Probamos la silla motorizada que exige a los jugadores ponerse en forma

En Barcelona durante el reciente MWC19 tuvimos la ocasión de meternos en la última prueba de concepto de Brogent, un prototipo de experiencia de gaming en VR que están empleando para sugerir cómo esperan que evolucione la escena del juego competitivo en el futuro: aumentando la exigencia física.

Andy Kiang, director de desarrollo de negocio internacional, nos cuenta todos los detalles en el vídeo bajo estas líneas. Por ahora, se trata de "una plataforma de movimiento con 6 grados de libertad" que ofrecen para "simuladores a larga escala para parques temáticos y parques de atracciones", como por ejemplo el Europa Park en Alemania.

La prueba de concepto que probamos era a menor escala y consistía en un juego de Realidad Virtual de combate de mechas 1v1, pero los planes de Brogent incluyen grandes eventos de eSports; así lo han probado ya con partidos por equipos 4v4 en unas finales en directo organizadas en Taiwán.

Porque, dicen, la combinación tradicional de ratón y teclado "es bastante aburrida de ver", y según Kiang, "no es tan emocionante para la retransmisión y tampoco tan exigente a nivel físico como un deporte profesional. Así que pensamos que podemos aprovechar esta plataforma de movimiento que hemos integrado en un solo asiento", de modo que "aparte de la coordinación ocular y mental como en un videojuego normal, también haga falta entrenar a nivel físico para estar en forma, y de paso será más interesante para las retransmisiones en vídeo".

Brogent va más allá de la VR y del género de la acción, por ejemplo con juegos de conducción y simracing montados sobre sus plataformas. Su hardware sincroniza el equilibrio corporal "con muy poca latencia", al mismo tiempo poniendo a prueba a los jugadores con fuerzas de aceleración de 0,2 g.

Sin embargo, si ya estabais soñando con poner una de estas plataformas en casa, tened en cuenta que "es de gama alta, no esperamos entrar en el mercado de consumo, pero nunca se sabe en el futuro". Después de Taiwán y Alemania, Brogent pretende llegar "muy probablemente a Australia" próximamente.