Últimamente se han lanzado un buen puñado de juegos de estilo retro. Vale, Bionic Commando: Rearmed 2 no fue tan genial como podría haber sido, pero aún así divirtió, y Hard Corps: Uprising se convirtió en un favorito instantáneo. Por eso estaba pendiente de Rush'n Attack Ex-Patriot, un remake del entretenido Rush'n Attack.
Mi primer bocado a la serie se produjo bajo el nombre de Green Beret en Commodore 64, y pronto me convertí en un fan. Creo que es un juego que aún hoy aguanta el paso de los años, pese al nivel de dificultad ridículamente alto. Por lo tanto, me gustó saber que una de las novedades en Rush'n Attack Ex-Patriot sería una barra de salud para el nuevo héroe, Morrows, un spec ops especializado en lucha de cuchillos.
Es el típico personaje principal mediocre tomado de los días de la Guerra Fría y el terror comunista. Durante una misión, Morrows y sus hombres se convierten en prisioneros de algunos rusos malos, y tu misión será salir con vida y salvar a algunos de tus compañeros soldados por el camino.
Podría estar genial, pero parece que Konami no sabía en qué centrarse cuando desarrolló Rush'n Attack Ex-Patriot. Querían hacer un Bionic Commando: Rearmed, pero no se dieron cuenta de que Capcom y Grin montaron su juego con gran pasión y sentido del humor. Esto es algo tacaño y mordaz, si nada del encanto requerido para excusar esa historia y diálogo cutrecillo. La seriedad tan seca es simplemente ridícula.
Podría haberlo aguantado si lo hubieran completado con una jugabilidad genial, pero es que esa es en realidad su mayor flojeza. Tenemos peleas de cuchillos con unas hit boxes espantosas, y nunca coges el tranquillo a conectar y saber cuándo puedes lanzar movimientos finalizadores.
Soy todo un fan de los beat 'em ups laterales y la acción en tercera persona, así que algo que no puedo soportar son los sistemas de combate de construcción tan pobre y repletos de combos inútiles y mecánicas donde cada pulsación de botón activa una extensa animación que no puedes abortar si cambian las circunstancias de la pelea.
Hay mucho de esto en Rush'n Attack Ex-Patriot. La precisión de las luchas de cuchillo podrían compararse a realizar llamadas internacionales en tu smartphone con guantes puestos. Konami podría decir que es que hay un sistema de combos que irás aprendiendo con el tiempo, pero sinceramente, es tan malo que no tiene sentido aprenderlo.
También puedes coger armas de fuego. Aún así, debido al horrible manejo, podría hacerse más complicado cogerlas que lo que cuesta pasarse los jefes de los tres niveles del juego. En ocasiones aparecen de forma tan patosa que no hay forma de cogerlas. Podría ser algo aceptable en el Mega Man de 1987, pero no lo es en 2011.
De hecho, lo de la barra de salud también es una chapuza. Lo que podría haber convertido a Rush'n Attack Ex-Patriot en un juego más fácil de disfrutar (respecto al original), ha terminado haciéndolo demasiado fácil. Hay botiquines por todos lados, por lo que cualquiera con una habilidad decente no debería tener problema en pasarse la aventura, pues ni siquiera el jefe final pone algo de reto, ya que es simplemente una prueba de paciencia hasta que llega el momento oportuno.
Aléjate de Rush'n Attack Ex-Patriot. Es un juego horrible. No tiene ningún atractivo, ni nostalgia, ni diversión. Es una pena que Konami permitiera que se le hiciera esto a una serie clásica.