Primeras impresiones: Inkulinati derrocha carisma, pero le cuesta meternos en el papel de escriba

Hoy toca hablar de Inkulinati, un videojuego de acción por turnos que se ha lanzado en Game Pass como un acceso anticipado inspirado en la estética de antiguos manuscritos medievales.

Antes de empezar, permitidme una pequeñísima lección de historia. Antiguamente, era costumbre la ilustración de manuscritos con criaturas y seres fantásticos en los márgenes, a esto se llamaba iluminación. Estas iluminaciones representaban en muchos casos el deseo de los ilustradores y copistas de plasmar su propia realidad, pero a través de su imaginación. De esta manera, las criaturas de los manuscritos son ironías o sarcasmos: perros que son soldados, obispos representados como gatos, o burros juglares.

Inkulinati explota esa faceta de la historia y la convierte en un juego, en una batalla épica entre escribas al estilo ajedrez mágico. Si hay algo que deba contaros sobre Inkulinati es que, no es en absoluto un videojuego normal. El enfrentamiento se siente real y con cierto toque místico frente a nuestro oponente, pero es cierto que falta algo de inmersión para llegar a los niveles que se pudieron sentir en un juego como por ejemplo Inscryption.

Una historia por escribir

En el juego, nosotros nos interpretamos a nosotros mismos, pero en la piel de un antiguo escriba medieval. De la mano de Magister (nuestro maestro con un sospechoso parecido con el maestro Yoda de Star Wars) aprenderemos los pormenores de la batalla entre escribas. Tras una fiesta que se va de madre, tendremos que recorrer una senda de batallas entre criaturas y bestias con otros escribas para luchar contra la personificación de la muerte.

Inkulinati, si bien carece de un hilo narrativo potente, cuenta con un impresionante apartado satírico y sarcástico. El juego se encuentra plagado en sus conversaciones de comentarios irónicos e incluso referencias a películas y series medievales. Os reto a encontrar todas las referencias a Los caballeros de la mesa cuadrada.

La guerra iluminada

Desde el comienzo lo que nos llama la atención es su estética. Inkulinati nos sumerge en el universo de los antiguos manuscritos medievales en la misma línea que lo hizo Pentiment el pasado año. En todo momento la interfaz representa un pergamino medieval en el que libraremos nuestra contienda. La tinta que cae de nuestra pluma mancha el tablero y nos otorga beneficios en el combate y nosotros mismos podremos realizar acciones sobre el mismo con nuestra mano de escriba (borrar criaturas o moverlas).

El sonido junto a los trazos de los dibujos nos sumerge en los antiguos documentos y nos traslada a la época medieval. Si bien nos encontramos con una interfaz de movimientos que no es nada inmersiva con respecto a los esfuerzos ejecutados en otros aspectos del juego.

Tendremos a nuestra disposición una ventana de tutorial que invade casi toda la pantalla y nos impide disfrutar la experiencia. Esta interfaz es optativa, pero el juego es muy complejo desde un principio, por lo que nuestras primeras horas en Inkulinati será casi obligatoria.

Respecto a la dificultad, tras vivir la experiencia del tutorial decidí enfocar el juego en una dificultad "normal". Pero de normal no tenía nada, el juego atacaba sin ningún tipo de piedad y cada error se castiga con dureza. Es muy sencillo perder una partida en Inkulinati aunque, está diseñado para ello y la "resurrección" es bastante sencilla. Aunque no se trata de un roguelite, su estructura de potenciadores es bastante similar y si somos inteligentes y cuidadosos podremos sobrevivir a este apocalipsis de la tinta.

Tinta monocolor

En resumen, me gustaría reflejar la poderosa impresión que me ha provocado este título en mi caso. Y es que las referencias a Pentiment, desarrollado por Obsidian y lanzado el pasado mes de diciembre, y el éxito independiente que fue Inscryption (en su reciente lanzamiento en Nintendo Switch) no han sido casuales. Se trata ambos de juegos que he tenido la suerte de jugar recientemente y resulta que Inkulinati, es en parte una mezcla entre ambos. La estética de Pentiment mezclada con el estilo de Inscryption y, si te gustaron ambos juegos, probablemente te guste Inkulinati. Y aquí viene el gran "pero", porque también es posible que te decepcione.

El acceso anticipado de Inkulinati consigue el aprobado, pero no llega a la excelencia. El apartado artístico es bueno, pero no rompedor, y su jugabilidad es inteligente pero no inmersiva. Esperamos que esta prueba les ayude a mejorar ciertos aspectos que pueden hacer de él un imprescindible en nuestro catálogo de PC, Switch, Xbox y Game Pass.