South Park: The Stick of Truth

Lo admito, soy fan de South Park. Uno de los peores. He visto todos los episodios por lo menos dos veces, estoy suscrito a innumerables alertas de correo y Southparkstudios.com es uno de mis sitios favoritos. Cada dos por tres veo un episodio aleatorio para dormirme y más de una vez me han pillado imitando las voces de los personajes (en inglés, lo que me hace más geek de lo que debería).

Cuando Trey Parker y Matt Stone aparecieron en escena durante el E3, con motivo de la Conferencia de Microsoft, para mostrar las primeras imágenes de su nuevo juego (South Park: The Stick of Truth) se me erizó la piel.

Recuerdo ponerme a saltar en el sofá, riéndome a carcajadas con aquel primer tráiler. Luego vino su homónimo italiano, provocándome sentimientos encontrados, porque el juego era extraordinario, pero yo soy de los que odian el doblaje italiano de la serie (sobre todo el de Cartman).

Hace unos días me invitaron a la presentación de la versión italiana, donde puede ver los primeros minutos de juego. Por una vez, todas mis expectativas fueron no solo satisfechas, sino superadas con creces.

La presentación se abrió, curiosamente, con una pantalla de carga. No es algo común, pues resultan bastante odiadas por cualquier jugón que se precie. Todo tenía una explicación: durante la carga una divertidísima animación apareció en la parte inferior de la pantalla. La sala entera (yo incluido) se echó a reir.

Entonces comenzó el juego en sí. Nuestro alter ego es un bebé recién nacido que llega al encantador pueblo de Colorado. Sus padres quieren "inaugurar la nueva cama", por lo que le piden que se vaya a jugar. Tratamos de volver a casa, pero nuestro padre, semidesnudo, nos insta a dejar de intentarlo, ocupado como está en sus tareas conyugales.

Los primeros niños que nos encontramos, de forma bastante realista, rechazan jugar con nosotros. ¿Qué grupo aceptaría en su seno a un bebé recién llegado? Por suerte para nosotros, nos encontramos con Butters, quien nos invita a entrar en su gremio. En el jardín trasero de la casa de Cartman, los protagonistas de la serie han conformado una Hermandad, siguiendo el clásico arquetipo de los RPGs.

Esta se compone de un guerrero, un mago, un explorador y un hechicero con "el poder de la diabetes" (Parker y Stone no han escatimado en su humor políticamente incorrecto). Pronto, el gremio es atacado por otra muchachada y nuestro héroe, apodado Dumbass, es enviado junto a sus compañeros para recuperar el palo que da nombre al juego.

Esto es todo lo que se mostró respecto al argumento. El juego en sí resulta una amalgama de géneros del todo particular. Durante las fases de exploración se asemeja a los clásicos RPGs bidimensionales (estilo Paper Mario). Todo es plano, caricaturesco, si bien las perspectiva cambia según la situación.

En estos casos, el juego se asemeja a cualquier aventura point & click, permitiéndonos interactuar con ciertos elementos. Por ejemplo, el protagonista toca la prohibidísima "Fuente de las Visiones" (una piscina de plástico), haciendo que Cartman orine en ella.

Después vienen las secciones de combate, en las que el juego se convierte en el típico RPG por turnos. Bueno, típico no es exactamente la palabra. Digamos que un RPG basado en turnos que permite elegir entre diferentes habilidades, una más excitante que la otra. Pudimos probar algunos ataques especiales como el estallido de petardos, las bombas fétidas o el superarma de Cartman: el pedo de fuego.

Los gráficos son impresionantes. Aunque Parker y Stone han tildado de mediocre el apartado visual, lo cierto es que calca a la perfección el de la serie televisiva. El resultado es sencillamente extraordinario.

Respecto a la banda sonora, destacar expresamente el doblaje original. Es simplemente fantástico, gracias a la capacidad interpretativa de Parker y Stone, que prestan su voz a la mayoría de personajes. Lamentablemente, la versión italiana (como la española) vendrá completamente doblada. Esperemos que pueda jugarse en versión original con subtítulos.

South Park: The Stick of Truth fue una sorpresa. Sabía que el juego iba a ser excelente, pero no que alcanzaría tal nivel de perfección y exactitud. Es por eso que no veo el día en que llegue a las tiendas, aunque solo sea por llamar a Eric "culo gordo" y verle reaccionar por mediación de Kinect.