Prison Architect - impresiones

Este es un juego para darle al coco.

Introversion Software es un equipo de desarrollo que le ha cogido el tranquillo a eso de utilizar un oscuro tema de discusión para crear experiencias de juego atractivas. En Darwinia salvamos polígonos con inteligencia artificial del ataque de un virus de ordenador, y hace poco cometimos genocidio a nivel mundial a través del simulador de guerra termonuclear DEFCON. Su último trabajo, Prison Architect, promete brindar otra intrigante mezcla de temas oscuros y entretenido sistema de juego.

Como juego de gestión con vista cenital, Prison Architect ofrece a los jugadores la oportunidad de construir y mantener una prisión. Deberán hacer malabares construyendo complejos con personal de administración, prisioneros y finanzas. Al tiempo que se expande la prisión, lo mismo hace el número de empleados en la plantilla y de edificios necesarios. Es una perspectiva interesante para un género popular. Ya hemos construido parques temáticos, ferrocarriles, granjas y ciudades en títulos similares, pero nunca implicando una temática tan controvertida.

Hay un par de formas de juego: el modo campaña y el modo libre. La campaña es como un tutorial que va subiendo la dificultad poco a poco. Enmarcado en intermitentes secciones de historia, presenta las mecánicas del juego y los objetivos de una forma fácil de aprender. Ahora mismo sólo hay un capítulo en la campaña, pero Introversion promete más niveles con mayor complejidad cuando esté lista la versión completa del juego.

Pero quizás sea en el Free Mode donde los jugadores pasarán más tiempo al final. Construir una prisión desde cero demanda un delicado acto de equilibrado. Es importante considerar cuánto cuesta todo y cuáles son las estrategias de desarrollo más efectivas. Si eres demasiado ambicioso demasiado pronto, la cuenta bancaria pronto se ve mermada hasta los números rojos. Recorta demasiados rincones y los prisioneros se rebelarán o escaparán. Los costes para seguir en marcha como las nóminas del personal también deben tenerse en cuenta, y es importante ahorrar parte del dinero para las inevitables emergencias.

E incluso aunque el tema económico esté bajo control, evitar que los presos se porten mal nunca es fácil. Los reclusos exigen un montón de cosas, y cuanto más les das, más quieren. Se sienten nostálgicos, sucios, incómodos y aburridos. Y si no atiendes sus demandas, se van enfadando más y más, eventualmente erupcionando en una mala leche que provoca peleas, vandalismo o incluso asesinato entre ellos.

Cuesta una barbaridad evitar que los prisioneros se acuchillen unos a otros en la cola del almuerzo. Tuve que montar un laberinto de vallas para mantenerlos separados y seguros. Sirvió para evitar problemas, pero derivó en nuevos líos para mis empleados. Cuando se fue la luz, la carnicería comenzó y los reclusos comenzaron a atacar a mi plantilla para intentar robarles las herramientas. Con los trabajadores cercados y los guardias teniendo que pasar por tantas puertas, cuando llegaron al incidente tenía a 20 presos esperando para la celda de aislamiento, cinco cadáveres y unos médicos demasiado asustados como para tratar a los heridos.

Pero salga lo que salga mal, y siempre salen muchas cosas mal, nunca aparece una pantalla de game over. Nadie espera que la prisión funcione perfectamente: ese es precisamente el desafío. Los jugadores deciden sobra la moralidad de su institución y procuran adherirse a sus propios estándares. Podría ser una súper-prisión en la que reina el orden y los reclusos se rehabilitan hasta los más altos estándares o un pedazo de infierno en el que los presos tienen suerte si sobreviven hasta el final de su sentencia. No hay una respuesta correcta, y no es que Introversion intente convencer a nadie de nada.

Los gráficos al estilo 'cartoon' son simples, pero esconden un gran encanto. Los prisioneros son poco más que un cabezón y un torso, y sin embargo las animaciones descubren personalidades distintivas entre ellos. El diseño in-game se ve complementado por unas extrañamente conmovedoras viñetas de cómic que van contando la historia. La música y los sonidos comparten un estilo similar, simple pero enternecedor. El estilo artístico, la malhumorada banda sonora y la complicada temática se unen para una atmósfera muy peculiar. Por ejemplo, pese a la presentación extravagante, la primera vez que un prisionero es condenado a muerte resulta una experiencia emotiva y evocadora.

Prison Architect lleva un tiempo en fase de testeo alpha e Introversion ha estado actualizándolo en base al feedback de los jugadores. Las mejoras hasta la fecha incluyen un sistema de categorización para ayudar a diferenciar a reclusos de alto o bajo riesgo, refinados controles, más servicios a tu disposición y numerosos arreglos de bugs.

El juego parece otra gran promesa indie para 2013. A cualquiera que le gusten los simuladores de gestión debería funcionarle. Con nuevas mejoras e innovaciones en marcha, el estudio todavía no quiere dar una fecha exacta de lanzamiento, pero con más de un millón de dólares ingresado ya en reservas, cuando liberen a Prison Architect parece que la liará gorda en la escena indie.