Análisis de Remnant II

Desde que salió Remnant: From the Ashes hace unos años, me he convertido en un gran fan de esta franquicia. La clave está en su naturaleza de aventura y acción mezclada con mundos extraños y singulares repletos de enemigos espeluznantes y peligrosos. Todo ello encaja a la perfección junto con las diferentes posibilidades de construcción y mejora del equipamiento. Por eso, cuando vi la presentación de Remnant II en los The Game Awards, me emocioné al ver lo que los desarrolladores de Gunfire Games estaban preparando para su continuación.

Tras entregarme en cuerpo y alma a Remnant 2 durante los últimos días, jugando religiosamente a lo largo de la semana, he llegado a la conclusión de que Remnant II no deja de ser más Remnant, tanto para bien como para mal. Quiero decir, en cierto modo es justo lo que la gente espera de una nueva entrega. Mundos más grandes, más complejos, con una gran variedad de nuevos enemigos, con mejores gráficos y efectos visuales y con una historia más coherente. Por otro lado, no obstante, se mantienen algunos de los problemas que lastraban a la serie, es decir, un sistema de construcción y mejora del equipamiento bastante rudimentario y limitado junto con un diseño de niveles bastante enrevesado en el que es fácil perder el hilo de la historia. Así que, sabiendo esto, si os gustó mucho Remnant: From the Ashes, hay mucho de lo que disfrutar, pero si no, tampoco esperéis un cambio o una mejora enorme de la dinámica. Pero bueno, vamos a analizarlo todo en detalle.

Vamos a comenzar por la historia. Gunfire Games se ha inspirado en Diablo IV. Tampoco literalmente, claro está, ya que ambos juegos llevan desarrollándose durante años. Me refiero a que, como jugador, a pesar de no tener un nombre real (aunque te llaman Anomalía) tienes un papel de mayor protagonismo en la historia. Esto quiere decir que te involucras mucho más en el relato que Remnant II pretende contar, pero la trama sigue enfrentándose a los mismos problemas que la de From the Ashes, ya que los ritmos argumentales son tan extraños que suele ser complicado seguirlos.

Por suerte, el diseño del mundo vuelve a ser una pasada. Querrás explorar todos y cada uno de los rincones en busca de equipación, recursos, mazmorras y secretos. Ya sea en las junglas lejanas de Yaesha o en el mundo de ciencia ficción de N'Erud, cada uno de los distintos dominios ofrece sus propias singularidades, con sus propios retos y enemigos a los que analizar, enfrentarse y superar. En este aspecto, Remnant II vuelve a ser excelente. Tendrás desafíos y tipos de enemigos para aburrir, ya que cuando empiezas a acostumbrarte, aparece un nuevo tipo de monstruo para que eso no ocurra. Está claro que Gunfire Games tiene el talento suficiente para diseñar tipos de enemigos inquietantes y aterradores, siendo Remnant II el ejemplo perfecto de ello.

En cuanto a los enemigos, te alegrará saber que Remnant II cuenta con multitud de jefes, algunos de los cuales son indispensables para avanzar en la historia y otros están ahí para que los encuentres y obtengas recompensas como un buen botín o equipamiento. Parece que Gunfire se ha esforzado un poco más con el diseño de los jefes, ya que los enfrentamientos parecen más variados y complejos que en From the Ashes. Además, estos ofrecen un gran espectáculo con mecánicas que afectan al entorno, como los campos de batalla destructibles. Por ahora, en lo que llevo jugado, algunos de los jefes más interesantes que me he cruzado son una especie de cazadora montada en un enorme perro de caza y una mariposa alienígena gigante que me recordó a algo así como una mezcla de Ikran de Avatar junto con Mothra.

Las dinámicas de juego y de manejo de armas vuelven a ser brillantes. El combate es fluido y emocionante y está diseñado de manera que la atención del jugador esté dirigida a disparar y acuchillar a los enemigos que se crucen en su camino. Sin embargo, la construcción y mejora del equipamiento es menos atractiva que la de From the Ashes. En resumen, en un intento por volverla más sencilla, Gunfire ha eliminado casi por completo cualquier elemento de vestimenta de la ecuación. Sí, puedes conseguir elementos nuevos en esta categoría que ofrecen algún que otro cambio, pero en la mayoría de ellos, la personalización más significativa viene de la mano de armas, cualidades y el nuevo sistema de arquetipos.

Respecto a las armas y las cualidades, se ofrece prácticamente lo mismo que en From the Ashes- Encuentras o compras armas nuevas y luego usas los recursos que te encuentras a lo largo de la aventura para mejorarlas. También puedes adquirir y colocar modificadores que proporcionan beneficios singulares, como efectos de sangre en los disparos. Puedes trastear con los distintos modificadores que ofrecen habilidades adicionales para cada arma. En cuanto a las cualidades, Remnant se basa en un sistema de recompensas, en el que gastas puntos de cualidad a cambio de mejorar permanentemente algunos atributos como la salud total, el rango de evasión o los tiempos de reutilización de habilidades. Es un sistema que ya funcionaba, por lo que no han hecho mucho por cambiarlo.

Aquí es donde la cosa se pone interesante: los arquetipos. Al principio de Remnant II tienes que elegir un tipo de clase que definirá cómo juega tu personaje. ¿Te gusta el combate cuerpo a cuerpo? Entonces quédate con el Contrincante. ¿Prefieres abrirte paso a través de los enemigos desde la distancia? Prueba con el Cazador. ¿Eres más de ir acompañado? El Adiestrador y su compañero canino están hechos para ti. Cada arquetipo cuenta con sus propios estilos de juego y habilidades e incluso da acceso a su propio conjunto de cualidades especiales. Estos arquetipos pueden mejorarse conforme ganes experiencia.

Lo malo es que solo puedes tener dos arquetipos activos a la vez, siendo tu arquetipo principal el que tenga el mayor impacto en la forma de jugar de tu clase. De igual manera, no tienes acceso al resto de arquetipos justo después de elegir el primero. Lo que tendrás que hacer es encontrar objetos a lo largo del juego y mejorarlos para ser capaz de adquirir un segundo arquetipo. Este sistema funciona y es bastante sencillo de entender, pero no puedo dejar de pensar que ha terminado con la diversión de la construcción y mejora del equipamiento a cambio de un sistema más rudimentario, algo que va en contra de lo que considero que deberían ser los principios básicos de un Remnant.

A pesar de no estar muy impresionado por las dinámicas de progresión y construcción y mejora del equipamiento de Remnant II, es innegable que esta nueva entrega ofrece una buena ración de emoción y diversión. Ya sea en solitario o con amigos, Remnant II es una pasada desde el minuto uno y, al igual que From the Ashes, está diseñado para ser muy rejugable. Gunfire Games se ha encargado de que así sea. Hay muchas formas de disfrutar de este juego, ya sea intentando superar las dificultades más complejas o cambiando al modo aventura para explorar el mundo libremente y acabar con jefes en busca de recursos y equipamiento.

Por todo esto es por lo que considero que Remnant II es más Remnant, para bien o para mal. Sigue siendo una serie muy llamativa al igual que lo son sus dinámicas de juego, pero es innegable que también tiene sus fallos. Es más llamativo, más bonito, más profundo y, si os gustó la primera entrega tanto como a mí, os lo pasaréis pipa con esta continuación.