El recorrido de la serie Outlast de Red Barrel no ha sido perfecto. El primer juego fue aclamado como una experiencia de terror fantástica en la que exploramos un hospital psiquiátrico desde la perspectiva de un periodista. El segundo juego, inspirado en películas como "Children of the Corn", nos sumergió en los campos de maíz de Norteamérica, donde teníamos que escondernos. La secuela se caracterizó por la presencia de escenas de caza y de cultos religiosos. Sin embargo, no tenía tanto impacto, debido a su mecánica de juego, que resultó en muchas pruebas y errores. Outlast: Trials se aleja un poco de sus antecesores y se ubica cronológicamente antes del primer juego.
Encarnamos a un personaje sin hogar ni nombre, cuya apariencia se puede elegir al comienzo del juego. Hemos sido sometidos a experimentos horripilantes y finalmente nos liberan al mundo, contando únicamente con nuestro psiquiatra en papel de amigo y guía en las misiones. Nos encontramos atrapados en un inmenso almacén donde se llevan a cabo los siniestros experimentos, rodeado de otras estructuras recién construidas que simulan un pequeño pueblo. Los demás sujetos de prueba han sido liberados y ahora nos encontramos en un mundo enloquecedor, acompañado de hasta tres amigos.
Es evidente que The Outlast: Trials está diseñado para cuatro jugadores. Aunque la narrativa tiene influencia en los niveles, desde el principio se nota que se disfruta mucho más en compañía. Para acceder a un nivel, hay que elegir una de las cuatro puertas giratorias o sentarte en una de las cuatro sillas. Por lo tanto, no sorprende que mi experiencia con el juego se caracterice por repetir y reutilizar niveles en los denominados "trials". Primero seleccionamos una misión y nuestro equipo, para luego adentrarnos en el nivel en función de los parámetros anteriormente establecidos y completar la misión elegida. En cuanto a la mecánica de juego, difiere ligeramente de sus antecesores, pero sin perder la caracetristica por la que Outlast destaca. Las puertas las podemos abrir puertas lentamente, los enemigos nos persiguen si nos descubren y la sensación de horror está presente siempre.
Lo que me ha frustrado son los trucos ya establecidos en el género. En uno de los primeros niveles, tenemos que infiltrarnos en una comisaría de policía y eliminar a un testigo. Empezamos a disparar y se corta la energía, y ahora hay que descubrir cómo descender al sótano, reparar, rellenar y reiniciar los generadores. Por lo general, lo que tenemos hacer y el final de las misiones se nos muestran en frente, pero hayque dar una vuelta alrededor del todo como si corrieramos una maratón antes de poder completarlo todo. La experiencia es mucho mejor con varios jugadores, ya que se pueden llevar más objetos, se puede resolver acertijos juntos y completar los niveles con mayor facilidad. Si estamos solos, seguro que experimentamos más elementos de horror, pero aún no contamos con una narrativa centrada en protagonistas específicos, como en los lanzamientos anteriores de la serie.
La selección de misiones es muy fluida. En cuanto a la mecánica de juego, se asemeja mucho a los juegos anteriores de la serie. En esta ocasión, no se cuenta con una cámara, sino que se nos proporcionan gafas de visión nocturna. Podemos recargarlas cuando se agote la energía, utilizando las baterías que encontramos, pero es importante conservar los recursos. La historia logra muy bien transmitir su temática y se conecta con la narrativa general de la serie. Sin revelar detalles, hay aspectos interesantes que se pueden descubrir si queremos adentrarnos más en este universo. Me gustó especialmente el diseño del mundo, con entornos deteriorados, destruidos y habitados, que evocan escenas de ciudades afectadas por disturbios violentos recientes. Además, existen artefactos y objetos coleccionables para encontrar. Los mapas no solo están poblados por bosses y enemigos, sino también por personas que quieren que les dejemos en paz. Aunque los mapas por los que navegamos cuentan con muchos edificios y otros elementos, Red Barrels ha logrado crear entornos bastante impresionantes.
Queda la incógnita de si esto es realmente lo que los fans de las primeras dos entregas están buscando. Algunos aspectos de la mecánica de juego, como la esencia de la serie y el diseño visual, se asemejan a los de los lanzamientos anteriores. La estructura de niveles, las misiones y la disposición general evocan a juegos como Dead By Daylight, Last Year: The Nightmare, Back 4 Blood y Phasmophobia. Es un cambio de género abrupto, en la misma línea que el ocurrido entre Dawn of War y Dawn of War II. Esto no es necesariamente algo negativo. Por ejemplo, personalmente, me gusta más el último mencionado que el primero. Me he divertido mucho evitando enemigos, escondiéndome de monstruos y avanzando a través de los niveles. Es reconfortante contar con habilidades que facilitan estas tareas, como la opción de elegir una habilidad antes de iniciar que permita derribar barricadas más rápido o escapar con mayor facilidad. Al mismo tiempo, echo de menos el estilo más enfocado y dirigido de los juegos principales de la serie.
Ahora hay un HUB al que regresamos entre misiones. La base de operaciones es una celda en un pabellón del hospital o centro de salud mental. Hay camas, habitaciones y algunos personajes de los cuales puedes comprar cosas. Aquí planificamos con nuestros aliados, probamos el equipo y compramos lo que necesitamos. Me intriga ver si esto le va a gustar a la gente. No tengo dudas de que esto es una prueba, irónicamente, para un tercer juego, sin embargo, he de decir que en este momento prefiero experimentar el horror en solitario. Los modos cooperativos suelen requerir compromisos para los jugadores individuales, lo cual también es cierto aquí. Por ejemplo, la inmersión se ve afectada cuando hay que elegir misiones, mapas, buscar jugadores en el lobby y más, en lugar de disfrutar de escenas cinemáticas que te llevan a un nuevo nivel de inmediato.
A pesar de su enfoque en la cooperación, me encanta el diseño del mundo, los personajes y el audio es excelente. En general, el universo sigue siendo interesante. Sin embargo, noto que la sensación de horror disminuye rápidamente, aunque la variedad de enemigos es amplia y constantemente nos sentimos expuestos al peligro. Cuando atravesamos el mismo nivel varias veces seguidas con diferentes misiones junto a nuestros amigos, el grado de miedo disminuye ligeramente. Al mismo tiempo, está bien hecho para lo que es. Tenemos actuaciones de voz muy bien logradas, gráficos sólidos, buena dirección de arte y un juego bastante funcional. Hay fallas técnicas, la inteligencia artificial necesita un poco de cariño y estos son aspectos en los que el estudio está trabajando. Sin embargo, aún no está en su versión 1.0, ya que aquí tenemas una versión de Early Access.
Aún así, no aconsejaría jugar The Outlast: Trials solo. Recomendaría probarlo si se quiere experimentar algo nuevo con un par de amigos a quien les gusta Outlast. Sin embargo, aspectos estéticos como pintar la celda de prisión y otras cosas realmente no me llaman, aunque las opciones eran numerosas y había mucho por desbloquear con las monedas que ganas después de las misiones.
Se nota claramente el conflicto entre el legado de la serie y este nuevo paso. Estoy indeciso, por un lado me entusiasma algo novedoso, pero por otro lado, los niveles no resisten la repetición constante que se espera de ellos. Se vuelven agotadores demasiado rápido. Aunque personalmente prefiero experimentar el horror en solitario, reconozco que a muchas personas les encanta enfrentar situaciones aterradoras en compañía, lo cual puede resultar interesante. Al final del día, es una base competente que requiere un poco más de trabajo durante el acceso anticipado, para que la versión 1.0 sea lo mejor posible.
Si el estudio logra solucionar algunos de los problemas que experimenté, añadir más contenido y pulir su trabajo, es posible que pongamos una calificación más alta. Sin embargo, en su estado actual, me ha entretenido pero no me ha impresionado. Algunos aspectos son buenos y otros no tanto. Si tenemos un grupo de amigos y estámos buscando algo de miedo para jugar, Outlast: Trial es algo a tener en cuenta. Espero que la versión de Early Access se convierta en un spin-off multijugador. Mi calificación también se justifica en parte por la decepción de que el lanzamiento esté dirigido a una audiencia diferente a la de las primeras dos versiones, ya que rápidamente me di cuenta de que no me sentía tan involucrado como con sus predecesores.