Como habrás podido deducir de mis impresiones de Floatopia y Tavern Keeper, probablemente sabrás que me he ocupado de unos cuantos juegos de los llamados 'cozy' durante la Gamescom. No me suelen gustar este tipo de juegos, pero como me dieron la oportunidad de relajarme en medio del ritmo acelerado de un día normal de Gamescom, no puedo decir que no fueran bienvenidos.
Además de jugar a Deathsprint 66, pude ver qué más se traía entre manos Sumo Newcastle, y tal y como contó el director del juego Deathsprint 66, Andrew Williams, parece definitivamente que en el estudio se está dando una situación a lo 'Barbenheimer'. Por un lado, tienes el simulador definitivo de carreras mortales en Deathsprint 66, y por otro tienes uno de los juegos más bonitos que hemos visto nunca en Critter Café.
En Critter Café habrás de rescatar bestias míticas de anomalías que no paran de aparecer en tu tranquilo pueblo y llevarlas a un lugar seguro, al tiempo que les das trabajo en tu café. Hay que decir que no es que cojas a las criaturas y las obligues a trabajar gratis para ti sin más. Cuando no están en el trabajo, las criaturas viven en su propio y espacioso hábitat, en el que puedes jugar con ellas, alimentarlas o simplemente dejar que hagan lo suyo. Lo imaginé como la sala de descanso definitiva y no pude evitar unas risitas mientras me imaginaba una pequeña criatura con aspecto de pájaro y ojos como habichuelas dándole caladas a un cigarrillo y contando los minutos hasta que se terminaba su descanso mientras charlaba sobre unas vacaciones en Corfú.
Cuando tus criaturas no están descansando por su cuenta las puedes encontrar en otros dos lugares. O bien en una anomalía o bien en una isla. Empecemos por las anomalías. En esta parte, Critter Café se convierte más bien en un juego de aventures y puzles en el que tendrás que resolver sencillas (pero divertidas) series de obstáculos con las herramientas a tu disposición. Al principio del juego recibimos un martillo con el que romper cristales y mover rocas de lugar, permitiendo que nos aventuremos y encontremos nuevas criaturas. Antes de que puedas adentrarte en una anomalía, tendrás que encontrarla en el acogedor pueblo donde está tu café, lo que servirá de oportunidad para conocer un poco mejor tus alrededores y hacer uso de la encantadora animación de correr.
En tu café, tus criaturas verán uso, principalmente, durante eventos especiales. Algunos grupos querrán alquilar el café durante una noche y tendrán requisitos acerca del tipo de criatura que quieren ver. Quizás quieran una con una larga cola, o con rayas, o de un color concreto. También tendrás que hacer que los muebles y la decoración encajen con sus deseos. Durante nuestra sesión tuvimos a un grupo que quería una noche de cine, así que preparamos una bandeja de palomitas y otros aperitivos en adición a ponerles el sofá verde que les apetecía. Es sencillo, pero Critter Café no quiere exigir mucho a sus jugadores, prefiriendo entregarles una visión idealizada de la industria hostelera. No te encontrarás a clientes chiscando y mirando sus relojes porque olvidaste el quinto acompañamiento de su gigantesca comanda.
Si operas el café durante el día, puede que no tengas ninguna criatura a mano y en su lugar tomarás parte en una variedad de minijuegos para coger trozos de tarta, tazas de té y otros bocaditos para tus clientes. Aunque sí tiene un tiempo límite para terminar tus tareas, no hay ninguna penalización real si no eres capaz de encargarte de más de un par de clientes. Además, si lo haces mal durante algún minijuego, no te encontrarás a un cliente que te agite el puño en señal de cabreo. El objetivo es más premiar lo positivo que castigar lo negativo, lo que sin duda encaja en la atmósfera tranquila y acogedora de Critter Café.
En vez de limitarse a poner todo su peso en la idea: ¿qué pasaría si los cafés de gatos tuvieran criaturas míticas en vez de gatos?, Critter Café tiene aportaciones en varios ámbitos. Es en parte un simulador social, en parte juego de aventuras, en parte coleccionador de criaturas y todas esas partes logran combinarse para crear un todo atrayente. Será interesante ver cuál es la profundidad de esas mecánicas tras varias horas de juego, pero en el corto periodo que tuvimos disponible, el juego funcionó como debía. Bondadoso, acogedor y lleno de encanto.