La reciente directiva de Elon Musk a los trabajadores federales de Estados Unidos ha creado oleadas de incertidumbre, con empleados de diversos organismos luchando por justificar su productividad de la semana anterior.
Musk, que está supervisando los esfuerzos de reducción de costes como parte de la administración del presidente Donald Trump, dio instrucciones a los empleados del gobierno para que presentaran un resumen de sus logros recientes o se enfrentarían a la amenaza de ser despedidos, como anunció en un post en X.
La directiva, comunicada por correo electrónico, se encontró con la resistencia de los sindicatos y la confusión dentro de los organismos. Muchos trabajadores no estaban seguros de que la petición fuera auténtica, y algunos organismos aconsejaron a sus empleados que no respondieran.
Los críticos, incluidos los líderes sindicales, han condenado el enfoque de Musk, calificándolo de irrespetuoso y perjudicial para los trabajadores federales. Por ahora, está por ver cómo afectará esta última medida a la moral y a las operaciones de todo el gobierno federal de Estados Unidos.