Primeras impresiones con One Military Camp: Un título de gestión bélica en el que la guerra no lo es todo

One Military Camp es un juego de gestión muy parecido a los juegos Tycoon, aunque con una temática muy diferente. El objetivo principal del juego es remodelar y poner en marcha unas viejas instalaciones militares abandonadas en un territorio todavía no conquistado. Estas servirán de defensa en contra del villano de la historia, Dragan.

El Sargento Hawkins es el encargado de introducirnos en la historia. Mediante el tutorial y durante los primeros minutos iremos aprendiendo los sistemas del juego mientras vamos construyendo el área principal. Una vez asentada el área inicial con los edificios escogidos hay que dotarlos de electricidad, recursos y crear caminos para comunicarlos.

Una forma diferente de combatir contra el enemigo

Para combatir contra el mal hay que construir, mejorar y mantener los edificios de los campamentos. Además de hacer investigaciones científicas y mantener los almacenes de suministros lo más llenos posible. Aunque lo más importante son los recursos humanos como la población civil y los mismos militares, ya que su bienestar será determinante.

A diferencia de otros juegos en One Military Camp, todo lo que necesitamos está ya creado desde el inicio. Esto permite que el reto principal, que ya es bastante, sea la colocación de los elementos, además de gestionar bien el espacio, la energía y los recursos, tanto materiales como humanos. La colocación de los edificios será determinante para que los soldados puedan ponerse en cada una de las categorías disponible, ya que cada uno ocupará un rango específico.
Aunque parezca algo insólito en términos de juegos de guerra, aquí también es muy importante tener una economía saludable para incrementar la durabilidad de las instalaciones como su resistencia a lo largo del tiempo, ya que estamos sujetos a un presupuesto determinado. Aunque si te ves en apuros, tienes la opción de pedir un préstamo que deberás devolver con el tiempo.

Si os preguntas por el menú, One Military Camp pone a disposición diferentes vistas para poder observar la salud de las tropas, mantenimiento de los edificios y la motivación de los soldados. Además, de una barra de herramientas en la parte superior e inferior de la pantalla que nos permite modificar el tiempo y acceder a las funciones citadas con anterioridad.

La reconquista

Anteriormente, ya había comentado que este juego se alejaba mucho de los juegos tradicionales bélicos. Aquí el combate no es fundamental. Lo más importante es ir reconquistando territorios a través de misiones, que se encuentran controlados por nuestro enemigo. También debemos controlar la defensa de nuestras instalaciones y crear otros campamentos en diferentes biomas. En un principio el reto es gigantesco, pero poco a poco se van cogiendo las mecánicas.

Para reconquistar los territorios, se debe entrenar a los soldados necesarios para las misiones que deberán realizar para conseguir ese territorio. Esto también ayuda a mejorar nuestros recursos y, por lo tanto, también permite la creación de más edificios, soldados y misiones. Para preparar a los soldados, el juego permite la creación de rutinas y horarios individuales para cada uno de ellos. Esto te ayudará a que tus soldados y también tus trabajadores tengan unas rutinas repartidas en diferentes turnos y que tu campamento sea lo más productivo posible, respetando el descanso y el bienestar de las personas.

Para conquistar los territorios, One Military Camp muestra el porcentaje de probabilidad que tiene las tropas escogidas para la misión en cuestión. Esto sirve de guía para que el jugador vea tanto los puntos débiles como los puntos más fuertes de cada una de sus tropas y decida como mejorarlas o premiarlas.

Un apunte que os servirá para mejorar el rendimiento de los reclutas, y los trabajadores en general, es la importancia de las ubicaciones de cada uno de los edificios dentro del campamento. Si situáis las casas o los barracones en sitios donde hay alguna instalación que provoca mucho estruendo o donde las condiciones de vida son difíciles, los soldados y trabajadores verán afectados tanto su salud física como mental. Por esto es importante ubicar el lugar de descanso en zonas adecuadas.

Un gran sentido del humor... castrense

Sin ninguna duda, One Military Camp, tiene un gran sentido del humor que hace que la experiencia del juego sea mucho más divertida. Tus soldados tendrán que hacer frente a situaciones un tanto rocambolescas. Si estos han aprovechado tus entrenamientos tendrán las capacidades suficientes para superarlas, si no lo consiguen deberás ponerte más exigente y motivarlos un poquito más en los entrenamientos.

Podríamos decir que el juego parodia y bromea sobre aspectos relacionados con el mundo militar, que tenemos interiorizados, tanto colectivamente como individualmente. Sargentos mal humorados muy exigentes y soldados rasos con muchísima ambición para subir de rango, entre otros. Todo esto hace que el juego sea más humano y cercano al jugador que, como creador de ese campamento, sientes la responsabilidad de cuidar, entrenar y dotar de infraestructuras a sus reclutas y trabajadores que trabajan para ti.

Visualmente, tiene una estética fresca muy próxima al estilo cartoon. Los mapas y los escenarios están bien trabajados y cuentan con muchos detalles. Las animaciones de los personajes y sus interacciones hacen que el juego sea mucho más expresivo.
Quizá lo que más me haya gustado han sido los elementos personalizables que ceden de alguna manera más control al jugador. Por ejemplo puedes grabar tu voz y escucharla por la megafonía del campamento, o también escribir mensajes en los carteles colocados por la instalación. Son detalles a priori pequeños, pero me han parecido absolutamente diferenciadores de otros títulos del género.

Por último, encontramos algunas referencias de otros títulos clásicos de estrategia, como Evil Genius o Theme Hospital. No solamente encontramos de juegos clásicos, también encontramos influencias del cine, y seguro que tú también encuentras esos momentos que nos retrotraen a la primerza vez que viste El sargento de hierro o La chaqueta metálica.

En general, OMC es un juego que se disfruta mucho jugando. Es muy innovador. Esta muy trabajado, todos los elementos están hechos con todo lujo de detalles. El hecho de ceder un poco de control al jugador, incluyendo aspectos que se pueden personalizar me parece un gran acierto.

Sí que es verdad que la narrativa se queda un poco plana, pero eso se irá arreglando conforme lleguen los contenidos prometido este 2023 (sin olvidar que esto sigue siendo un acceso anticipado). Uno de esos títulos a los que echar un vistazo el mes que viene, cuando llegue este próximo 2 de marzo a Steam.