Stephen King es conocido por su prolífica carrera como escritor, pero su intento de dirigir una película, Maximum Overdrive (1986), se ha convertido en un clásico de culto por todas las razones equivocadas. La película, basada en el relato corto de King, Trucks, cuenta la historia de unas máquinas que cobran vida y causan estragos entre los humanos. Sin embargo, su caótica producción no fue nada fácil, sobre todo porque King tuvo que enfrentarse a una barrera lingüística con su equipo italiano. Un momento memorable de confusión se produjo cuando King intentó comprender un concepto cinematográfico esencial, la regla de los 180 grados, y pidió consejo nada menos que a David Lynch, que estaba rodando Terciopelo azul en las cercanías.
En una entrevista reciente con The Kingcast, King compartió la historia de cómo Lynch, siempre enigmático, intentó explicarle la crucial técnica de cámara. La regla de los 180 grados, un elemento básico del cine, garantiza que el público pueda seguir en todo momento las relaciones espaciales entre los personajes. Sin embargo, King no estaba familiarizado con la regla, y cuando Lynch intentó explicársela, la cosa no salió como estaba previsto. La conversación dejó a King más perplejo que antes, y Lynch, con su habitual estilo críptico, simplemente le dijo que rodara a su manera. ¿El resultado? Una película maravillosamente desordenada en el mejor sentido, como sólo puede serlo una película dirigida por Stephen King.
Para los que no estén familiarizados con Maximum Overdrive, la película gira en torno a un extraño suceso en el que un cometa que pasa por la Tierra hace que las máquinas, incluidos camiones, máquinas expendedoras e incluso cajeros automáticos, adquieran conciencia y se vuelvan contra los humanos. La absurda premisa de la película va acompañada de interpretaciones exageradas y acción trepidante, y gran parte de la historia transcurre en una parada de camiones, donde los supervivientes intentan burlar a las malévolas máquinas. A pesar de haber sido criticada en el momento de su estreno, Maximum Overdrive se ha ganado un gran número de seguidores, que disfrutan de su campechano encanto y de la inolvidable banda sonora de AC/DC. Es una película que no se toma en serio a sí misma, pero eso forma parte de su atractivo.
Aunque Maximum Overdrive sigue siendo una entrada extraña en la carrera cinematográfica de King, ha encontrado un lugar en los corazones de los aficionados que abrazan su salvajismo. Puede que la película haya flaqueado en términos técnicos, pero su energía, alimentada por la visión exagerada de King y los desconcertantes consejos de Lynch, sigue cautivando al público. Es fascinante pensar en las dos leyendas, cada una con su enfoque artístico único, intentando tender un puente entre el terror y la teoría cinematográfica. ¿Qué te ha parecido Maximum Overdrive?