La primera temporada de True Detective es considerada por muchos, incluido tú seguro, querido lector, una de las mejores de la televisión en mucho, mucho tiempo. No solo arrancó la carrera de su creador, Nic Pizzolatto, y se convirtió en uno de los mayores éxitos originales de HBO, sino que además fue el inicio de lo que algunos llaman, la McConaissance (el renacimiento de McConaughey).
Pero, así como fue de amada la primera temporada, la segunda fue decepcionante y destructiva para la reputación de la serie. Esta última, a pesar de contar con un reparto de primera categoría, nos falló en todos los frentes, lo que provocó que Pizzolatto y compañía se retiraran y ralentizaran el desarrollo de futuras temporadas. En 10 años, tan solo hemos tenido tres temporadas de True Detective, lo que es bastante descabellado.
"Está pasando de nuevo", dijo el gigante de Twin Peaks, porque nos hemos embarcado ahora en otra temporada, una muy esperada titulada "Noche Polar", y la referencia a Twin Peaks está, de momento, en la estructura.
Jodie Foster interpreta a Liz Danvers, una peculiar investigadora que trabaja en una pequeña ciudad llamada Ennis, en la nocturna Alaska, donde está oscuro durante dos meses del año. Nos encontramos en la cúspide del inicio de este periodo y el misterio central empieza a ser claro. Una docena de científicos de una instalación privada a las afueras de la ciudad desaparecen al mismo tiempo bajo misteriosas circunstancias, y Liz, junto a su excompañera Navarro, inician una investigación que ya en el primer episodio tiene un trasfondo sobrenatural y que profundizará en el pasado moralmente oscuro de la ciudad.
La trama es sólida. Le queda bien a True Detective centrarse en una sola ciudad, al estilo de Twin Peaks y, afortunadamente, hay suficientes misterios y preguntas abiertas para establecer un sentido central de asombro en el espectador, lo que puede acabar siendo uno de los elementos más cruciales. De manera similar, el elenco principal, consistiendo principalmente en Foster, John Hawkes como Hank Prior, Kali Reis en el papel de Evangeline Navarro y Finn Bennet como Peter Prior, se marcan algunas actuaciones tan firmes que sin duda presentan la narrativa aquí en el primer capítulo, aunque no sea a la altura de Woody Harrelson y Matthew McConaughey.
Asimismo, Ennis, y quizás básicamente Alaska, es un sólido telón de fondo para una narración espeluznante, envolvente y depresiva, y hay destellos de una cinematografía eficaz por todos lados que ayuda a detallar el universo, así como una música bastante chula durante todo el episodio.
No es que todos los golpes clave caigan en su sitio. Las referencias imperceptibles a "Ella está despierta" son suficientemente preocupantes, y las circunstancias misteriosas que giran alrededor de las desapariciones de los científicos también son intrigantes a lo largo de la primera hora. No obstante, asimismo hay trozos que están conectados torpemente y que no transmiten la seriedad, la presencia y, quizás lo más importante, la clase que hizo que aquella primera temporada fuera tan memorable.
Quizás lo que falte ahora es un poco de peculiaridad, un poco de sutileza, una manera más directa de expresar lo raro, lo estrambótico y la incoherencia. Recordando a David Lynch, quien quería explorar la primera capa de una comunidad abarrotada y luego los las capas inferiores, fue un extraño zoom en un grifo que goteaba, o el permanecer con la cámara fija en el ventilador de techo de la casa de Laura Palmer durante demasiado tiempo. Hay un poco de esto, pero no lo suficiente, y estoy cruzando los dedos para que Noche Polar no solo resuelva su caso principal, sino que también se las apañe para crear algo más espeluznante y que genere ansiedad antes de que todo acabe.
Por ahora, es suficiente decir que me gusta que True Detective esté de vuelta. Tenía algo que funcionaba, y ahora también lo está haciendo. Espero que pueda decir lo mismo cuando salgan los créditos finales, pero bueno, eso me hace ilusión descubrirlo en las próximas semanas.