Suecia se enfrenta a una oleada de violencia de bandas sin precedentes, y el país está dispuesto a tomar medidas drásticas. El primer ministro Ulf Kristersson anunció que se acelerará la aprobación de una ley que permita a la policía intervenir las comunicaciones telefónicas de niños de tan sólo 12 años, en respuesta al creciente uso de menores en actividades delictivas. Con una treintena de atentados en enero, varios de ellos en la capital, las autoridades están alarmadas por la forma en que las bandas explotan a los adolescentes, reclutándolos a través de plataformas como Telegram.
La nueva ley, que se espera que entre en vigor en otoño de 2025, pretende ayudar a acabar con las redes delictivas que encargan delitos violentos desde el extranjero. La policía ha observado una alarmante tendencia a contratar a menores para cometer todo tipo de actos, desde vandalismo hasta asesinatos, a menudo sin tener en cuenta la violencia que entrañan. Suecia también está intensificando sus esfuerzos para colaborar con otros países y exigir responsabilidades a los líderes de las bandas. ¿Conseguirá esta medida frenar la violencia de las bandas?
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