En su día quedamos encantados en Gamereactor con la miniserie animada de Las Crónicas Jedi que, recreando varios momentos en las vidas de Ahsoka Tano y Dooku, aportaba interesante trasfondo para estos personajes tan importantes en la saga galáctica, de paso mostrando una versión 'next-gen' del estilo de animación de The Clone Wars, con una calidad inédita. Casi dos años después el equipo de Dave Filoni y compañía vuelven en este Star Wars Day repitiendo la fórmula, pero esta vez centrándose en dos personajes de menor relevancia que tuvieron sus flirteos con el Imperio.
La premisa está bien y, como el total de los 3+3 episodios dura menos de hora y media, me los he visto como dibujos animados de sábado por la mañana en este 4 de mayo. Ahora bien, quitando que la calidad audiovisual alcanza nuevas cotas, la verdad es que la miniserie me ha dejado bastante vacío.
En primer lugar, no son las Crónicas del Imperio en sí. Vale, hay cierto politiqueo y se exploran algunas de las tácticas que usaban los distintos almirantes, moff e inquisidores durante la dictadura de Palpatine, pero en realidad se trata más de rellenar las vidas de Morgan Elsbeth y Barriss Offee. La primera gran diferencia es esa: hay mucho menos del Imperio que en las primeras Crónicas había de los Jedi. La segunda es que estos personajes, por mucha prominencia que Filoni les diera en las series The Mandalorian y Ahsoka, y en The Clone Wars respectivamente, no tienen ni un ápice de la personalidad y la trascendencia de la propia Ahsoka y Dooku.
Como punto a favor, a diferencia de la serie de Ahsoka Tano, aquí no importa tanto el hecho de que conocer lo que pasó antes en el 'filoniverso' haga la serie mucho mejor y más emocionante e interesante para los fans. Eso que era una lacra en el show de Rosario Dawson (y que una vez resuelto elevaba la serie a una de las mejores que ha hecho Disney), aquí no importa porque se da por sentado: esto es un relleno para el que lo busque.
Y qué bonito relleno. Crónicas del Imperio es quizá lo más bello y fino que se ha hecho en animación de Star Wars, desde algunos planos memorables, hasta el uso del color, pasando por el increíble detalle de naves y planetas o el movimiento de los personajes, y sin quitar una banda sonora bien medida que deja la serie de Obi-Wan Kenobi en el ridículo. Mantiene el estilo que hizo popular The Clone Wars como seña de identidad, pero lo pone a un nuevo nivel, y la verdad es que los modelos 3D creados para Diana Lee Inosanto en sus distintas edades son fantásticos y acertados, tanto o más que los escogidos en 2022 para Liam Neeson y Christopher Lee.
"No des por sentado que si alguien no quiere luchar es porque no es capaz"
Hablando de planetas y como cabía esperar de Filoni, está bien explorar lugares conocidos por los fans en momentos distintos de su existencia. Del lado de la bruja no destripamos nada diciendo que volveremos a Dathomir en 'ese' momento de la Temporada 4 de The Clone Wars, o que podremos conocer cómo se transforman Corvus y la ciudad de Calodan antes de The Mandalorian. Del lado de la jedi traicionera, pensad que acaba pasando por Nur de Mustafar, un lugar que conocen bien Cal Kestis y el propio Obi-Wan.
Pero a estas historias les falta chicha. Y clímax. Y sorprendentemente, oscuridad. Los dos grandes cameos de malos malísimos en sendas ramas se quedan en eso, cameos (aunque el de Elsbeth al menos deja el mejor diálogo sobre el Imperio). Y, de nuevo, como le dicen a la propia Barriss, "te estás conteniendo y eso te hace predecible". Ninguna de las dos historias aporta nada realmente curioso a esta ficción, ningún conflicto o motivación especialmente novedoso más allá de varios apuntes y quizá la breve mención al controvertido 'secuestro' de niños sensibles por parte de los Jedi.
Y, vaya, ambas protagonistas vienen de Ahsoka y derivan en Ahsoka. Que sí, que es para mí el mejor personaje de todo Star Wars y estoy deseando ver la segunda temporada de Dawson, pero si Filoni no deja de mirarse el ombligo, todos acabaremos cansados de lo que empezó tan bien. En resumen: vedlo como un bonito relleno si sabéis de dónde vienen Morgan y Barriss y no os sobrará, pero tampoco os aportará mucho que no sea audiovisual.