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WRC Powerslide

Análisis de WRC Powerslide

¿Te acuerdas de World Rally Championship? No, no hablo del juego de PlayStation 2, sino del extraordinario título de recreativa producido por Galeco.

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Lo lanzaron en 1993 y todo el mundo lo conocía por aquel entonces en los salones: su máquina contaba con un volante y una palanca de cambio, y casi siempre acababas sudando.

A los que tienen edad suficiente como para acordarse, les pido un esfuerzo mental adicional: ¿os acordáis de Super Sprint 1986? Se trata de un clásico de Atari, con una serie de coches más parecidos a Micro Machines que a los bólidos reales de la Formula 1.

Creo que citar estos dos clásicos de los juegos de carreras del pasado puede funcionar para introducir el nuevo WRC Powerslide, en cuanto que es un juego que, de alguna manera, encarna el espíritu de ambos hoy en día. El título, desarrollado por el estudio italiano Milestone, es una especia de versión arcade-digital de WRC, la franquicia por la que todo el mundo conoce a la empresa milanesa.

WRC Powerslide
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Imaginad, por lo tanto, un 'top-down racer' o juego de carreras de vista aérea con gráficos realistas (como en la recre de Galeco), pero con un control muy exigente y una gran vocación por el multijugador (como en el juego de Atari). Luego añade una serie de bonus al estilo Mario Kart y aquí está el resultado: un juego divertido, sin grandes pretensiones, con algunas buenas ideas de sobra conocidas en el mundo de los jugadores.

De hecho, la cámara no es completamente "top-down". Se trata de un plano variable, dependiendo de los puntos del circuito. La idea es muy buena, y permite recrear algunas vistas realmente bonitas sin sacrificar la jugabilidad.

WRC Powerslide

A pesar de la impronta arcade del juego, el control está lejos de ser simple. Quien espere encontrar un juego indulgente a los pocos minutos y adecuado para partidas cortas con amigos, acabará decepcionado. En efecto, en las primeras sesiones de juego es muy fácil perder el control del vehículo: la tendencia es a pisar el acelerador a fondo, olvidando el freno. Si pones en práctica este estilo de juego, ideal para Mario Kart o Sonic All-Stars, seguramente terminarás estampado contra un quitamiedos. WRC Powerslide, de hecho, requiere gestionar el gas con inteligencia y hacer uso del freno de servicio y del freno de mano en los momentos apropiados.

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Esto, en mi opinión, es motivo de controversia. Por un lado, gracias a este particular sistema de conducción, el juego se distancia de otros muchos títulos arcade, a pesar de los evidentes guiños a los clásicos mencionados al principio de esta crítica. Por otro lado, WRC Powerslide no es ni remotamente comparable a un 'party game', sobre todo por la ausencia inexplicable de una modalidad de multijugador local, en la misma tele. Una extraña decisión que podría alienar a buena parte de la audiencia.

No hay nada malo en la creación de un "juego de nicho", pero en este caso parece tratarse de una elección poco firme por parte del estudio desarrollador. Todos los elementos arcade del juego -bonus, coches indestructibles, simplificación de la física- entran en contradicción con otros aspectos, incluyendo el pilotaje poco inmediato, las colisiones con otros vehículos o la complejidad de ciertos trazados. Además, los choques y los bonus se pueden desactivar en el menú de opciones, reduciendo y aumentando la dificultad al mismo tiempo. Cosa rara.

WRC Powerslide

En cualquier caso, con los bonus y las colisiones activos, el juego se equilibra de forma sustancial. Si los choques son a veces una fuente de frustración, los bonus tienen la facultad de nivelar a los jugadores. Gracias a los power-up cogidos prestados directamente de los varios clones de Mario Kart se puede revertir la situación en la última curva. En general, sin embargo, una carrera gravemente comprometida en WRC Powerslide es difícilmente reversible. Un aspecto positivo, en mi opinión.

Llegando a los aspectos artísticos y técnicos, los modelos de los coches salen de los mismos para WRC 3. Un resultado, por lo tanto, más que bueno. Por supuesto, no se recrean con el mismo nivel de detalle, pero gracias a la telecámara a distancia, el rendimiento visual es muy bueno. Incluso los niveles se presentan orgullosos, salvo alguna zona un poco repetitiva. A nivel sonoro hay altibajos: una buena banda sonora acompañada de efectos nada destacables.

WRC Powerslide

WRC Powerslide es un juego extraño. A veces parece encarnar la quintaesencia de los juegos de rallies de recreativas, mientras que en otras ocasiones arroja una profundidad realmente inesperada. Luego tiene algunos efectos imperdonables -como la ausencia de multiplayer local o la necesidad de desbloquear niveles y coches jugando una y otra vez los mismos niveles- que frenan su capacidad para conseguir cruzar la meta de la excelencia. Aun así, en general, el juego merece la atención de los aficionados a los rally ávidos de un ambiente más relajado, pero todavía un poco exigente.

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06 Gamereactor España
6 / 10
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Arcade y simulación combinados de forma curiosa, buenos modelos de coches, divertido online.
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No hay multijugador local, niveles algo repetitivos, hay que jugar varias veces para sacar coches y tramos.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Lorenzo Mosna

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