Análisis de Rare Replay

Analizar treinta juegos es una tarea titánica, y por eso precisamente no vamos a intentar hacer eso aquí. Nos llevaría cientos de horas dedicarles a tantos juegos el tiempo que merecen para formarnos una opinión sobre cada uno de ellos, y después sumar las puntuaciones de cada juego de la colección hasta encontrar una especie de súper puntuación media (y dado el desequilibrio respecto a los juegos de los 80 y principios de los 90 en Rare Replay, eso decantaría un poco el resultado final). Esto, por tanto, es un análisis de la colección al completo, y no una explicación sobre cada uno de los juegos que la componen.

En primer lugar, es una colección fantástica, y los fans de Rare la disfrutarán sin duda alguna. La presentación es de primera categoría: en cuanto empiezan el juego, los jugadores se encuentran un tono musical 'Rarificado' a modo de saludo; que deja paso a una exuberante serie de menús que presentan cada juego con una breve descripción y algunos detalles sobre su historia. Están ordenados cronológicamente, e ir pasando por ellos y jugarlos en orden es como hacer un viaje por la historia de los videojuegos, con juegos muy básicos al principio que van volviéndose más complicados tecnológica y visualmente conforme avanzamos por los años.

En la colección hay juegos maravillosos, y aunque hubo otros nos hicieron pensar que quizá habría sido mejor que siguieran siendo reliquias de antaño, es bueno que nos ofrezcan parte del catálogo del estudio así, incluyendo hasta las cosas menos buenas. Algunos de los primeros arcade son bastante sólidos y fueron muy innovadores en su época; el primer juego, Jetpac, es un buen ejemplo de juego que sigue funcionando muy bien hoy en día. Otros no soportan tan bien el paso del tiempo, y los jugarás una vez para después olvidarlos. Los juegos más antiguos que se incluyen en la colección se lanzaron cuando Rare todavía se llamaba Ultimate Play the Game, y por tanto, Rare Replay contiene más de treinta años de trabajo (aunque su lanzamiento celebre el 30º aniversario desde que el estudio adoptó el nombre Rare).

Aunque entre los primeros juegos hay algunos que destacan y alguna curiosidad divertida, es en torno a la época de Battletoads que las cosas empiezan a ponerse interesantes. Antes de eso, la colección solo atraerá de verdad a los fans de los clásicos, a los que ya hayan jugado ofertas similares de Sega, Namco y Capcom. Eso no quiere decir que no tengan ningún mérito; incluso después de tantos años, Snake Rattle n Roll, R.C. Pro-Am, y Cobra Triangle siguen mereciendo un vistazo. Puede que no los juegues durante mucho tiempo, pero aquí hay historia en abundancia. Digger T. Rock destaca particularmente, porque era uno de los juegos que no nos habíamos encontrado antes y que nos encantó descubrir. No estamos muy seguros de cómo Solar Jetman ha conseguido entrar en la colección, ya que es un juego que Zippo Games desarrolló bajo el nombre Iota antes de que Rare lo adquiriera y lanzara.

Conforme avanzamos por los 80 y entramos en los 90, empezamos a ver rostros más familiares, como Battletoads, Blast Corps, Banjo-Kazooie o Perfect Dark. Dado que el estudio ha estado ocupado intentando cambiar la suerte de Kinect en los últimos años con juegos que no han incluido en esta colección, es fácil olvidar su considerable legado (del mismo modo, resulta más fácil empezar a emocionarse con su nueva IP, Sea of Thieves, cuando eres consciente de todos sus trabajos previos). Desde luego, algunos de nuestros favoritos (Goldeneye 007, Donkey Kong Country, Diddy Kong Racing) no entraron en la colección por varias razones, incluidos problemas de licencias por el papel del estudio con Nintendo antes de que Microsoft lo comprara en 2002, pero sigue habiendo muchos juegos, y lo que es más importante, la calidad de esta oferta es fantástica.

Si tuviéramos que elegir el juego que ha recibido la mejor actualización, probablemente optaríamos por Grabbed by the Ghoulies, una elección extraña, porque es uno de los títulos más flojos de la colección. Kameo: Elements of Power destaca como título que demuestra la versatilidad del estudio, aunque no sea un clásico tan obvio. Otro juego brillante sin duda es la perfección en plataformas 3D, Banjo-Kazooie, que sigue siendo un espléndido juego de plataformas con puzles que deleitará tanto a los jugadores veteranos como al público más joven que lo pruebe por primera vez (y también nos recuerda por qué el Kickstarter para su 'sucesor espiritual', Yooka-Laylee, funcionó tan bien este año). Viva Piñata es otro destacado: sigue siendo uno de los juegos más bonitos que jamás se han hecho, y su ambiente sereno y su ritmo idílico se disfrutan mucho.

Perfect Dark aparece dos veces en la colección. El original nos recuerda por qué es un juego tan genial y un sucesor digno de GoldenEye 007 para la N64, y para los que sigan deseando el retorno de este juego, esto es lo más cercano que encontraréis, gracias a unos mapas multijugador basados en los del shooter de Bond. Aunque Perfect Dark Zero nunca llegó tan alto como su predecesor, sigue siendo un shooter jugable que merece la pena volver a probar, aunque solo sea para comprender la evolución de la franquicia y, de paso, preguntarte si algún día volverá.

La presentación es fantástica y el programa está plagado de joyas y personajes icónicos (todavía no habíamos mencionado a Conker, pero ahora es un momento tan bueno como cualquier otro), pero, ¿qué hay de los extras? Ahora se pueden cargar partidas guardadas de los juegos antiguos, un muy buen detalle. También hay una opción de rebobinado muy útil que te permite diez segundos de gracia; una enorme ayuda para algunos de los momentos más complicados que la colección ofrece. Hay una colección de mini-juegos llamados 'Snapshots', que te permiten jugar retos de puntuación basados en secuencias cortas de los juegos antiguos de arcade, con un estilo que recuerda al adictivo NES Remix. Asimismo, hay un sistema de sellos que conecta los juegos entre sí, y a medida que juegas desbloquearás contenido adicional, lo que da a los fans más dedicados suficientes razones para sumergirse en todo el catálogo (ahora bien, habríamos preferido que este contenido estuviera disponible desde el principio).

En lo que respecta a los aspectos negativos, hemos visto problemas de estabilidad en un par de juegos, momentos en los que la acción se congelaba y teníamos que reiniciar el cliente, pero esto solo ocurrió en un par de ocasiones. Otra cosa que nos preocupa es el emulador, ya que se ralentiza a veces, pero no es nada que te arruine la partida. Por otro lado, el original de N64 Jet Force Gemini tiene una disposición de los controles que necesita una actualización desesperadamente. También cabe destacar que los lanzamientos más recientes no se incluyen en la colección del mismo modo que los más antiguos, sino que están disponibles gracias a la retrocompatibilidad con Xbox 360. Esto significa que parecen más periféricos cuando los comparas con los que funcionan directamente desde el menú principal, dado que tardan más en iniciarse y mantienen sus logros originales. Sin embargo, todo esto no son más que pequeñas manchas cuando tienes en cuenta la colección al completo.

Rare Replay es una colección de juegos fantástica y una increíble parte de la historia de los videojuegos. La presentación es soberbia, igual que la calidad que obtienes con estos treinta juegos por un precio tan generoso. Hay un par de momentos poco memorables, pero son una excepción, no la norma. Contiene algunos juegos geniales, y muestra el considerable talento del estudio, además de destacar su productividad tras más de treinta años en la industria. Es un logro impresionante, da igual cómo lo mires, y todos los que estén relacionados con el estudio deberían sentirse muy orgullosos.