Análisis de World of Warcraft: Battle for Azeroth

World of Warcraft regresa con su séptima gran expansión, Battle for Azeroth. En la última actualización importante de la sexta expansión, Legion, el titán Sargeras fue encarcelado, pero no sin hundir profundamente su espada en Azeroth y hacer que el mundo se desangrara de su propia alma, también conocida como Azerita.

Battle for Azeroth continúa justo por donde lo dejó Legion. Ya que la Azerita es un medio sorprendentemente abundante e increíblemente poderoso para mejorar las habilidades, se convierte en una sustancia muy valiosa y deseada. Esto vuelve a hacer estragos en la relación entre la Horda y la Alianza: a pesar de que las dos facciones se unieron para defender Azeroth ante la Legión Ardiente en la anterior expansión, ahora vuelven a tirarse los trastos a la cabeza. Después de que la Horda incendiara la ciudad donde residen los Elfos de la Noche, la Alianza se venga atacando la ciudad de Lordaeron.

Por cierto, todo esto mientras Azeroth se muere poco a poco al tener una espada enorme clavada, pero la codicia por la Azerita parece más importante que salvar a un mundo moribundo... por ahora.

El enfrentamiento de las dos facciones recuerda a los viejos tiempos. Al fin y al cabo, esta antigua batalla es con lo que comenzó World of Warcraft. A diferencia de las expansiones anteriores, en las que hay un enemigo común y todas las incursiones llevan a un acontecimiento cataclísmico, ahora existe una clara división entre la Horda y la Alianza. Ambas facciones tienen sus propias misiones y nuevas áreas que descubrir. La Alianza busca la ayuda de Kul Tiras, el hogar de Jaina Valiente, en la que se aventura a través del Estrecho de Tiragarde, Drustvar y el Valle Cantatormenta. La Horda viaja a Zalandar, la cuna de los trolls Zalandari, y pueden explorar Zuldazar, Vol'Dun y Nazmir. Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas visitar las tierras de la facción opuesta: cuando aceptas misiones secundarias te aventuras a tierras enemigas, lo que lleva a los jugadores a las seis zonas nuevas.

Las zonas nuevas que ha creado Blizzard están a rebosar de vida: las misiones son interesantes y van sumergiendo a los jugadores a medida que se van adentrando más en cada zona. Esas áreas también dan la sensación de estar más conectadas: mientras que en las expansiones anteriores puedes cruzar una frontera clara de una a otra, las nuevas zonas fluyen de una manera más natural entre ellas, lo que hace que el ambiente sea mucho más auténtico.

Un aspecto negativo que encontramos fue que, al principio, no hay muchos puntos de vuelo, lo que conlleva viajar en tu montura y correr sin parar de un lado a otro. Con el aumento de tu reputación podrás desbloquear más puntos de vuelo, lo que hace que viajar sea mucho más sencillo, pero esto no quita que, al principio, tengas que corretear por ahí con frecuencia.

Otra nueva característica es Expediciones en Islas, un modo para tres jugadores que te lleva a una de las siete islas llenas de monstruos y misiones que te dan Azerita como recompensa. Lo que hace que Expediciones en Islas destaque de entre las mazmorras y bandas normales es que compites contra otro equipo de tres jugadores.

Expediciones en Islas te permite jugar contra otro equipo en modo PvP, pero también puedes optar por jugar contra la IA. Lo segundo nos ha sorprendido: mientras que en las mazmorras y raids los PNJ son bastante predecibles, la IA en Expediciones en Islas parece bastante inteligente: atacará a oponentes débiles o incluso huirá de una pelea si la está perdiendo. Expediciones en Islas es interesante y divertido: los mapas son aleatorios, así que tienes una experiencia diferente cada vez y, tanto si juegas contra jugadores como si lo haces contra la IA, debes permanecer alerta y pensar en la mejor estrategia para vencer a tus oponentes.

El modo PvP ha cambiado por completo y ahora se llama Frentes de Guerra. Este nuevo modo solo puede activarse en la capital de tu facción. Cuando entras en Frentes de Guerra, las zonas de Battle of Azeroth se convierten en zonas PvP con otros jugadores que también han entrado en este modo. Esto hace que el juego sea una experiencia mucho más social, ya que ahora tienes una razón para hablar con desconocidos que estén a tu alrededor para uniros y vencer al enemigo. A veces, los Zepelines otorgarán botines, como ya se ha visto en otros grandes juegos de battle royale como PUGB y Fortnite.

Si consigues asesinatos suficientes se te marcará como asesino en el mapa, lo que permitirá que los jugadores enemigos te encuentren y te maten a cambio de recompensas extra. Esto hace que Frentes de Guerra, que ya era emocionante, sea aún más interesante. Cuando te cargas a 10 jugadores como asesino marcado, obtienes un título (por ejemplo, en la Alianza obtienes el título "El Asesino de la Horda").

Las misiones del mundo se introdujeron en la expansión anterior y vuelven en Battle for Azeroth. Permiten a los jugadores ganar más reputación y equipo a través de misiones diarias. Legion también introdujo a los jugadores el modo Míticas+, un modo que incrementa la dificultad de mazmorras de cinco jugadores de manera significativa y añade nuevos desafíos. No nos sorprendería que las Míticas+ también se mantuvieran.

Sin embargo, lo que no vuelven son las Armas Artefacto. En Legion, tu Arma Artefacto solía otorgarte nuevas habilidades y tenía un gran número de aspectos para desbloquear. En Battle for Azeroth, toda la Azerita que consigues se absorbe en tu colgante: el Corazón de Azeroth. Cuando tu colgante gana poder, su nivel aumenta, lo que, a su vez, desbloquea habilidades pasivas que se forjan en las tres piezas principales de armadura, pero no te otorga nuevas habilidades activas. De hecho, Battle for Azeroth no introduce ninguna habilidad activa nueva para ninguna de las razas, lo que hace que el Corazón de Azeroth sea una experiencia bastante desalentadora comparada con las Armas Artefacto. No podemos decir que esto no cambie en el futuro, pero, por ahora, no estamos muy impresionados.

Tampoco se nos ofrece una nueva clase o una raza completamente nueva en esta expansión. Sin embargo, se nos desbloquea "Razas Aliadas", que son una variante de las opciones ya disponibles. Los jugadores de la Horda pueden desbloquear Orcos Mag'har, Tauren Monte Alto y Elfos Nocheterna, mientras que los de la Alianza pueden desbloquear Elfos del Vacío, Draenei Forjados por la Luz y Enanos Hierro Negro. Más adelante, los Trolls Zalandari estarán disponibles para los jugadores de la Horda y los Humanos de Kul Tiran para los de la Alianza. Subir cualquier Raza Aliada a nivel 110 te otorga un set de Armaduras de Legado: un símbolo duradero de tu dedicación.

Estamos un poco indecisos sobe Razas Aliadas; por una parte, parece que dar nuevos aspectos a las razas ya existentes es menos interesante que introducir nuevas razas o clases. También hemos oído a jugadores quejarse de que subir de nivel a estos nuevos aliados con contenido más antiguo no tiene sentido según el lore de World of Warcraft (los Caballeros de la Muerte y los Cazadores de Demonios empiezan con un nivel alto por esa razón). Por otro lado, nos gustan sus nuevas historias y el hecho de que tengas que esforzarte para conseguirlas. Si quieres acelerar las cosas, siempre puedes comprar una Subida Inmediata de nivel o cambiar las razas de alguno de tus personajes ya existentes. Las Razas Aliadas también introducen más variedad en las razas ya disponibles y es un buen parche temporal hasta que se introduzcan otras nuevas. Se rumorea que Vulpera, la adorable raza zorro, acabará siendo también una Raza Aliada.

Hemos disfrutado mucho de las escenas de animación que complementan a la historia en esta nueva expansión: tanto las imágenes como el doblaje son de alto nivel y nunca nos han aburrido. Blizzard ha dispuesto de mucho tiempo para perfeccionar este arte y lo han hecho, y nada supera que una buena cinemática hecha por ordenador te absorba.

Al igual que en Legion, Battle for Azeroth incluirá poco a poco más contenido, siendo las nuevas bandas el principal enfoque. Frentes de Guerra y Expediciones en Islas son bienvenidas como nuevas características, y que la Horda y la Alianza se vuelvan a enfrentar no parece algo repetitivo del pasado, sino una intrigante inmersión en lo desconocido. Ahora mismo, consideramos que Battle for Azeroth es un digno sucesor de Legion. Estamos seguros de que el moribundo mundo de Azeroth acabará por salvarse: al fin y al cabo, sin Azeroth no habría mundo para Warcraft.