Si mezclas Diablo y Minecraft obtendrías algo parecido a V Rising, un RPG de acción y vista isométrica con elementos de supervivencia que combina un sistema de combate divertido junto a un sistema de construcción con mucha profundidad y mitología vampírica para crear un buen juego que destaca sobre la competencia, pero que es algo lento y a ratos recuerda a las molestas mecánicas de los juegos para móviles. Tras dos años de acceso anticipado, se nos ha dado acceso a la beta del juego antes del lanzamiento de la versión final.
Te despiertas de una hibernación de 100 años controlando a un vampiro que debe extender sus oscuras alas por el territorio para reconstruir su reino. Aparte de un vídeo introductorio, el juego empieza rápido y directo a la acción, enfrentándote a unos esqueletos con las garras como única arma y recogiendo sus huesos para crear tu primera espada. En este momento se vuelve evidente que aunque parezca Diablo, la esencia de V Rising es completamente distinta. No hay recompensas ni mazmorras en las que buscar mejor equipo, tu vampiro es un artesano que puede reconstruir un castillo solo con sus anémicas manos.
Por esto mismo no hay una historia principal, ya que además el juego está diseñado para servidores con hasta 40 otros jugadores que pueden cooperar o enfrentarse entre sí. Hay jefes esparcidos por el mapa organizados en una estructura por actos: acto 1, 2 y 3, lo que se asemeja a una historia, pero básicamente indica sus niveles y dificultad y podrían haberlos introducido con algo más de contexto. Todos estos jefes vuelven a aparecer después de un rato por lo que aunque otros jugadores los venzan no desaparecerán.
Jugando a la beta no hemos llegado a presenciar un servidor completo y para maximizar la inmersión en el sistema de construcción, opté por jugar solo para evitar que un señor vampírico con más experiencia me atacase, robase mis recursos y destruyese mi castillo.
Me costó decidir si describir este título como un simulador de construcción y supervivencia con elementos de acción RPG o un RPG de acción con elementos de construcción y supervivencia. Cuando estás cazando monstruos o buscando a una víctima de la que obtener sangre, se parece más al segundo caso, pero en un abrir y cerrar de ojos estás gestionando recursos como el Drácula manitas. Estos dos elementos básicos funcionan a favor, pero también en contra del juego.
Los sistemas de construcción y gestión de recursos son bastante buenos, sorprendentemente flexibles y muy profundos. Por otro lado, los elementos RPG son algo más escuetos, pero las batallas son frenéticas y entretenidas. Es el cambio entre las dos que en ocasiones arruina la diversión, ya que en ocasiones acabas una pelea llena de adrenalina contra un jefe que no puedes superar y decides volver al castillo en incesante expansión al que llamas hogar para mejorar tu espada para descubrir que te falta cobre refinado. Bien, pues hagamos cobre refinado, pero para esto necesitas cobre y madera que convertir en tablas, etc. No es algo terrible por sí mismo, pero puede que no puedas jugar a ser ingeniero cuando estás ocupado combatiendo monstruos en el bosque. Todo sea dicho, hay una sinergia especial entre estas dos partes del juego. En lugar de conseguir puntos de experiencia para volverte más fuerte, necesitas conseguir recursos con los que expandir el castillo (más tarde incluso el reino) y obtener mejor equipo. Tu nivel respecto al de los jefes se juzga por la calidad de tu equipamiento, lo que no significa que no haya mejoras para el personaje, solo que en vez de puntos de experiencia, necesitarás sangre de otras criaturas. Puedes beber la sangre de todo tipo de seres, desde una rata pequeña hasta un gran monstruo que te otorgan bonificaciones dependiendo de lo último a lo que hincases el diente. Si derrotas a un jefe y bebes su sangre, también puedes conseguir habilidades mágicas permanentes.
La conexión entre construir tu reino y buscar nueva y mejor sangre funciona muy bien. Los sistemas básicos son sólidos y están muy bien pensados, pero pueden ser difíciles de gestionar. Poner recursos en una máquina para obtener algo que poner en otra para finalmente crear lo que quieres puede llevar un rato, por lo que V Rising no es un juego en el que pasar 15 minutos peleando con monstruos. Me estaba cansando de morir porque mi equipo no era lo suficientemente bueno mientras salía a buscar materiales precisamente para mejorarlo. Además, todo lo que lleves encima cuando mueres excepto tus armas permanece en la escena del crimen, así que tendrás que volver a recoger todo lo acabas de recolectar. No resulta tan malo como puede sonar, pero es algo tedioso y no hace favores a un sistema de combate muy bueno en el resto de aspectos. No se me ocurre otra forma para equilibrar las dos dimensiones jugables ni estoy seguro de que debiese ser diferente, pero este es un juego con más martilleos que espadazos.
Sin embargo, es importante mencionar que la sesión de juego es totalmente personalizable en prácticamente todos los parámetros: puedes decidir cuánto puedes cargar, cuántos recursos obtienes de los lugares de recolección y cuanto daño haces y recibes mediante un multiplicador. También puedes elegir cuantos jugadores pueden entrar al servidor y si pueden atacarse así que hay muchas opciones para crear una experiencia al gusto de cada jugador. El problema es que pueden distorsionar la dificultad con la que se diseñó el juego lo que hace que estas opciones se sientan como trucos. Como ya he dicho, jugué la mayoría de la beta solo, pero V Rising está pensado integralmente para ser jugado en compañía de tanto aliados como enemigos por lo que imagino que reconstruir tu castillo y derrotar enemigos en compañía será divertido y algo más fácil. La cantidad de opciones de construcción es muy amplia permitiendo edificar varios pisos con el clásico estilo gótico vampiresco e incluso puedes seducir a aldeanos para convertirlos en tus sirvientes. Las posibilidades son infinitas y si consigues juntar a un par de amigos seguro que os lo pasaréis genial, siempre que tengáis algo de paciencia.
Finalmente, también quiero mencionar (teniendo en cuenta que no he probado el rendimiento de servidores multijugador llenos) que el juego es excelente en el apartado técnico. Lo jugué en Steam Deck con los gráficos más altos a 45 fps y pese a menús pequeños algo difíciles de usar, se adapta perfectamente al dispositivo.
Definitivamente recomiendo V Rising, ya que está muy bien diseñado y realizado, pero es necesario saber de antemano lo que ofrece. Si bien el combate es divertido, no lo es lo suficiente como para distraerte, si no te interesa la construcción y gestión de tu castillo, pero si quieres un RPG de acción estilo Diablo en el que convertirte en el señor oscuro y crear tu propio reino, V Rising es la elección obvia.