A primera vista, los juegos de rompecabezas son solo eso, experiencias interactivas con enigmas para que el jugador se rompa la cabeza, pero en realidad muchos de los juegos de puzles entretejen la narrativa en su trama, lo que significa que no se trata solo de resolver un uno tras otro, sino también de experimentar un viaje al mismo tiempo. La narrativa es el hilo conductor y los retos abren las puertas por las que vas progresando, si eso es lo que quieres.
Este es exactamente el caso con el último juego de The Voxel Agents, The Gardens Between, ya que avanzas a través de niveles que combinan aventuras en islas lejanas con la familiaridad de un hogar, recompensándote con más pedacitos de historia cada vez que completas un puzle con éxito. La trama en cuestión no siempre está clara, dado que no se nos ofrecen diálogos y solo aparecen viñetas de los dos personajes, pero esa es la belleza del asunto: las cosas no se nos explican en detalle, sino que se nos anima a que nos dejemos llevar por la alegría infantil de la fantasía y la aventura.
Cada "nivel" de The Gardens Between tiene lugar en una isla con un camino que los dos personajes siguen hasta la cima. El control es más fácil de usar que de explicar, pero en esencia se utiliza cualquiera de los joysticks para hacer que caminen hacia atrás y hacia delante -a su vez, retroceden o avanzan en el tiempo, respectivamente- y se utiliza un solo botón para interactuar con las cosas. El objetivo es siempre llevar la lámpara que sostienes, llenarla de luz y luego activar un santuario en la parte superior de la isla, que te permite avanzar.
¿Qué opinamos hasta ahora? Que todo bien, pero aquí es donde entran las complicaciones. No solo progresas hasta que ganas, sino que usas este movimiento en el tiempo para resolver puzles. Por ejemplo, hay una parte en la que se requiere que introduzcas un código en un teléfono, pero la única forma de hacerlo es rebobinando y avanzando en el tiempo a medida que tus personajes atraviesan el suelo a través de unas teclas. Hay otro ejemplo en el que es necesario detener el tiempo cuando una gota de agua se congela entre dos cables, lo que a su vez completa un circuito.
¡Pero esperad, hay más! Mientras uno de los personajes sostiene la lámpara antes mencionada, el otro puede utilizar mecanismos en el mundo para desplazarla, como mover robots que pueden llevarla a diferentes puntos o deshacer una cadena de eventos en particular, como el derrumbe de una torre Jenga gigante. Solo puedes progresar en The Gardens Between si haces las dos cosas a la vez, y algo tan simple en su esencia requiere finalmente pensar de manera más profunda.
La belleza viene de lo creativo que se vuelve The Voxel Agents con todos los puzles, como demuestran los ejemplos que hemos destacado. No se trata solo de ver una puerta y encontrar una llave, sino de pensar en cómo estas partes móviles del mundo pueden utilizarse de forma imaginativa para resolver el enigma que se nos presenta, lo que nunca resulta demasiado frustrante, ya que requiere que simplemente observemos y analicemos la línea del tiempo predeterminada en la que se está jugando, hacia delante y hacia atrás.
También hay muchos otros engranajes en esta máquina que pueden funcionar como ayuda u obstáculo, como flores especiales que dan luz a tu lámpara y otras que se la quitan, lo que nos ofrece nuevas opciones. Nada de esto hace que te atasques mucho, pero sí te hace adivinar y probar enfoques nuevos y emocionantes en cada nivel.
Cada uno de estos niveles también se construye alrededor de elementos extraídos del mundo real, como piscinas para niños y televisores, y todo pretende ser una representación de un capítulo de la vida de estas dos amigos. Además, cuando completas ciertos niveles y usas partes de los mismos puedes ver una pequeña viñeta que cuenta lo que estaban haciendo los personajes, mostrando sus aventuras como mejores amigos. ¡Qué tierno!
De hecho, todo el diseño del juego es maravilloso, ya que no solo tenemos elementos del mundo real integrados en estas islas fantásticas, sino que todo lo que vemos está repleto de colores llamativos y de personalidad, incluso las tiernas animaciones que vemos a medida que los dos personajes exploran el mundo. En sus movimientos, a pesar de la ausencia total de diálogo, se puede ver incluso su personalidad, puesto que la niña se impacienta y a menudo se apresura a adelantarse al niño, que es un poco más reservado. Hasta la banda sonora es increíble y realmente realza los momentos emotivos y conmovedores de los que pudimos disfrutar.
Hablando de emociones, este es un juego que de verdad te hace sentir algo. La historia es muy humana, ya que somos testigos de cómo dos amigos se embarcan en aventuras con las que muchos de nosotros nos relacionaremos, probablemente en lugares en los que no deberían estar, pero oye, esa es la alegría de la juventud. Todo esto nos lleva a un final realmente emotivo del que no haremos spoiler, pero elogiamos a The Voxel Agents por ser capaces de ofrecernos algo tan enternecedor con tan poco.
La única duda que tenemos con The Gardens Between es que algunos de los niveles posteriores, debido a la situación que intentan transmitir, son más bien grises y sin vida, algo que no está respaldado por el hecho de que a estos les sigan otros muy brillantes, llenos de color y luz. No empeora la experiencia, pero creemos que habría sido mejor empezar con estos tonos un poco más oscuros.
Por si no estaba claro, recomendamos The Gardens Between no solo a los fans de los puzles, sino a todos los jugadores que busquen algo un poco diferente. No nos duró mucho tiempo, pero en lo poco que le dedicamos descubrimos mucha emoción y personalidad, todo envuelto en un diseño simple pero efectivo. Los retos en sí mismos son ingeniosos y el diseño es encantador, lo que hace de este uno de los juegos de rompecabezas más destacados del año, quizás incluso de los últimos años.