Rumbo al Infierno (Hellbound) quiere ser la nueva fiebre coreana de Netflix

El Juego del Calamar ha dejado claro que la ficción coreana tiene mucho que decir. Estrenada en Netflix hace unos meses, la serie impactó en la audiencia por lo particular de una premisa no del todo original, amén de por una estética y una actuación muy distintas a lo que acostumbramos, tanto que ha confirmado una segunda temporada que no planeaba. En esa línea se ubica Rumbo al Infierno (Hellbound), la nueva serie del director de Tren a Busán.

Yeon Sang-Ho dirige y firma el guion de esta serie que va sobre la vida y la muerte, pero sin zombis de por medio. Aquí, las criaturas del más allá son tres seres similares a gorilas de humo que masacran a personas para luego quemar sus esqueletos antes de volver al reino del que provienen.

Así empieza su primer episodio, dejando clara la naturaleza de esta producción coreana de Netflix. Un trampantojo porque, lejos de seguir el estilo de Tren a Busán y llevarnos a la acción y tensión sin mesuras, Rumbo al Infierno se toma su tiempo para desarrollar el reflejo de este fenómeno que se va frecuentando ante el estupor de la policía y una sociedad que se irá fragmentando por ello.

Fanatismo religioso, estudio de la vida más allá de la muerte y una amenaza latente, aderezados con una fotografía prometedora y un reparto sorprendente. Rumbo al Infierno solo tiene 6 episodios, aunque promete una segunda temporada. ¿Es el siguiente paso en la expansión de la ficción coreana? ¿La habéis visto ya?