Los abrasadores desiertos de Jordania resultaron ser una prueba de fuego (o más bien de calor) para Zendaya durante el rodaje de Dune: Parte Dos. La actriz contó recientemente que su miedo a ir al baño durante mucho tiempo con el traje puesto le provocó un inesperado ataque de insolación. Los icónicos trajes de los fremen, diseñados para sobrevivir en las arenas ficticias de Arrakis, conllevaban sus propios retos en el mundo real, incluidos los largos cambios de vestuario que desaconsejaban la hidratación frecuente.
En una entrevista reciente con W Magazine, Zendaya admitió que evitaba beber agua para evitar las molestias, sólo para darse cuenta demasiado tarde de los peligros de la deshidratación bajo el implacable sol del desierto. A pesar del contratiempo inicial, atribuyó a su excelente forma física, perfeccionada durante su trabajo en Rivales, el haberla ayudado a superar el exigente rodaje. Con su interpretación de Chani ya consolidada en las dos películas de Dune, Zendaya ha dejado entrever su entusiasmo por una posible tercera entrega basada en El mesías de Dune.
¿Y tú? ¿Podrías sobrevivir a las duras condiciones de Arrakis, o cederías a la necesidad de agua?