The Light Keeps Us Safe - impresiones

Solo con la versión Acceso Anticipado se puede apreciar que Big Robot ha construido en The Light Keeps Us Safe partir de las bases de Sir, You Are Being Hunted. No solo porque ambos constan de mundos generados de forma aleatoria, sino porque además está todo lleno de robots asesinos que quieren, eso, matarte. Pero esta vez todo empieza saliendo a la superficie desde un búnker enterrado en las profundidades y no tiene nada que ver con un cómic de terror.

La luza es lo único que nos puede salvar de una muerte casi segura, el título no miente. Durante este ascenso a la superficie nos hacemos con un artilugio que sirve tanto como linterna (que se parece bastante a la pistola de gravedad de Half-Life 2) y como arma. El haz de luz que emite no solo ilumina la oscuridad, sino que también deja malheridos a los enemigos de forma temporal.

El objetivo en esta versión prematura es encontrar los componentes que hacen falta para mejorar nuestro dispositivo, que a su vez forman parte de unas mapas que están repartidas por este mapa, más bien mediano. Está bien protegidas, claro y son escasísimas, así que algunas veces teníamos la sensación de dar vueltas sin saber dónde más buscar. Como el mapa no es tan grande, al final estos paseos se empezaron a hacer un tanto pesados con tanta oscuridad.

Nos encontramos con unos cuantos enemigos en estos ratos, como pequeños robots colocados sobre la superficie al estilo de unos bolardos. No se pueden mover del sitio, pero si pasas demasiado cerca, te cazan y te hacen un buen estropicio en la vida. La solución es ir con ojo y enchufarlos con la linterna para que tengan que estar un rato sumergidos.

Más peligrosos son unos robots esféricos flotantes, parecidos a los Eyebots de Fallout, que se pasan el día patrullando las zonas en las que hay algo importante. La luz no les inhabita tanto y además te persiguen, así que es más útil esconderse y correr que tratar de cruzar a lo bruto por delante. Por último están las cámaras armadas, vigilantes de las máquinas que hay que saquear. Merece la pena despistarlas tirando una botella o algo así, pero lo más importante es encontrar su fuente de energía para desactivarlas.

En los paseos también hay que ir rebuscando en papeleras y cajones en busca de algo de medicina, comida y botellas, pero para recargar la linterna solo se puede acudir a puntos específicos o en el búnker principal, al que se puede volver en cualquier momento. Es imprescindible tener vigilados para tener bien controlado ese pequeño sistema de supervivencia que Big Robot ha puesto en The Light Keeps Us Safe.

Así que dimos unas cuantas vueltas más, nos enfrentamos a unos cuantos robots y por fin logramos reunir las piezas necesarias para... pues no sabemos, porque cuando íbamos a volver al punto inicial un bug destrozó la partida. Ya nos habían dicho que había un fallo que provocaba que el personaje echara a volar, y no iban de farol. Así que ahí lo dejamos.

El búnker es esencial, tanto para la jugabilidad como el relato. Es donde empiezas a vivir, donde aprendes las mecánicas básicas y el punto al que sigues volviendo una y otra vez cuando por fin has salido a la superficie. Ya sea para recargar la fuente de luz o para aplicar las mejoras de equipamiento, y parece que habrá más cosas que hacer ahí. Por ejemplo, hay una misteriosa máquina que necesita combustible que de momento solo indica que es algo misterioso. ¿Para qué servirá y cuánto cambiará la partida?

Esta primera toma de contacto no nos ha permitido averiguar mucho sobre el componente narrativo. Todo lo que tenemos es la voz de una mujer con inglés de Escocia diciendo que hay que salir al exterior a por recursos, y que debemos llegar a la luz "como el resto de nosotros". Una soltado ese mensaje, desaparece. Demasiado vago incluso para despertar algo de intriga, pero esperamos que sea capaz de contar algo con el paso del tiempo.

La soledad va a ser un elemento transversal en toda la partida, y no es solo por la ausencia de otra vida animal en todo el camino. El silencio en la versión Early Access es constante, interrumpido tan solo por los ruidos de los robos y de la maquinaria que ha colonizado el planeta. Estamos indecisos sobre si pensar que nos gusta por cómo contribuye a la ambientación o que le falta algo.

Aunque haya algunas pegas que poner a este primer contacto de The Light Keeps Us Safe, como era de esperar, hay motivos para mantener el optimismo, sobre todo por la ambientación y el uso de la luz. Sabemos que habrá haces de más colores, por ejemplo, cada uno con su uso. La recogida y uso de objetos es muy simple y genérica, así que hay margen para ir construyendo por ese lado, y el mundo tiende a confundir. Le seguiremos la pista a ver cómo evoluciona hasta que, como su mundo, por fin vea la luz.