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The Elder Scrolls Online

The Elder Scrolls Online - pre-análisis

Nuestras primeras conclusiones tras pasar la primera semana (muchas horas, pero no suficientes para un veredicto) en el mundo online de Tamriel.

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Teníamos el deseo de ofreceros un análisis de The Elder Scrolls Online hoy, día de lanzamiento mundial de la versión PC. Compartir nuestras valoraciones y explicar por qué os recomendaríamos invertir vuestro tiempo y dinero en el enorme y ambicioso MMORPG de Zenimax.

Pero no podemos, todavía no. Como cabía esperar, e incluso tras una semana de exploración, ni siquiera nos acercamos al punto en el que podamos emitir un veredicto definitivo y que le haga justicia a la escala de la experiencia. Por lo tanto, hemos decidido que lo más sensato es seguir con nuestra aventura hasta tenerlo bien claro y haber vivido muchas cosas más.

Sin embargo, lo que sí podemos hacer hoy es compartir una impresión final sobre la versión ídem del juego, tras tantos artículos de betas y versiones de pruebas. Además, estas sensaciones las acompañamos de multitud de pantallazos, instantáneas de nuestros primeros viajes en línea por Tamriel. A continuación, nos detenemos en varios puntos de interés del MMORPG: siete conclusiones sobre TESO.

Esto no es Skyrim con amigos

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Por mucho empeño que le haya puesto Zenimax, esto no podía ser, y no es, The Elder Scrolls V: Skyrim con amigos. Al tratarse de un RPG compartido, la cámara en primera persona no es una opción viable, los escenarios tienen mucha menos vida, no podemos recoger cosas y toquetearlo todo en el mundo virtual, el motor de físicas tiene reglas completamente distintas y las misiones siguen una estructura notoriamente distinta. Si lo que buscas es jugar a Skyrim con un colega, esto es sin duda lo más cerca que vas a estar, pero también está claro que no llega a ser eso exactamente.

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Los gráficos son impresionantes y realistas

Es una gozada contemplar The Elder Scrolls Online; descubriendo cómo brillan los rayos de luz a través de las hojas o cómo caen las sombras sobre las rocas con el sol del atardecer. Para un MMO, es un logro visual realmente asombroso, pero, naturalmente, compararlo con grandes producciones recientes para un jugador no tiene ningún sentido. Si tienes en cuenta que hay situaciones en las que 200 jugadores se apretujan en la misma zona, y que tanto tu ordenador como los servidores de Zenimax tienen que procesar todo eso, es mucho más fácil reconocer lo que han conseguido con este trabajo a nivel técnico.

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Además, el diseño visual es relativamente realista. En la mayoría de los casos, se trata de algo completamente alejado de la paleta extremadamente colorista a la que nos tiene acostumbrados el género, resaltando los tonos que se pueden encontrar en la vida real. También como suele pasar, las razas humanas son menos convincentes que los khajit, argonianos, orcos y elfos.

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Está tranquilo. Demasiado tranquilo

A la vida urbana le falta el jaleo de un Elder Scrolls para un jugador, como resultado directo de la necesidad de saber dónde está cada PNJ. Pero si tú, como nosotros, relaciona Elder Scrolls con extrañas desapariciones, mercaderes que echan la llave y se van a dormir por la noche o las severas consecuencias si "accidentalmente" te cargas a un personaje relevante, te llevarás un chasco.

Imaginamos que los jugadores reales deben ir rellenando esos huecos, pero no funciona en pro de la inmersión cuando 14 personajes aparecen apretados contra un yunque (por cierto, sin mover un dedo) en lugar de quedar desperdigados, viviendo sus vidas.

...lo que nos lleva a la historia

Espíritus del pasado, archi-magos capturados en dimensiones alienígenas y dioses salidos del mismísimo infierno... y la lista sigue. TESO está repleto de historias, pero le falta la sensación de profunda tradición e historia de la que tenemos tiempo de empaparnos durante los títulos para un jugador y de menor ritmo de Elder Scrolls.

Parece que a Zenimax le ha entrado una prisa terrible para escribir estas historias, por lo que nos lleva de rebote entre las diferentes tramas y leyendas. Cuando todo va sobre la vida y la muerte, y los traidores, y los ancianos que vivieron hace 4.000 años, y portales a otras dimensiones, resulta, al menos para nosotros, imposible seguirle el hilo. En cuanto empiezas a conocer un personaje, el juego te planta otra cosa completamente nueva.

La música es realmente buena

La banda sonora es de primera. Nos atreveríamos a decir que es la mejor música de la serie Elder Scrolls. Melodías de sobra conocidas evocan memorias de aventuras en el pasado distante, mientras que los nuevos sonidos van preparando una atmósfera apropiadamente épica. Tanto, que deberías comprar la BSO de TESO si tienes la oportunidad, planees comprar el juego o no.

¡Arre, arre, caaaballito!

El otro día, un elfo oscuro nos adelantó mientras íbamos a caballo. Él iba a pie. Las monturas no son demasiado veloces, pero si te conectas todos los días y vas alimentando al animal, puedes aumentar su velocidad, resistencia o fortaleza, dependiendo de los alimentos. También puedes comprar diversos tipos de caballos, y si amasas una buena cantidad de dinero, tendrás acceso a una bestia cuya velocidad estadística es muy alta de serie.

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Un bucle de objetivos

Lo cierto es que la estructura de las misiones funciona mejor que en la mayoría de MMO, pero sigue lejos de la perfección. A diferencia de, por ejemplo, World of Warcraft, rara vez tenemos que matar a diez X para conseguir otros tantos Y. Aun así, lo que sí tenemos que hacer es corretear constantemente de un lugar a otro y pulsar la tecla E, que es la de "usar" en The Elder Scrolls Online. Ve al portal y pulsa E, atraviesa un pasillo y pulsa E para abrir la puerta, cárgate a unos pocos enemigos y encuentra un cristal... pulsa E en el cristal. Vuelve hasta el tipo que necesitaba ayuda y pulsa tu tecla favorita. Escucha sus palabras de gratitud eterna, sigue tu aventura y pulsa Esa tecla delante de tu siguiente cliente.

Sea cual sea el método, parece que los MMO nunca son capaces de proponer misiones que te enganchen de verdad, originales y emocionantes de principio a fin. Eso mismo ocurre aquí, de modo que pronto descubrimos que nos lo pasamos mucho mejor simplemente dejando de seguir las cadenas de misiones y perdiéndonos en una dirección aleatoria. Es una estrategia que te permite relacionarte con el material con una inmersión mucho más convincente; de repente se hace real, y justo ahí, The Elder Scrolls Online alcanza su máxima y mejor expresión.

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Nuestro veredicto final aparecerá en el análisis de The Elder Scrolls Online en portada próximamente.

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