Surviving Mars

David Bowie se preguntó una vez, "Live on Mars?". Quienes quieran responder con un sí a esa pregunta tienen una opción de hacerlo realidad en el mundo virtual con Surviving Mars, al que nosotros hemos dedicado una buena cantidad de horas en los últimos días. Paradox Interactive, que en esto de los juegos de estrategia tiene una posición privilegiada, ha apadrinado y lanzado este título creado por Haemimont Games, el estudio del que salió Trópico 5. Con esto en mente, vamos en busca del pedigrí.

Como tantos otros de los títulos lanzados por Paradox, no hay un modo campaña y pocas son las misiones estructuradas que completar. Hay un escenario en el que desarrollarse y también ciertos eventos que ir completando, pero hasta aquí llega el juego guiado. Hay que afrontarlo al revés, como un mundo libre en el que no hay final real. Antes de empezar marcas las condiciones para que sea tan fácil o tan difícil como te apetezca. Para ello, escoges la institución que va a encargarse del programa. Por ejemplo, si quieres que todo vaya bien apúntate al Programa espacial internacional, pero si quieres sufrir un poco más hazlo con el Programa espacial ruso. Lo siguiente es escoger un tipo de personalidad, que va a definir la tecnología y el equipamiento a tu disposición.

Sí hay ciertos elementos narrativos, pero vas decidiendo si participas o no. Van contando esos eventos que están preparados para ir sucediendo, incluso con la presencia alienígena o una crisis con la IA, pero no alteran tanto la partida que tienes entre manos. Además, puedes hacer que aparezcan de forma aleatoria, una prueba más de que no es por contar una historia, sino historias que van sucediendo. Sin embargo, son sucesos que se agradecen para variar un poco la rutina de acumular, construir y sobrevivir.

Surviving Mars es como la secuela de Marte, la película protagonizada por Matt Damon. Preparas tu equipamiento en la Tierra y después te marchas al planeta rojo para iniciar su colonización humana. Primero con drones y vehículos de exploración con los que ir descubriendo el terreno y los recursos, después con colonos que se van instalando en asentamientos. Con los recursos obtenidos van evolucionando a ciudades protegidas por unas cúpulas en las que cada habitante vive su vida corriente, con ciertos rasgos particulares, desde que alguien sea hippie a alcohólico. Hay que mantener las zonas conservadas y a la población entretenida o empezarán los problemas y los asesinatos.

El juego no explica demasiado cómo hay que jugar, tan solo aporta unos cuantos consejos mínimos. Pero la interfaz de usuario y los controles están bien diseñados para simplificar las tareas. Así que el principio se hace un poco duro, aunque cuanto te haces ya con todo incluso puedes comerciar con empresas de la Tierra. Aquí es donde te enganchan, porque te tiene siempre un poco en la cuerda floja en busca de los recursos más complejos, y al mismo tiempo te da opción a traerlos de casa. Hay unas primeras partidas con bastante ensayo error hasta que por fin aprendes cómo organizarte.

La variedad también la ofrece un árbol tecnológico amplio que ofrece edificios y técnicas que hacen que la vida en Marte sea más fácil. Es un sistema que se deja notar y que marca diferencias para que llegar un punto más allá sea meritorio. Nosotros hemos disfrutado especialmente de la rama tecnológica, y además cada avance viene con una frase de alguien famoso, desde el propio personaje de Damon a Elon Musk, pasando por Donald Trump.

Haemimont Games ha creado un título con un buen nivel de detalle, especialmente en lo que se refiere a calidad de las texturas y recreación del terreno, los edificios y los vehículos. No lo esconde y hasta hay un zoom para observar de cerca cómo se mueven los habitantes, aunque sea para verles comer o dormir. El problema es que eso de planeta rojo se les ha ido un poco de las manos. El mundo general resultado muy plano, monótono y aburrido, y se echan en falta los cambios de paisaje que ofrece la Tierra. También rasca de vez en cuando la fluidez de la imagen y tiene ciertos bugs, sobre todo de sonido, pero nada grave. Por cierto, hablando del audio, hay un asistente que ofrece sus servicios y alertas, pero por suerte se puede desactivar. El entretenimiento lo ponen cuatro canales de radio con temáticas bastante variadas y muy creíbles, incluso con anuncios.

Surviving Mars pasa bien el filtro que debe poner Paradox a cada uno de los juegos que publica. Es un título de ritmo lento (modificable) con un buen equilibrio entre recursos y necesidades, y contenido suficiente para jugar durante horas (unas 100 para este análisis). Y eso que aún faltan por llegar los prometidos DLC. Hemos echado en falta, eso sí, un multijugador competitivo, como una carrera espacial, porque hay veces que te sientes un poco solo.

Construir y conservar ciudades y civilizaciones es algo habitual en los videojuegos, pero hacerlo en Marte enfrentando otro tipo de adversidades tiene su gracia. Es otra forma de entender la ciencia ficción y las aventuras espaciales, no más relajada pero sí más pausada. Y es un buen cambio de tercio respecto a un Cities: Skylines que va a ser muy difícil de superar.