Retropolis 2: Never Say Goodbye

Había algo encantador en las aventuras de point-and-click de las que tuvimos nuestra buena ración, especialmente, en los años 90. Es un género que puede que no haya muerto del todo (hemos visto algunas aventuras de ese tipo en los últimos años), si bien ha caído un poco en el olvido. El título de VR Retropolis 2 puede describirse mejor como un juego de este tipo, pero en primera persona y en realidad virtual. Volvemos a la bitácora del detective Philip del primer juego de 2021 y, como no lo jugué, tuve que ver algunos vídeos y leer sobre la trama del original para estar preparado para esta secuela.

Jenny, la amante de Philip, desaparece misteriosamente y un personaje que se hace llamar El Mago afirma tenerla en su cautiverio. Tenemos un juego dividido en cuatro episodios en los que Philips se ve inmerso en un misterio que, tanto por la historia como, sobre todo, por la jugabilidad, recuerda a los títulos point and click del pasado. Ves el juego desde una perspectiva en primera persona, pero no puedes deambular libremente, sino que utilizas los largos brazos robóticos para examinar los objetos del entorno. "¿Robot?", te preguntarás. Sí, los habitantes de la ciudad de Retropolis son todos de tipo mecánico, se nos presenta una especie de estilo noir futurista con colores brillantes y un encantador estilo visual que también está dibujado a mano. Toda la atmósfera del juego respira realmente algo especial y me gusta el diseño elegido, aunque el entorno pueda parecer a menudo un poco desierto.

En cada uno de estos entornos esperan casi siempre una serie de objetos que hay que coger y colocar en algún lugar para poder avanzar. A veces es bastante complicado, pero al mismo tiempo muy claro cuando lo consigues y sueles entender rápidamente qué colocar y dónde. También tienes un pequeño cofre donde puedes dejar los objetos para no tener que cargar con ellos. Entonces se trata sobre todo de explorar el propio escenario y luego ubicar ítemes o resolver algún tipo de puzle para avanzar en la trama y llegar a nuevos lugares.

Retropolis 2 es bastante sencillo en muchos aspectos, y de eso se trata. Los desarrolladores quieren ofrecer una experiencia de juego relajante y accesible, para jugar sentado y sin tener que moverse mucho. Para mí, esto es estupendo, pero echo mucho de menos poder caminar por los lugares que visitas. Estás como siempre encerrado en tu sitio y sólo puedes girarte, pero no moverte ni acercarte a las cosas, sino que te limitas a estirar los brazos hacia las cosas que se iluminan si puedes integrarte con ellas. La interacción real con las cosas está bien, pero es más bien escasa y se vuelve un poco demasiado simple y despojada cuando el patrón de movimiento está bloqueado en su posición. Entiendo la idea de hacer un juego en el que sólo tienes que hacer clic y girar, pero como he dicho, se vuelve un poco demasiado simple.

Aunque algunos de los efectos visuales se quedan cortos, con grandes zonas negras y fuentes de luz que sólo muestran lo que hay que mostrar, el estilo visual es suficiente para que resulte simpático. Me gusta todo, desde las animaciones de los personajes robot hasta el diseño de la mayoría de las localizaciones. Sin embargo, las escenas cortas que se ven como pequeñas películas me rompen la inmersión de la realidad virtual cuando las ves como una película en 2D. Pero en general, el diseño es algo que mejora mucho la experiencia de este juego y hay muchos detalles divertidos por doquier, desde las señales hasta el diálogo, a veces estrafalario. El doblaje es más que decente casi siempre y la música a menudo mejora el ambiente y resulta muy apropiada para la aventura.

Los cuatro episodios que componen la historia duran poco más de una hora cada uno, dependiendo de lo rápido que resuelvas los puzles, por supuesto, y también puedes acceder fácilmente a un recorrido en forma de texto a través del menú. Algunos rompecabezas no parecen del todo obvios o lógicos, pero si quieres un poco de ayuda sin obtener la solución completa, es una buena herramienta para poder curiosear un poco y evitar la frustración de quedarte atascado durante mucho tiempo en un reto.

Hay muchas cosas que me gustan de Retropolis 2: Never Say Goodbye y, si miro la reseña del primer juego, está claro que se ha desarrollado mucho a partir de él. Me gusta su peculiar encanto y los puzles son algo que siempre disfruto personalmente. Como suele pasar, esto funciona muy bien en VR.

Sin embargo, el juego en sí parece un pelín demasiado simplificado y en realidad no aporta mucho nuevo al formato en sí, aparte de ser un recuerdo nostálgico del mismo género del que he hablado en la introducción. Sin embargo, es una aventura entretenida en todos los sentidos y ofrece unas cuantas horas de buen pasatiempo y puzles razonablemente complicados unidos a un diseño genial.