Ambientado en un futuro distópico en el que la humanidad ha caído en desgracia tras volverse demasiado dependiente de la tecnología, The Surge, el último trabajo de Deck13, los desarrolladores de Lords of the Fallen, se presenta como una fascinante mezcla de combates a lo Souls y mecánicas completamente nuevas.
En vez de darnos el control para crear a nuestro propio personaje, The Surge nos pone en la piel de Warren, que se dirige a su primer día de trabajo en CREO, una gran empresa que se dedica a promover el cambio global. Sin embargo, antes de poder siquiera causar una buena impresión, se ve inmenso en un caótico incidente que lo deja inconsciente. Al despertarse, se da cuenta de que los robots y otros trabajadores de las instalaciones se han vuelto completamente locos y están desesperados por derramar su sangre. Esta pequeña introducción es todo lo que se nos cuenta en un principio. A partir de ahí, por medio de grabaciones de voz y conversaciones con el resto de supervivientes, de tendremos que ir juntando las piezas del puzle que conforman la historia del juego. Está claro que el argumento de The Surge es uno de esos que nos hacen reflexionar, pero también es cierto que a Warren le falta profundidad, por lo que nos resulta complicado conectar con él. Vista la falta de complejidad del protagonista, cabe preguntarse por qué los desarrolladores no nos han permitido crear a nuestro propio personaje.
Antes de sumirnos en un torbellino de emociones, el juego nos presenta las principales mecánicas decorando los escenarios con líneas de texto que nos explican cómo realizar diferentes acciones. Al igual que en otros títulos similares, si queremos salir victoriosos de los combates tendremos que estudiar los movimientos de nuestros oponentes, dominar las carreras y los bloqueos y aprender a golpear en el momento justo. Por otro lado, al no contar con armas que se puedan utilizar a larga distancia, deberemos batirnos con nuestros rivales en las distancias cortas, moviéndonos constantemente a meros centímetros de la muerte. En cualquier caso, The Surge nos ofrece un amplio catálogo de diferentes tipos de armas que aportan variedad a los enfrentamientos, que, como ya hemos mencionado, se basan fundamentalmente en el combate cuerpo a cuerpo. Nuestro arsenal incluye armas pesadas, bastones que nos permiten realizar movimientos más fluidos y armas a dos manos, que, si bien no causan mucho daño, nos permiten atacar a una velocidad de vértigo. Como es habitual, cada arma posee diferentes valores de velocidad de ataque, aumento de energía e impacto. Esto es un RPG.
Saliéndose un poco de los esquemas de la serie Souls, los combates incluyen un sistema de selección de objetivos similar al V.A.T.S. de Fallout, que nos permite atacar partes concretas del cuerpo del enemigo, así que si lo que queremos es obtener es una victoria rápida, podemos atacar las zonas desprotegidas o incluso cercenar una parte del cuerpo para obtener armas y elementos de blindaje. Para ello, tendremos que golpear la zona deseada hasta que en la pantalla se nos indique que pulsemos el botón cuadrado (en PS4), lo que da lugar una ejecución de lo más sangrienta. Esta mecánica nos ha parecido muy interesante, ya que transforma nuestro exoesqueleto en una especie de vitrina de trofeos en la que mostrar orgullosos el estupendo equipamiento que hemos ido "encontrando" durante nuestra aventura. Dicho esto, lo de tener que seleccionarlos objetivos con el stick analógico resulta un tanto engorroso, ya que, a veces, el selector salta de repente de un punto a otro.
Al matar enemigos o utilizar ciertos objetos, obtenemos chatarra tecnológica, el equivalente en este título a las almas de Souls. Sin embargo, The Surge le da una vuelta de turca a este sistema: cada vez que morimos, tendremos un tiempo limitado para recuperar la chatarra tecnológica que perdimos. Esta mecánica aporta una capa extra de tensión a un estilo de juego ya de por sí exigente y nos obliga a adoptar un cierto sentido de la urgencia y al mismo tiempo que mantenemos la paciencia. La chatarra tecnológica cuenta con una amplia variedad de usos, ya que se utiliza para crear nuevos objetos, mejorar nuestras armas o aumentar el nivel de potencia de núcleo, por lo que se trata de un recurso fundamental para progresar en el juego.
Los implantes, que funcionan de forma similar a los anillos en Dark Souls, se equipan a nuestro exoesqueleto para obtener una serie de ventajas y podrían dividirse en dos categorías: los equipables y los inyectables. Los primeros sirven para incrementar nuestros valores totales de resistencia, energía y salud, mientras que los segundos se utilizan durante la batalla para recuperar salud o energía y aumentar nuestro ataque. No obstante, si queremos equiparnos con más implantes y llevar un equipo más eficiente, primero tendremos que mejorar el nivel de potencia de núcleo del exoesqueleto con la chatarra tecnológica. Por otro lado, los implantes más efectivos también requieren de una potencia de núcleo más alta, de modo que, a lo largo del juego, tenemos una constante sensación de progreso, ya que siempre estamos encontrando nuevos implantes y mejorando nuestro equipo y el nivel de potencia de núcleo.
Durante la partida, hubo algunas momentos en los que nos quedamos atascados, sin saber adónde ir, pero como ya se nos deja claro desde el principio, The Surge no uno de esos juegos en los que nos llevan de la mano y nos lo dan todo hecho. Aún así, el no tener acceso al mapa general que aparece en la pantalla de carga no ayuda demasiado, precisamente, puesto que a veces los personajes no jugables nos dan pistas de adónde tenemos que ir a continuación. A esto hay que sumarle que el juego cuenta con un único nivel de dificultad, lo que puede representar un problema para aquellos jugadores que busquen un mayor desafío o para los que les cueste enfrentarse a la implacable complejidad.
Es innegable que The Surge es un juego muy bonito, ambientado en un mundo crudo y frío dominado por las máquinas que resulta tremendamente realista. A lo largo de nuestra aventura por las instalaciones de CREO, visitaremos una variada mezcla de escenarios, desde amplios laboratorios a vertederos de chatarra herrumbrosos, pasando por almacenes, aunque esta variedad no se traduce realmente en verticalidad. Además de esto, los personajes no jugables nos permiten embarcarnos en misiones secundarias en las que recibiremos valiosas recompensas al completar ciertas tareas. Por último, también nos encontrares con multitud de caminos ocultos que nos conducirán a objetos nuevos, notas de audio y encuentros opcionales con jefes, elementos que contribuyen a romper la sensación de linealidad.
Si bien The Surge no oculta en ningún momento cuáles son sus fuentes de inspiración, este título para un jugador es mucho más que otro juego al estilo de la serie Souls. La mecánica de recoger piezas para mejorar nuestro equipo y el hecho de que esté ambientado en un futuro distópico dominado por las máquinas le dan una identidad propia, mientras que su nivel de dificultad implacable no tiene nada que envidiar al de los juegos en los que se inspira. Hay que admitir que algunas de las mecánicas resultan algo toscas y que la dificultad se dispara demasiado pronto, pero si andáis tras un buen action RPG que os ayude a lidiar con la prematura desaparición de la serie Souls, lo tenéis fácil: The Surge es justo lo que buscáis.