Sentimientos encontrados en el Real Madrid tras la victoria de anoche por 2-1 contra el Atlético de Madrid. Era uno de los rivales más duros que le podían tocar en Champions League, y consiguió una victoria muy trabajada con un gol de ventaja para el partido de vuelta del próximo miércoles, pero a pesar de la victoria, el equipo no dominó como acostumbra en el Bernabéu, y casi cedió la posesión del balón a los rivales, algo que casi nunca ocurre (el Real Madrid consiguió al final un 52% de posesión del balón, en gran parte gracias a los 20 minutos finales).
Es cierto que ninguno de los dos equipos se sintió realmente dominador, y que ninguno de los dos porteros tuvo demasiado trabajo, pero eso podría esperarse del Atlético en el Bernabéu, sabiendo que el partido de vuelta se jugará en su estadio y probablemente allí será mucho más agresivo. Al final, el partido se decidió por tres únicos destellos de brillantez: uno del Atleti, obra del ex delantero del Manchester City Julián Álvarez, y dos del Real Madrid: Rodrygo y Brahim. Los tres fueron golazos y jugadas individuales como rara vez se ven en estos partidos tan tensos.
Brahim, Rodrygo -nombrado MVP- y podríamos añadir a Luka Modric, que entró como suplente en los últimos 20 minutos, momento en el que el Madrid fue más dominador y estuvo muy cerca del 3-1, suelen quedar relegados a personajes secundarios en este Real Madrid. En cambio, las estrellas estuvieron ausentes: Jude Bellingham no jugó por sanción, y Vinícius y Mbappé estuvieron preocupantemente desconectados del partido. Podría ser demasiado pronto para tapar la roja "Alerta Mbappé" de los primeros meses de la temporada, dado que sólo hace dos semanas que marcó un hat-trick al Man City, pero también es cierto que Mbappé lleva varios partidos rindiendo por debajo de lo habitual, y Ancelotti lo admitió: "No ha demostrado la calidad que tiene, pero tiene la oportunidad de demostrarlo en el partido de vuelta".
En las últimas semanas, el Real Madrid siempre gana en el Bernabéu... pero nunca gana fuera: se ha descolgado de LaLiga con una serie de derrotas y empates como visitante, y el Atleti sabe que, a pesar del varapalo de ayer, la remontada en el Metropolitano es más que posible.