Subnautica: Below Zero - impresiones Early Access

En el primer Subnautica, nos mandaron a buscar recursos para sobrevivir en el fondo del mar tras una catástrofe tremenda, pero en la nueva aventura de Below Zero, la cosa se enfría más aun. La pregunta es: ¿superará esta transición el encanto y la calidad de la experiencia? En pocas palabras, por ahora decimos que sí, pues parece que han aprovechado mucho del juego anterior, pero han añadido ideas para que se note que es una aventura nueva. Tras nuestro primer contacto con el nevado Subnautica: Below Zero, estamos seguros de que Unknown Worlds Entertainment nos traerá otro episodio de supervivencia cautivador.

Ya disponible en Acceso Anticipado en Steam y Epic Game Store, tiene mucho camino por recorrer, pero tienen su plan es lanzar el juego en el próximo año. Aunque se quieren basar , hasta cierto punto, en el feedback de la comunidad para el desarrollo del juego, así que los plazos son flexibles. En este momento, los jugadores pueden explorar la zona de inicio y otras áreas relacionadas, así que aún queda mucho por incorporar en cuanto a contenido. Por supuesto, podemos esperarnos muchos bichos diferentes perdidos por el océano.

Obviamente, el concepto es algo diferente al de su antecesor, y es que las cosas no empiezan tan fuertes en Below Zero. Subnautica arrancaba con un accidente espantoso, pero su sucesor comienza con el jugador despertándose de un merecido letargo y encargándose de una base submarina en la región ártica del planeta 4546B. No es un inicio tan sobrecogedor, pero nos agradó el cambio de ritmo. Pese a que encontramos alguna similitud, esta entrega no intenta imitar al anterior.

El juego empezará lento, pero los problemas llegan pronto con una tormenta eléctrica que hace que caigan rocas gigantescas, o con una avalancha enorme que destroza tu base de operaciones. Asimismo, no soportarás la radiación de la tormenta, por lo que tendrás que sumergirte otra vez para buscar soluciones a todos tus problemas.

Robin, nuestra protagonista, se pasa todo el rato hablando con su hermana gemela, quien controla una estación flotante enorme y te da consejos sobre tu exploración y los recursos necesarios para sobrevivir, pero tú decides si seguirlos o no. Otra vez, tendrás que investigar el entorno para dar con materiales con los que elaborar objetos útiles, como navajas y otros artilugios. Esta idea es algo que ya viene del juego anterior, pero funcionó tan bien que han repetido, y hará que los jugadores se motiven rebuscando.

Igual que en la primera entrega, Subnautica: Below Zero crea una atmósfera increíble, un mundo que disfrutamos navegando. Cada vez que te encuentras con una nueva criatura marina, es imposible saber quién debería asustarse de quién, y esta tensión funciona magníficamente con el ambiente que ha creado Unknown Worlds. Es un universo accesible y colorido pero no demasiado agotador, aunque también es algo atrevido por la espléndida fauna y flora local, así como la constante amenaza de ahogarse. Es cautivador, incluso sin todos los elementos de supervivencia que lo definen.

Puedes elegir entre distintas opciones de dificultad antes de empezar tu aventura, lo cual determinará la intensidad de la experiencia: por ejemplo, puedes darle caña y añadir niveles de hambre y sed. Por otro lado, puedes quitarte estrés de encima y centrarte en la supervivencia general sin tener que preocuparte por la comida. Si no te llama lo de luchar por sobrevivir, concéntrate en la exploración. Todo depende de tus gustos y estas opciones hacen que el juego sea accesible para todo tipo de jugadores.

Las actualizaciones nos traen novedades constantes (la última incluye una moto voladora), así que no esperes encontrarte el juego rematado. De hecho, aún les queda bastante para terminarlo y no hay mucho contenido narrativo por ahora. Ahora bien, hemos visto lo que el estudio ha hecho en el pasado y, con todo, se han currado el Acceso Anticipado. Subnautica: Below Zero se está preparando para ser una intrigante continuación a la aventura de la primera entrega, y estamos deseando echarle otro vistazo cuando esté terminado.