Reseña de Matchroom: Los reyes del espectáculo deportivo
El principal promotor de boxeo de Inglaterra protagoniza una serie documental sobre lo que ocurre entre bastidores.
Empieza de forma un poco inestable, por no decir otra cosa. Está claro que los productores de Netflix perseguían un determinado ángulo en el episodio piloto y que éste se rodó por separado, desvinculado del resto de los cinco episodios que componen la primera temporada de la serie documental recientemente estrenada 'Matchroom: Los reyes del espectáculo deportivo'. El motivo es una insistencia interminable sobre cómo Barry Hearn, jubilado de 77 años, quiere ver de lo que es capaz su hijo Eddie antes de traspasarle la responsabilidad de una de las mayores empresas de promoción deportiva del mundo: Matchroom Promotions.
Todos los que hemos seguido el boxeo como deporte, especialmente en los últimos cuatro años, sabemos muy bien que Barry ha cedido el día a día a su hijo, que en los últimos años ha ido viento en popa, ha hecho historia con el boxeo en directo a través de Dazn, ha organizado algunos de los mejores combates de todos los tiempos y ha construido sobre el ya impresionante imperio de su padre. Eddie Hearn es un promotor brillante. Es sin duda el mejor del boxeo actual, y es increíblemente más fresco, más rápido y más interesante que viejos carcamales como Bob Arum y Frank Warren.
Sin embargo, la cosa remonta tras un comienzo bastante lento. Nos adentramos entre bastidores mientras Hearn y compañía organizan el World Darts Championship y el World Snooker Championship, lloran la ajustada derrota de AJ ante Dubois y se preparan para que Arabia Saudí compre la empresa por más de mil millones de libras.
Matchroom: Los reyes del espectáculo deportivo es una producción a pequeña escala, en el buen sentido. El retrato tanto de Barry Hearn como de Eddi es íntimo y sincero, pero no sensiblero, y su relación se retrata sin problemas, cálida pero empresarial, en cierto modo. Conocemos a la gente que hay detrás de Eddie, que se ocupa de gran parte del día a día del negocio, y conocemos a Conor Benn durante el periodo en que estuvo suspendido por dopaje e intentando limpiar su nombre y recuperar su licencia profesional, antes de entrar en el episodio final de ese combate mágicamente entretenido, masivamente publicitado e increíblemente esperado contra Chris Eubank Jr.
Es fácil que te caiga bien Eddie Hearn. Suelo (como calentamiento para los próximos combates) escuchar sus entrevistas, ver las ruedas de prensa y todo lo demás, e independientemente de lo que pienses de un promotor que se involucra tanto como él, este viejo ofrece un discurso directo, perspectivas frescas y un gran humor, de forma constante y regular. Matchroom: Los reyes del espectáculo deportivo solo dura seis episodios y termina justo cuando se está poniendo interesante, pero para nosotros, los aficionados al boxeo, es una visión muy agradable de un negocio fascinante.





