Todos conocemos la historia de la famosísima serie de AMC, basada en la exitosa serie de cómics de Robert Kirkman. El Sheriff, Rick Grimes, se despierta de un coma para descubrir que ha llegado el fin del mundo. Un virus mortal ha paralizado a los Estados Unidos y los muertos vivientes patrullan las calles vacías y bombardeadas. Para sobrevivir, Rick tiene que encontrar a su antiguo compañero del cuerpo de policía, Shane, para unir fuerzas y tomar un poco el control ante esta situación tan complicada. Juntos, tienen que proteger a la mujer de Rick, Lori, y a su hijo Carl. Más tarde, elaboran un plan para convertir la prisión cercana de Atlanta en su propio fuerte. Sin embargo, anteriormente se descubre que Shane, su mejor amigo, ha estado acostándose con su mujer, Lori, que se ha quedado embarazada. Todo esto había sucedido mientras el viejo gruñón de Rick estaba dormido durante el estado de coma, por lo que se perdió todo lo que había pasado en el transcurso del fin del mundo. Se desatan muchos problemas, es decir, mucho drama y hay personas que tienen que morir y a las que tienen que matar, eso sin contar con los cientos de caminantes con miembros viscosos que intentan comerse los agotados cerebros de los héroes supervivientes. Muerte, drama, malos diálogos, muerte y más drama es lo que la serie ofrece, o más bien, ha ofrecido durante todos los años que se ha estado emitiendo.
Con el lanzamiento del nuevo juego con licencia de The Walking Dead: Destinies, el estudio sudamericano Flux Games (Cobra Kai: The Karate Kid Saga) y la editora GameMill Entertainment (Lord of the Rings: Gollum y Nerf Legends), quieren daros la oportunidad a los jugadores de reescribir parcialmente la historia de The Walking Dead. Tendréis la oportunidad de cambiar el destino de Shane, Rick, Dale, Glenn, Lori y otros personajes según las decisiones importantes que toméis por el camino. Así es como supuestamente funciona, en teoría. Obviamente, también funciona así sobre el papel. El juego se ha comercializado de esta forma, "elige tu propio destino", que suena muy bien, incluso detallado, emocionante y diferente. Desafortunadamente, esto no funciona mucho mejor que las mecánicas básicas del juego, que rozan lo abominable.
El juego comienza de la misma forma que comenzaba la serie. Rick se arrastra y consigue salir de la horrible cama de hospital y da sus primeros pasos tambaleándose hacia la salida, en la que la sangre y los cadáveres están amontonados en una pequeña pila de baja resolución. ¡Corten! Después, se encuentra parado en la autopista en el medio de Atlanta, vestido con su uniforme de sheriff recién planchadito y da comienzo a la masacre de zombis. Ahora toca golpear hasta la muerte con un bate de béisbol a unos cuantos caminantes tontísimos, que han sido animados de una forma horriblemente fea, para que Rick pueda llegar al centro de la ciudad, donde planea trepar el coche blindado para escapar de una muerte segura. ¡Corten! Ahora nos toca jugar con Glenn, sin previo aviso. Toca matar a los mismos caminantes de siempre con las mismas armas de siempre, y cuando ya no haya cráneos de zombis grises que machacar, la opción del sigilo está en el menú.
The Walking Dead: Destinies es una copia absoluta de The Last of Us, con todo lo que eso implica. A veces, los enemigos son tan mortales que es imposible avanzar luchando, mientras que en otras ocasiones, se puede hacer perfectamente. Nunca sabréis qué es lo que hace que mueras en un combate o cuándo se ofrece el nivel más fácil de desafío de la historia de los videojuegos. Simplemente, es así, y os tocará intentar (y morir) para obtener las respuestas. A veces requiere utilizar el sigilo y se puede activar la función "presencia" tal y como en la obra maestra de Naughty Dog. Gracias a esta, el mundo se pone brevemente en blanco y negro, y a través de un ruido difuso, se puede planear la ruta con el sigilo para evitar a los zombis que están "patrullando". Normalmente, caminan dos metros hacia delante, se giran y caminan otros dos metros en otra dirección, después, vuelven a caminar dos metros en la primera dirección y se vuelven a girar. En consecuencia, escabullirse de ellos es absurdamente inútil y es casi imposible hacerlo sin reírse.
De hecho, todo es tan malo que da hasta risa. Literalmente carcajadas. Con el trabajo de animación da la sensación de que hubo algún error y los desarrolladores perdieron los fotogramas por el camino. Las mecánicas de juego en sí son el recuerdo de un juego de móvil malo que solo son un intento fallido de The Last of Us. Lo peor de todo es cuando los personajes interactúan entre sí en varias secuencias de diálogo. Nada tiene sentido. Rick, Dale, Shane y todos los demás parece que están modelados con hojaldre y las proporciones de todas las caras están mal. La cara de Rick parece un autorretrato horrible hecho por una persona que tiene más alcohol que sangre en el cuerpo o por un estudiante que acaba de terminar su examen y ha sacado un 0,1. Es imposible hacerlo peor, especialmente para PlayStation 5 en 2023.
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Posiblemente, debería escribir algo más sobre The Walking Dead: Destinies, entrar en detalle sobre lo malos que son los gráficos (parecen los de un juego de móvil de hace 10 años), lo malos que son el sonido, el mundo y las peleas de jefe, pero la verdad es que no me apetece. Si Flux Games no se ha molestado en modelar a Rick Grimes para que, al menos, se parezca un poco a Andy Lincoln (y no que parezca una estúpida espiga de trigo vestida con una bata de hospital), yo tampoco me voy a molestar en detallar el mal trabajo que han hecho. En su lugar, mi prioridad es advertiros, como es debido, de que no paguéis por esta terrible basura. Otro más que se une al club de Skull Island: Rise of Kong y Lord of the Rings: Gollum como los peores juegos del año. ¡Qué vergüenza, un poquito de por favor!