate de Melínoe en comparación con los estilos de lucha de Zagreus. Sin embargo, el mayor cambio que vas a notar en el combate es el de un recurso secundario que utilizas para realizar ataques especiales y regulares más fuertes. Como bruja y diosa, Melínoe tiene muchos trucos bajo la manga, de ahí que sus opciones tengan un poco más de variedad. El lanzamiento de ella no es solo un proyectil que se mete y luego sale disparado de los enemigos, sino que puede atraparlos en una amplia superficie antes de lanzarlos por los aires para causarles un gran daño si mantienes pulsado el botón.
También hay otros pequeños retoques, como la incorporación de una armadura de seda que puedes recoger y que aumenta tu salud si es necesario, así como un efecto extra mientras dure la armadura. Fuera del combate, Hades II ha mejorado en lo que respecta a la recolección de recursos. En lugar de ir con tu caña de pescar a las profundidades del infierno en cada partida, Melínoe puede equiparse con un pico para extraer plata (empleada para fabricar armas), una tablilla que puede hacer volver a los Shades extraviados al campamento (que proporciona un recurso de mejora), una pala para cavar flores y, por supuesto, su fiel caña de pescar.
En el gran caldero de la bruja, enfrente de Hécate en la Encrucijada, puedes mejorar tu campamento, añadir recursos adicionales a lo largo de tu misión y avanzar en la historia utilizando los recursos que consigas con cada objeto que lleves equipado. El único problema es que solo puedes llevar un objeto en cada partida, así que si encuentras plata y solo tienes tu pala de confianza, se acabó la suerte.
Hasta ahora, me cuesta decir si Hades II ofrece un desafío mayor o menor que el primer juego. En algunos sentidos, es más difícil. Por ejemplo, solamente tienes un único Desafío Mortal (o dos, si equipas cierto recuerdo). Tu salud empieza mucho más baja y, por lo que parece, las formas de recuperarla se han reducido considerablemente. Por otro lado, Melínoe parece un poco más fuerte que Zagreus en lo que respecta a su equipamiento básico. La habilidad de atrapar enemigos es muy fuerte y puede sacarte de situaciones difíciles con bastante facilidad. También parece que te va a llevar más tiempo completar tus poderes de mejora, ya que, a diferencia del Espejo de la Noche del primer juego, no siempre puedes ir directo a la habilidad que quieres. Algunas están ocultas hasta que mejoras sus cartas adyacentes, y pronto te verás en la necesidad de ahorrar cenizas de varias partidas para una sola mejora.
En cuanto a la experiencia sonora y visual, Hades II es un espectáculo para la vista y el oído. Hay una canción en la segunda zona que no tardará en entrar en mi lista de reproducción cuando salga a la venta, y por lo demás, la música general que escuchas mientras avanzas abriéndote paso entre los enemigos también es estupenda. Los personajes y sus diseños vuelven a estar repletos de personalidad. Algunos son exactamente como me imaginaba a sus homólogos de los mitos griegos, mientras que otros han ido por un camino diferente, aunque estéticamente acertado. Y desde luego esos personajes serían poca cosa sin la excelente actuación de voz por la que Supergiant es bien conocido a estas alturas.
Hades II, a diferencia de su predecesor, está sometido a una presión enorme, incluso en la fase de acceso anticipado. Cuatro años después del lanzamiento del primer juego, la gente espera una experiencia realmente completa nada más salir, y debo decir que Supergiant ha hecho un trabajo impresionante al sacar un juego al que aún le quedan cosas por hacer, pero que en absoluto desmerece al original. Hay ciertas cosas que echarás de menos. Por ejemplo, no están todos los retratos de los personajes, pero por otro lado, se ha hecho un gran trabajo para ofrecer una experiencia que sigue reflejando excelencia.
De la misma forma que Melínoe lo es de Zagreus, Hades II parece un digno sucesor del juego original. La trama ha dado un gran salto adelante y, aunque algunos critiquen la dinámica de juego por ser muy parecida a la anterior, cuando se trata de un éxito, lo mejor es no desviarse del camino. A pesar de que aún no está terminado, Hades II es una forma fantástica de matar el (y al) tiempo.