The Elder Scrolls Online: Morrowind - impresiones

Si recordáis los inicios de The Elder Scrolls Online se os vendrá a la menta un lanzamiento a lo grande con una recepción tibia causada por una jugabilidad bastante común y por la cuota de suscripción obligatoria. En lugar de caer en el derrotismo de los jugadores, Zenimax Online Studios se puso a trabajar a buen ritmo para dotar al título de una serie de mejoras mediante actualizaciones gratuitas capaces de capturar la esencia de esta serie que venía arrasando con las últimas entregas numéricas. El cambio de la política de pagos fue definitivo, y desde entonces comenzaron a llegar jugadores por decenas de miles a sus servidores.

Desde que el juego funciona solo, también han ido llegando expansiones de pago junto a las actualizaciones gratuitas como el reciente sistema de casas. El nuevo DLC fue una sorpresa por su tamaño y por lo que representa. TESO va a crecer con la incorporación de Vvardenfell, la tierra de The Elder Scrolls III: Morrowind. También incluye una nueva clase The Warden o El Guardián, más un modo JcJ a tres bandas llamado Campos de batalla. Es bastante más profundo que los DLC a los que estamos acostumbrados y promete un mínimo de 30 horas adicionales de historia más lo que cada cual pueda explotar en el juego libre. Todo esto lo hemos podido jugar recientemente acompañados por el director del título, Matt Firor.

El lanzamiento de Morrowind en este formato online es claramente una llamada de atención a los jugadores, tanto a los nuevos, que se encuentran con una expansión de gran nivel, como a los viejos y su nostalgia. La mejor prueba es que Zenimax Online ha preparado un sistema de entrada desde cero que no te deja en desventaja con quienes llevan tiempo jugando, y también lo ha relanzado junto al original en físico.

Como era de esperar, el mundo de Morrowind tiene mejor aspecto que nunca, aunque se nota que se ha tratado de recrear con toda la fidelidad posible para que los veteranos no tengan queja. Lo que se cuenta en este juego ocurrió 700 años antes que la trama de The Elder Scrolls III, aunque nos cuentan sus creadores que hay varias conexiones con el futuro; más guiños. De esta forma también se han cubierto a la hora de crear un juego accesible para quienes no conozcan el anterior como sí hubiera ocurrido con algo enlazado por detrás.

La inclusión de una nueva clase le sienta muy bien porque es la primera que se incorpora desde su lanzamiento. El Guardián, de tipo naturaleza, puede realizar ataques mágicos de agua y de hielo, y viaja siempre acompañado de un feroz oso que no rehúsa ninguna batalla. Sus creadores lo describen como una clase de apoyo muy amoldable a los entornos y con capacidades de sanador. Este personaje no está limitado a los terrenos de Vvardenfell, al contrario, está integrado en todo el mapa de juego para moverse con él por libre.

También hay una misión nueva para grupos de hasta 12 jugadores, Halls of Fabrication, en la que habrá que enfrentarse a criaturas tremendas a cambio de recompensas, como es habitual. Sin embargo, el equipo no quiso contarnos mucho más de lo que espera, sobre todo por todo el tiempo que ha pasado desde el DLC El gremio de los ladrones.

El nuevo modo competitivo es sorprendentemente rápido. Campos de batalla es muy distinto a las Guerras de Alianzas, porque reniega de lo masivo para ofrecer algo más íntimo y cercano. Es una experiencia mucho más abierta a todos los públicos, aunque mantiene cierto parecido a una partida a Quake. Sabemos que en el lanzamiento habrá tres modos: muerte por equipos, captura la bandera y dominación, pero garantizan que irán llegando más en el futuro junto a otros mapas. En esta demostración solo visitamos tres, pero nos gustó mucho la enorme variedad que hay entre ellos, tanto en estructura como en decoración. Mientra que en uno toda la esencia está en una especie de agujeros dimensionales a través de los que te puedes teletransportar, en otros la esencia estaba en la verticalidad.

Cuando hablas con los miembros del equipos notas su satisfacción por el trabajo realizado. Matt Firor confirmó en nombre todos lo bien que está marchando y dijo que quieren "hacer cosas como Morrowind cada año". De hecho, reveló que tienen ya una hoja de ruta repletas de ideas "para muchos años" y que ya están trabajando en esa dirección.

Ahora que Morrowind nos hace volver a mirar a The Elder Scrolls Online de forma analítica, no cabe duda de que el juego ha superado casi todas las dificultades a las que se enfrentaba y ha salido fortalecido. La nueva expansión es, por otra parte, un soplo de aire fresco y renovación para que se noten menos esos dos años que han pasado en PC y uno en consolas, pues PS4 y Xbox One también van a recibir todo el contenido el mismo día. Veremos si el modo PvP engancha, porque es ágil y divertido, aunque quizá no lo busca este tipo de jugador. De lo que no cabe duda es que queda TESO para rato y Morrowind no será el único juego que vuelve a la vida en su interior.