Robocop: Rogue City

Hasta ahora, Robocop ha aparecido en una gran cantidad de películas y videojuegos, y solamente las dos primeras pelis son realmente buenas. Eran tan buenas que todo el mundo sigue queriendo a Robocop sin importar en qué líos esté metido. En el nuevo juego Robocop: Rogue City volvemos a los orígenes de la franquicia y nos reencontramos con el Robocop del que me enamoré en los 80 para una aventura llena de acción ambientada en el mundo de ciencia ficción creado por Paul Verhoeven.

Después de quince minutos dentro del juego, una escena curiosa me hizo darme cuenta de que el estudio Teyon había dado en el clavo y entendía qué era lo que hacía que este mundo fuera único. Es el futuro tal y como lo vimos en los 80, no el futuro que realmente ha llegado a ser. En una de las escenas iniciales, vemos a una persona grabando a Robocop sujetando una cámara grande como las de antes, mientras que a día de hoy usaríamos el móvil para grabar. Sin embargo, en Robocop: Rogue City no hay nada por el estilo. En este caso, la ciencia ficción consiste en máquinas recreativas con luces neón y juegos bastante antiguos, en televisiones pequeñas y gruesas con bordes redondeados, y los enemigos son los típicos gamberros con el pelo al estilo mohicano. Todo esto a su vez rodeado de la crítica social que pudimos ver en las películas originales.

Así es exactamente como tendría que ser. Con la primera misión de rescatar a un rehén, me teletransporté inmediatamente al mundo de Robocop, y también aprendí sobre el nuevo villano en la ciudad y la droga Nuke que estaba detrás de las desgracias más recientes. La situación con los rehenes es complicada y la policía pone rápidamente a Robocop al tanto de la situación. Este llega a la escena del crimen justo cuando estaban pidiendo refuerzos, a lo que Robocop, interpretado por Peter Weller, contesta: "Los refuerzos ya están aquí". Es genial.

A pesar de que las partes de acción son el foco principal de Robocop: Rogue City, Teyon ha intentado completar la aventura con muchos otros elementos como por ejemplo, un sistema de subida de niveles, cosas de detectives, misiones secundarias, historias paralelas y mucho más. Asimismo, Robocop empieza a recordar momentos de su pasado y de su anterior vida como Alex Murphy. Estos recuerdos están muy bien escritos y añaden una capa muy necesaria a la narrativa. En consecuencia, la aventura es más variada, aunque esencialmente es un juego de disparos bastante directo y riguroso.

Evidentemente, los disparos con la increíblemente poderosa Auto 9 de Robocop son el centro de la historia y la escoria de Detroit debe ser eliminada y no procesada. Nos enfrentamos a un dilema interesante. Debido a la forma en la que se mueve y apunta Robocop, no funcionaría del todo bien si en el juego pudiéramos saltar, arrastrarnos por el suelo, tener un arma balanceándose delante de nosotros mientras caminamos y movernos naturalmente al apuntar a los distintos enemigos. Robocop tiene que ser rígido y tener esta dinámica de juego, que en cualquier otro caso se consideraría torpe o incluso mala. En cambio, aquí le viene al dedillo, pero ¿se puede excusar una mala dinámica de juego si esta tiene que ser de una manera en concreto?

La respuesta es sí, pero no. Cuando me enfrento a grandes cantidades de enemigos con la Auto 9, esta les vuela las cabezas con muy buena puntería antes de que estos tengan tiempo de dispararme. Da la sensación de un buen simulador de Robocop. Sin embargo, cuando no consigo entrar rápidamente y los enemigos empiezan a disparar y correr, se complica el asunto, sobre todo cuando hay muchos. Esta situación provoca que avance de forma muy defensiva, algo totalmente contrario a lo que haría Robocop (probablemente os acordaréis tan bien como yo de cómo arrasaba en la fábrica de drogas en la primera película, desde luego que no lo hacía avanzando y retrocediendo para matar a los enemigos uno a uno).

Los enemigos asesinados pierden sus armas, que puedes recoger y utilizar. Aun así, que Robocop utilice una AK-47 o Uzi me parecía raro, por eso jugué casi todo el rato con el arma estándar.

En cuanto a los niveles, estos son razonablemente largos y ofrecen una cierta posibilidad de exploración. De hecho, hay cosas por encontrar que te ayudarán con las investigaciones, te darán experiencia, vida y cosas por el estilo. Sin embargo, esto perjudica un poco al ritmo del juego, ya que no tiene mucho sentido ver a Robocop investigar los armarios y otras zonas secundarias para encontrar cosas mientras que hay vidas en juego. ¿Quizás hubiera sido mejor un sistema de niveles automático y temporizado?

Con nivel estándar de dificultad, el juego es bastante fácil, lo que no supone un problema porque encaja con Robocop, que no se moriría de simples disparos al pecho. En cambio, le pega muchísimo al personaje ir caminando por ahí sin importar lo que le disparen. De todas formas, tampoco eres inmortal, excepto en algunas secuencias, en las que puedes aguantar palizas brutales y llevar tres paquetes de vida a la vez. Si decides priorizar esto, puedes mejorarlo utilizando puntos de experiencia para llevar más paquetes.

La comisaría sirve de 'hub' central en Robocop: Rogue City, y muchas de las misiones y escenas cinematográficas empiezan desde aquí. Además, también hay bastantes misiones secundarias por hacer. Le dan variedad al juego y a menudo son graciosas, por ejemplo, cuando Robocop tiene que llevar a borrachos o contestar el teléfono. La confianza que tienen las personas en ti depende de tus decisiones y acciones, algo de lo que Teyon está muy orgulloso, pero que no se percibe demasiado en la dinámica del juego. Incluso dentro de las misiones, puedes tener otras misiones paralelas como poner multas de tráfico o ayudar a personas en apuros, y obviamente, yo he cumplido con mi deber. No obstante, me sigue pareciendo raro que Robocop se encargue de estas cosas cuando la ciudad de Detroit está en peligro.

Antes de terminar la reseña con el resumen y la valoración, quiero destacar que los gráficos y el sonido me sorprendieron para bien. A pesar de que las caras de los amigos y los enemigos podrían haber sido mejores, el gran diseño y los efectos de iluminación de Robocop y el precioso entorno lo compensan. Asimismo, Teyon ha hecho un gran trabajo en cuanto al entorno sonoro, con mucha profundidad y un Peter Weller diciendo las frases de Robocop de una forma mítica. Sin arruinar la diversión, quiero deciros que la historia está muy bien escrita y consigue mantenerte interesado. Sin embargo, es una pena porque pierde fuerza hacia el final de la historia y el enfrentamiento final no es del todo satisfactorio.

A pesar de que el final podría haberse escrito mejor, que la dinámica del juego es desigual y que no es muy divertido buscar cosas con el protagonista más lento de la historia de los shooters en primera persona, Robocop: Rogue City funciona como un simulador perfecto de Robocop para los fans. En los mejores momentos del juego, me lo pasaba como un niño enfrente de la pantalla y me acordaba de por qué quería tanto a este personaje. El mundo es maravilloso y ofrece elementos que los fans amarán (por no mencionar la pelea contra el jefe ED-209). No es una obra maestra, sino una carta de amor a los fans de Robocop. Por eso, es muy fácil recomendarlo a pesar de los fallos, que son en su mayoría responsabilidad del propio Alex Murphy.