Análisis de The Gunstringer

Desde el principio, Twisted Pixel demuestra que su hábil toque cómico se ha mantenido en el título que les ha promocionado a la liga de los juegos en caja, mientras que aplica su propio estilo de desarrollo a Kinect.

Este simpático absurdo que ha sido inyectado en dosis cada vez mayores en sus últimos proyectos continúa aquí. El juego comienza con una escena con actores reales mientras el público llena un teatro. Durante la duración del juego su presencia se sentirá, aplaudiendo de fondo de repente o enfocados por la cámara cuando abuchean al aparecer un jefe.

Incluso hay veces que un brazo se extenderá hasta el escenario para mover edificios, aplastar enemigos; Twisted Pixel reutilizando accesorios al azar o protegiendo a su héroe creando la ilusión de un espectáculo teatral y flexionando el músculo que destruye "la cuarta pared" que tanto adora, la interacción con su espectáculo de marionetas se cuela entre el personaje y el creador con la sutileza de un martillo de demolición. Sin embargo, funciona.

El juego gira en torno al escenario del teatro; Twisted Pixel puede ser el creador, pero sin duda el titiritero eres tú. Mover al personaje con un movimiento o impulso de la mano izquierda te permite esquivar las balas, salir al descubierto o saltar barrancos. Levanta la mano derecha y muévela para extender una mirilla que abarca hasta a seis enemigos a la vez, tira de ella rápidamente para disparar.

Esto es más o menos todo lo que puedes conseguir en cuestión de interacción, pero el estudio lo ha atenuado con diversas perspectivas que cambian y elementos de juego para que las cosas sigan siendo interesantes, mientras sobre la marcha deja pícaras referencias a los videojuegos en general.

La pantalla cambiará rápidamente a una perspectiva 2D a medida que asciendas a una serie de plataformas, saltando por encima de barriles en llamas. O la cámara enfocará la parte de delantera mientras superas rocas o troncos, o hará un zoom in mientras permaneces quieto para enfrentarte a oleadas de enemigos, cambiando el control del movimiento por una pistola secundaria y fijar el blanco por un disparo rápido automático. De vez en cuando pillarás un power-up de escopeta para acribillar grupos de enemigos de una tacada.

El Kinect maneja las transiciones rápidas bastante bien, aunque el cansancio natural de alargar las manos incluso hasta la altura de la cintura durante periodos largos implica que empezarás a fallar los saltos o la precisión y velocidad de tus disparos se irá al garete. La dificultad por defecto ofrece un reto aceptable si tratas de disparar cada blanco más rápido que Billy el Niño, más incluso si te propones ascender en la clasificación online, o ir acumulando algunos de los Logros.

Hay un montón de contenidos bloqueados esperando a tu dinero acumulado en el juego, desde modos más expertos hasta skins para el Gunstringer, registros de charlas, fotos y secuencias del estudio trabajando en el juego, aunque no pueden competir contra trabajos anteriores en número de carcajadas. Además, el narrador (un vaquero que comenta todos los movimientos de Gunstringer y funciona como consejero y narrador a partes iguales), decepciona, no tanto por su expresión, sino por su repetición. Sin embargo, probablemente somos negativamente conscientes de las comparaciones con el fantástico trabajo que Bastion hizo en este campo hace solo un mes en XBLA.

El juego añade finalmente en el paquete dos descargas gratis. La primera, un adorable paquete DLC que es un tributo al clásico Mad Dog McCree de arcade, y continúa combinando los actores reales con el juego. La segunda es un código DLC para Fruit Ninja Kinect, el título de cortar fruta que formaba parte de las ofertas de verano de XBLA.

Ambos son buenos complementos para un pack más que (como dirían algunos) un intento de dar brillo a un juego que debería haber estado en XBLA. Simplemente condimentan lo que constituye otro divertido título del catálogo de Twisted Pixel, y una evidente adquisición para los fanáticos de Kinect.