La semana pasada, CD Projekt Red lanzó un parche nuevo para The Witcher 3: Wild Hunt que lleva al RPG a su versión 1.08. La misión principal de esta descarga es hacer que el título vaya mejor, y parece que lo han conseguido, sobre todo en Xbox One.
Es la conclusión a la que ha llegado el equipo de técnicos especializados en diseccionar videojuegos Digital Foundry tras haber pasado por sus medidores las nuevas versiones del título. La conclusión básica es que, en cuanto a rendimiento, el juego ha vuelto más o menos a como estaba en la versión 1.05.
La diferencia es que ahora lleva consigo todas las novedades que se han ido sumando desde entonces, como por ejemplo el set de movimientos más suaves para Gerald o el nuevo sistema de inventario, al mismo tiempo que han acabado con la mayoría de los bugs.
Aun así, The Witcher 3: Wild Hunt sigue teniendo sus limitaciones. La versión de Xbox One vuelve a ser la que logra mayor fluidez, con una media de 30 fotogramas por segundo (fps), al menos durante el enfrentamiento con el jefe de la calle Crookback-Bog. En ese lugar, la versión de PlayStation 4 está limitada a 20 fps. A cambio, consigue una resolución algo mayor.
Eso sí, el título permite desactivar los efectos blur y motion blur, y de esa forma se consigue que mejore la fluidez de la imagen a cambio de sacrificar su aspecto.