Bienvenido de nuevo a Evolution, mediante un paquete recién lanzado y bastante relleno de contenido DLC: más de una treintena de circuitos divididos entre nuevos desafíos, torneos y circos de habilidades, todo en la nueva Paine Island.
Ya sé que has estado fuera un tiempo. Yo también. En algún momento durante el paso del verano de los juegos digitales desnudos al invierno de juegos en abrigadas cajas se perdió Trials Evolution, quedó olvidado. Aquellos cinco minutos que se convertían en horas y horas de mejorar tu destreza en un puñado de pantallas. Aquellas noches de viernes en los que el multijugador de Trial era el absoluto protagonista cuando venían los amigos.
Origin of Pain refresca la memoria, los cambios chirriantes entre el júbilo, el abatimiento y la frustración. La relación embriagadora que probablemente era más de odio que de amor, pero con la que nunca te planteaste el divorcio.
400 MS Points son una excusa increíblemente barata para volver a subirte a las dos ruedas y aprender a apreciar las físicas perfectas de un juego que siempre fue parte puzle, parte juego de carreras. Pero esa calderilla también te ofrecerá un asiento de primera para los niveles más ingeniosos de Red Lynx.
Jardines japoneses, tormentas de arena, cajas de juguetes, ciudades post-apocalípticas, puertas que te envían a través del tiempo y el espacio... todo eso y más lo quemarás durante tu tiempo en la nueva mini-isla.
Vale que la mayoría de los detalles sólo formarán parte del perímetro de tu visión, fijos en la siguiente curva o ángulo del escenario. Y en realidad no hay un trabajo tan loco a nivel de trucos a realizar en los niveles en sí, pero te quedarás como un observador apreciativo, si bien algo eventual, del grado de ingenio del desarrollador.
Pero el pilar central es ese intento de hacer una carrera perfecta de izquierda a derecha. En esto, el DLC es fiel a los deseos de sus creadores de mantener los circuitos abiertos para todo el mundo: los 'extremistas' veteranos quizás no suden la gota gorda, pero el otro 99% de jugadores pasarán la decena de reintentos fácilmente.
Han realizado un intento no muy equilibrado de entremezclar los niveles más duros con circuitos algo más fáciles, en lugar de ir inclinando la curva de dificultad hasta niveles imposibles. Los desafíos siguen divididos por dificultad, pero está claro que algo cambia cuando ofrecen el nivel extraño diseñado solo por diversión entre los complicados de pesadilla. Y quizás por esto mismo el DLC tiene un ritmo mucho mejor.
Pero el paquete de contenido también sabe engañarte, por ejemplo con algunos niveles que levantan tus ruedas del suelo (mediante termas de viento) o te escupen directamente por los aires (mediante puertas de salto). Sin embargo, Red Lynx siempre garantiza que estés en control absoluto en esos momentos de vuelo, un factor crucial para este juego y otra razón para elogiar el sistema de físicas que pone en marcha este juego.
También cambian la carrera alargada que suponía el final del juego original por un complejo conjunto de niveles Aftermath, cierto desastre en una ciudad que pondrá a prueba tu paciencia (y que por fin dejará algo para los jugadores pro). Una vez más, Red Lynx borra completamente cualquier recuerdo de unos almacenes poco inspirados en el primer juego y construye lugares cinematográficos, abstractos o paródicos, todo con una nueva música que acompaña las nuevas áreas perfectamente.
La incorporación de las BMX también está genial, un modelo peso-pluma que requiere una precisión adicional desde las motos (más pesadas) para clavar los saltos y volar por el camino.
Otro puñado de geniales circuitos, nuevas motos y mucho más, todo por 400 puntos. Una ganga. Prepárate para volverte a perder en esa máquina del tiempo durante otras cuantas semanas.