El Aston Villa había disfrutado de una racha perfecta de victorias en la Liga de Campeones, pero la perdió anoche tras conceder uno de los penaltis más extraños jamás presenciados a este nivel del fútbol profesional (o básicamente a cualquier nivel).
Fue en el minuto 50. El portero Dibu Martínez pasó el balón al defensa Tyrone Mings, quien, quizá sin saber que el partido se había reanudado, o simplemente muy distraído, ¡cogió el balón con la mano izquierda y se lo devolvió a Martínez!
El árbitro concedió el penalti al Club Brujas. Su capitán Hans Vanaken no falló y marcó el primer gol contra el Villa, al único equipo que hasta ahora no había recibido ningún gol en Champions.
Acabó siendo el único gol del partido, perdió 1-0 y cayó al número 8 de la Fase de Liga. Brugges tiene ahora 22 años, y posibilidades de clasificarse para la siguiente fase de la competición, tras este "regalo" del distraído jugador del Aston Villa.
El portero argentino intentó persuadir al árbitro de que sólo había sido un error, pero la regla más sencilla de todo el fútbol, no tocar nunca el balón con la mano, estaba claramente rota...