Que un videojuego dé para cientos de horas de diversión ya no se concibe únicamente como gancho para que los jugadores sepan que van a disfrutar muchísimo tiempo respecto al desembolso inicial efectuado. En otras palabras, el valor va más allá de todo el contenido que lleva el juego de serie. Si habéis jugado al reciente Assassin's Creed Valhalla, notaréis que ya es prácticamente un juego infinito, con actividades casi inabarcables y contenido adicional de forma regular. Y Far Cry 6 está cortado por el mismo patrón.
Ahora, según recoge Axios, Ubisoft ya señala abiertamente esta fórmula de éxito en sus informes financieros, porque el mayor tiempo que pasan los usuarios en sus mundos implica muchas más compras menores (micropagos) ocasionales. En el último trimestral, publicado la semana pasada, se puede ver que los jugadores gastaron un 30% más comprando cosas en Far Cry 6 que en Far Cry 5, o que el "consumer revenue" (ingresos de consumidores) de Valhalla ya había superado en diciembre el hito de los mil millones de dólares.
Por supuesto que los compradores agradecen pasar cien horas en un juego de un género que se preste a ello tras invertir 60-90 euros de salida, pero hay que ver que el diseño de mundo abierto está cada vez más ideado en pos de la larga estancia y el gasto ocasional. Ubisoft hace cada vez juegos más grandes y duraderos, y con los datos sobre la mesa no parece que vayan a cambiar la filosofía. Sus aventuras descomunales hacen un negocio mayúsculo y están aquí para quedarse.