Los shooters fueron el primer género al que me enganché de niño. Desde aquellos veranos acompañado por cada Call of Duty que sacaban en PS3, para tiempo después pasar horas y horas (y más horas) en CS:GO. Es un género que siempre me ha apasionado, por su combinación perfecta de acción rápida y estrategia. Sin embargo, en los últimos tiempos me he sentido un tanto indiferente en lo que respecta al género.
Los recientes títulos de Call of Duty no han logrado capturar la chispa de antaño, con problemas en el emparejamiento y una falta de innovación. Counter-Strike 2, aunque prometía mucho, ha sido otra decepción ya desde su problemático lanzamiento. En este contexto, Delta Force: Hawk Ops aparece como una luz al final del túnel. Este juego ha logrado recuperar esa chispa y nostalgia que sentía al jugar shooters en sus días de gloria. Me ha dado la esperanza de que todavía hay espacio para nuevas y emocionantes experiencias en el género. Así que hoy os contamos nuestras primeras impresiones con este nuevo shooter en primera persona, Delta Force: Hawk Ops, la próxima entrega de la franquicia bélica de mapas amplios.
Lo primero que me impresionó al jugar Delta Force: Hawk Ops fueron los gráficos. No necesitas un ordenador de la NASA para jugarlo: el juego se ve de lujo y no me dio problemas. El nivel de detalle es increíble, desde las texturas de las armas hasta el entorno. Las animaciones son fluidas y realistas, algo que realmente aprecio en un shooter militar.
Otro de los aspectos que destacaría es la decisión de los desarrolladores de mantener un enfoque limpio y eficiente en el diseño gráfico. En lugar de saturar el juego con efectos visuales que podrían sobrecargar el sistema, optaron por una estética clara y nítida. Esto no solo mejora el rendimiento, sino que también facilita la visibilidad en combate, permitiendo identificar enemigos sin obstáculos visuales innecesarios.
El realismo es un pilar fundamental de Delta Force: Hawk Ops. Todos los operadores, armas y vehículos están diseñados con una autenticidad impresionante. No encontrarás personajes extravagantes o armas con nombres genéricos por temas de copyright. Este nivel de detalle no solo lo hace más inmersivo, sino que también facilita la familiarización con el equipamiento, especialmente para aquellos de nosotros que estamos acostumbrados a los nombres reales de las armas.
Y las animaciones de recarga, inspección y manejo de armas tienen un nivel de detallado cuidado al milímetro. Puedes ver las balas en el cargador y en la recámara, y los personajes tienen un movimiento que refleja su peso y velocidad, lo que contribuye a la sensación de realismo.
Delta Force: Hawk Ops ofrece dos modos de juego principales: Hazard Operations (modo de extracción) y Havoc Warfare (modo de guerra a gran escala).
El modo de extracción fue una grata sorpresa. Por lo general, no soy fanático de los shooters tácticos y los modos de extracción, ya que tienden a ser más lentos y meticulosos. De hecho, no había jugado antes a ninguno, ni siquiera al Tarkov (sí, ¡qué pasa!). Sin embargo, este modo logró captar mi interés, pues te obliga a planificar cuidadosamente tu equipo antes de infiltrarte en un mapa lleno de enemigos controlados por IA y jugadores reales.
El sistema de salud y daño es increíblemente realista, permitiendo daños específicos en partes del cuerpo. Esto añade una capa adicional de estrategia, ya que una herida en la pierna puede ralentizarte, mientras que un disparo en el brazo puede afectar a tu precisión. He disfrutado mucho de la tensión y el desafío de este modo, y me ha dejado con las ganas de probar otros títulos como Escape from Tarkov.
El modo de guerra a gran escala es esencialmente una mezcla entre Call of Duty y Battlefield pero con una sensación de mayor realismo y pulidez. Los mapas son vastos, comparables a los de estos dos juegos, y no presentan problemas de distancia de renderizado. La dinámica de juego es fluida, y cada arma se siente bien diseñada, con una física de proyectiles que añade un toque de autenticidad.
Las zonas de captura de objetivos están diseñadas de manera inteligente, a menudo asemejándose a mapas pequeños de Call of Duty, lo que mantiene la acción constante y emocionante. La mecánica de los vehículos está bien equilibrada, con una cantidad limitada en el mapa, para que no puedas abusar de ellos.
La dinámica de juego básica y el sistema de combate están muy bien diseñados. Las armas se manejan muy bien, con una física de retroceso y recarga que se siente natural y bien diseñada. De hecho, he sentido mayor retroceso que en otros shooters, lo cual me gusta, pues añade realismo y dificultad al juego. Todas las armas en el juego son proyectiles, es decir, no impactan al instante de disparar, lo que añade una capa de habilidad al tener que calcular la velocidad del proyectil en combates a larga distancia.
La personalización de armas es amplia, con una gran cantidad de accesorios y modos de disparo alternativos. Cada arma puede ser ajustada para adaptarse a diferentes estilos de juego y situaciones, lo cual es una característica que aprecio mucho. El sistema de inclinarse manualmente añade otra capa de táctica, permitiéndote asomarte por recovecos y cubrirte de manera más efectiva.
Una de las áreas donde Delta Force: Hawk Ops destaca es en la gestión de inventario y gadgets. Cada personaje tiene al menos cuatro gadgets, lo que puede ser abrumador al principio. Sin embargo, una vez que te acostumbras, añade una profundidad táctica significativa. Y la interfaz de usuario para gestionar el inventario, especialmente en el modo de extracción, es detallada, y te obliga a tener que organizar cuidadosamente cada elemento en tu mochila. Esto puede ser complicado al principio, pero una vez que te adaptas, es bastante intuitivo.
Otra cosa que me gusta es que cada jugador puede tener un rol diferente. Por ejemplo, puedes ser un médico que revive a sus compañeros, un francotirador o un soldado con un lanzagranadas. Estas habilidades no son dominantes, pero añaden variedad y opciones estratégicas al juego.
Y un aspecto crucial que los desarrolladores han dejado claro es su enfoque en evitar el modelo "pay-to-win". Algo muy bueno, pues asegura que se premien la habilidad y el esfuerzo (y no la billetera). Lo único por lo que habrá que pagar es el modo campaña, pero de eso ya hablaremos en otro artículo, ya que en la alfa aún no estaba disponible, así que no hemos podido probarlo.
Y eso es todo por hoy: Delta Force: Hawk Ops se presenta como una fuerte competencia en el género de los shooters militares. Aunque no innova radicalmente, sí te hace sentir la nostalgia de los días de gloria, y su ejecución es pulida y profesional. Con una dinámica de juego satisfactoria, gráficos impresionantes y un enfoque en el realismo, el juego ofrece una experiencia que los fanáticos de los primeros Call of Duty encontrarán atractiva. Si bien es un shooter militar más entre los tantos y tantos que hay, su calidad y atención al detalle lo hacen destacar. Estoy emocionado por ver cómo evoluciona este juego en sus próximas fases, y definitivamente recomiendo que al menos le echéis un ojo.