Rusia está considerando utilizar hasta 300.000 millones de dólares en activos soberanos congelados para ayudar a reconstruir Ucrania, pero exigirá que una parte de estos fondos se destine a la quinta parte del territorio que actualmente está en manos del ejército de Moscú, según tres fuentes (vía Reuters).
La propuesta, aún en fase inicial de discusión, refleja la voluntad de Moscú de negociar mientras se prolonga la guerra, aunque no está claro si este tema se planteó durante las recientes conversaciones entre Rusia y Estados Unidos en Arabia Saudí.
El Grupo de los Siete declaró en 2023 que los activos rusos permanecerán congelados hasta que Moscú asuma su responsabilidad por la destrucción causada en Ucrania, mientras que Ucrania insiste en que Rusia debe retirarse por completo antes de que pueda alcanzarse ningún acuerdo.
Los gobiernos occidentales siguen debatiendo las implicaciones jurídicas y financieras de utilizar estos activos, mientras Moscú advierte de que tal medida sentaría un peligroso precedente para la seguridad bancaria mundial. Por ahora, está por ver si la oferta de Rusia ganará adeptos en los círculos diplomáticos.