Durante más de cuatro décadas, Stephen King y Steven Spielberg han intentado llevar El Talismán a la pantalla, pero el camino ha sido tan traicionero como la propia aventura de la novela. En una entrevista reciente con The Kingcast, King reflexionó sobre los numerosos obstáculos que condenaron el proyecto, desde las diferencias creativas y la política de la industria hasta sus propias luchas personales en la década de 1980.
Spielberg se hizo con los derechos de adaptación antes incluso de que se publicara el libro en 1984, aparentemente deseoso de trasladar su mundo fantástico a una superproducción. Sin embargo, pronto surgieron tensiones, sobre todo debido a la implicación de Sid Sheinberg, mentor y colaborador de Spielberg durante mucho tiempo en Amblin. King sentía que Sheinberg interfería demasiado, tratándole como si no pudiera manejar su propia historia. La combinación de visiones contrapuestas y las propias luchas de King con el abuso de sustancias en aquella época dejaron El Talismán estancado en el limbo durante décadas.
Para los que no estén familiarizados, El Talismán, escrita conjuntamente por King y Peter Straub, es una novela épica de fantasía oscura sobre un niño de 12 años llamado Jack Sawyer que se embarca en un peligroso viaje a través de América (y de un universo paralelo llamado los Territorios) para encontrar un objeto místico que podría salvar a su madre moribunda. Por el camino, Jack se encuentra con criaturas monstruosas, villanos mortales y extraños aliados mientras aprende a navegar entre el mundo real y su contrapartida mágica.
El libro fue un éxito, pues mezclaba los elementos de terror característicos de King con una aventura que recordaba a El Señor de los Anillos o La Torre Oscura. Dado el amor de Spielberg por las historias de maduración y los mundos fantásticos, la colaboración parecía perfecta. Pero Hollywood tenía otros planes.
Ahora, tras 40 años de intentos fallidos, El Talismán por fin se va a hacer realidad, con la ayuda de Netflix y los hermanos Duffer, creadores de Stranger Things. El dúo lleva mucho tiempo citando a King como una gran influencia, y su implicación (junto con el apoyo continuado de Amblin) podría romper por fin la maldición de décadas que rodea a esta adaptación. Sin embargo, con las expectativas por las nubes, un mundo profundamente imaginativo que traducir y cuatro décadas de expectación, queda una pregunta por responder:
¿Será ésta la versión que por fin haga justicia a la visión original de King y Spielberg?