Songs of Conquest

Años como este 2024, en los que los grandes creadores y jugadores tienen un catálogo de lanzamientos más limitado y poco frecuente, tienen algo muy bueno: que abre la puerta a dedicar tu tiempo a juegos indie que en otras circunstancias pasarías por alto o no tendrías tiempo de experimentar. Este es precisamente el caso que he encontrado con Songs of Conquest desarrollado por Lavapotion, ya que el mes de mayo me ha permitido sumergirme más en las profundidades de los juegos indie para experimentar joyas para las que de normal no tendría tiempo ni espacio.

Este juego tiene un poco de todo. Por un lado, Songs of Conquest es un RPG que consiste básicamente en explorar un nivel, completar misiones, luchar contra enemigos, ganar experiencia y mejorar tu personaje. Por otro lado, es una aventura de estrategia por turnos, en la que tus esfuerzos de búsqueda se interrumpen por un sistema basado en turnos y un modo de combate que se basa en guiar unidades y tropas a través de un tablero hexagonal en 3D para acabar con las oponentes turno a turno. Pero junto a todo esto, hay elementos de gobernanza del reino, historias únicas y entrelazadas, sistemas de multijugador y funciones orientadas a la comunidad que garantizarán que este juego siga vivo mucho incluso después de que Lavapotion se mueva a tierras más fértiles.

El modo campaña de Songs of Conquest, gracias a años de desarrollo en Acceso Anticipado, es ahora un proyecto notable. Hay cuatro historias entre las que elegir, cada una de las cuales gira en torno a un héroe principal diferente con una narrativa propia. Hay una historia más tradicional de caballeros y personas honradas que protegen a los débiles; otras historias inspiradoras sobre habitantes de los pantanos que dirigen a una tropa de esclavos liberados a un lugar seguro; otra sobre cómo devolver a una facción a sus poderosos días de antaño; entre otras. Cada una de estas historias únicas se divide en cuatro bloques y, aunque son historias independientes (o canciones, como se las denomina en el juego), tienen ciertos matices en común, como personajes, ubicaciones, tipos de unidades y otras cosas que se repiten.

Todas estas historias se complementan en un sentido muy temático con numerosos y detallados narrativos, diálogos e incluso escenas de corte similar a las de un libro de cuentos. Lavapotion ha hecho un gran trabajo en crear una experiencia de campaña enriquecida y amplia con horas de entretenimiento, pero no todo es sol y arco iris, además de tener algunos obstáculos por el camino.

A veces me cuesta apreciar los elementos de exploración por turnos. Hay ocasiones en las que tiene sentido, pero la mayoría de las veces te mueves un par de casillas y pasas al siguiente turno sin un motivo para cuestionarte por qué lo haces. Digamos que se trata de un movimiento por turnos sin repercusiones en la mayoría de las veces, y fuera del combate, no me parece que esté bien integrado. A esto hay que añadir la progresión limitada por cada nivel dentro de la campaña. Cada actividad, batalla, lugar que exploras, etc. aporta experiencia a tu héroe principal (el portador). Sin embargo, para evitar que te dejes la piel en un único nivel, Lavapotion ha puesto un límite de nivel en cada uno, lo que implica que después de explorar un poco no hay nada más que puedas hacer para mejorar a tu personaje. Esto no sería un problema si no te encontraras con un jefe al final de cada nivel que te destroza con unidades muy superiores independientemente de tu preparación; una derrota que te obliga a empezar cada nivel desde el principio. Hay una clara diferencia en cuanto a la dificultad, que pasa de ser apenas un reto a ser una tremenda barbaridad, sin importar la dificultad que elijas, lo que resulta un poco frustrante en la práctica.

Dicho esto, Lavapotion ha creado un sistema de combate bastante competente y extenso, que interesará incluso a aquellos que no suelen decantarse por los juegos de estrategia. Utilizas distintas unidades para apoyar a los demás y atacas a los enemigos contrarios en un tablero hexagonal lleno de obstáculos y otras dificultades. Al principio hay que manejar las habilidades y la colocación de las unidades, y al no tener demasiadas unidades que gestionar, el combate se desarrolla a buen ritmo y los enfrentamientos suelen resolverse con bastante rapidez. Para los que no se lleven bien con la estrategia por turnos, también hay un sistema de combate automático, aunque desde mi perspectiva resulta menos efectivo que dirigir las batallas uno mismo. Creo que Songs of Conquest podría mejorarse añadiendo tutoriales algo más detallados, pero si tienes conocimientos básicos de juegos de estrategia, no tendrás ningún problema en adaptarte y disfrutar de este juego, ya que, en general, es bastante sencillo.

Además de que Songs of Conquest cuenta con una gran selección de unidades, un botín que cazar y conseguir, personajes de diversas razas, una fantástica banda sonora que encaja a todas luces con la temática y el tono del juego, y unos gráficos pixelados bonitos y minuciosos para completar el juego. Lavapotion también se ha preocupado por dar aún más cabida a la comunidad que ha ayudado a perfeccionar este juego durante el Acceso Anticipado. Hay una función de Editor de mapas que permite a cualquiera crear sus propias canciones y experiencias, y luego un lugar donde encontrar canciones creadas por otros miembros de la comunidad para continuar la aventura de Songs of Conquest incluso después de los créditos de la campaña. Para aquellos a los que les guste enfrentarse a otros jugadores en el campo de batalla, también existe un modo Conquista (escaramuza). Recomiendo a todos aquellos que prefieran disfrutar de este modo que completen primero la campaña, ya que necesitarán tener un dominio exhaustivo del juego y de las distintas unidades para triunfar en él.

Asimismo, me gustaría dedicar un momento a hacer hincapié en el rendimiento de Songs of Conquest. Los años de Acceso Anticipado han tenido un claro efecto en lo refinado que está este juego, porque durante el tiempo que lo he probado para esta reseña, no he tenido ningún problema y no he notado absolutamente nada que pudiera perjudicar o romper la experiencia. Se trata de un juego indie muy bien cuidado, y Lavapotion puede estar muy orgulloso de él.

En definitiva, para aquellos que busquen un juego de estrategia al que dedicar el resto del mes de mayo, Songs of Conquest puede ser el indicado. Está lleno de contenido, tiene un aspecto pulido que muchos otros no han conseguido, es fácil de aprender y jugar, y cuenta con sistemas que hacen que incluso sus elementos más complejos sean accesibles o manejables. No es perfecto y adolece de algunos problemas, pero en su mayor parte lo nuevo de Lavapotion es un excelente juego por turnos.