[Actualización y ampliación a review a día 6 de junio del texto publicado originalmente como "impresión final" a día 3 de junio]
Han pasado once años desde la última vez que se lanzó un juego de Mario Kart para una consola de Nintendo. Dado que Mario Kart 8 es uno de los juegos más vendidos de la historia y también el segundo juego más vendido de Nintendo (sólo Wii Sports está por delante, que como sabes se incluía con todas las consolas Wii), así como el mejor party racer de la historia con diferencia, no es exagerado decir que no hay nada más atractivo para el lanzamiento de Switch 2 que Mario Kart World.
De hecho, Mario Kart 8 es tan increíblemente bueno que a menudo me he preguntado cómo podría superarlo. A veces Nintendo ha probado trucos efímeros, como cuando apostaron por dos pilotos por kart en Double Dash o ese volante de plástico en el que ponías el mando de Wii en Mario Kart Wii, y temía que volvieran a intentar algo así para forzar una sensación de frescura.
Afortunadamente, Nintendo ha dicho en entrevistas que creen que Mario Kart 8 fue una especie de final de trayecto para el Mario Kart clásico, y por eso ahora ofrecen algo completamente nuevo. Ya no hablamos de un truquito nuevo (como el ala delta, la antigravedad...) sino de un cambio fundamental en forma de mundo abierto. Sé que los mundos abiertos son algo de lo que se ha abusado mucho a lo largo de los años, y apenas quedan ya tipos de juegos sin que algún desarrollador haya pensado en que sería mejor si pudieras ir donde quisieras. Nintendo... ha cometido el mismo error.
Pero tras probarlo en el evento de preview durante cinco horas, me tranquilicé un poco. Y ahora que ya he estado jugando como un loco en la comodidad de mi casa, tengo buenas noticias. En efecto, Nintendo ha creado lo que probablemente será un nuevo "pepino" atemporal. Han combinado lo mejor de Mario Kart con lo mejor de las tendencias de juego modernas, como los mundos de Forza Horizon 5 y battle royale, han añadido sus propias peculiaridades habituales y lo han aderezado con más amor Nintendo del que jamás podría pedir. Además, han mejorado o eliminado los pocos defectos que tenía Mario Kart 8.
La gran novedad, como sabes, es que Mario Kart World tiene un mundo abierto, y que por tanto todo está conectado. Todo lo que ves en el horizonte son sitios donde puedes conducir. Nintendo te lo recuerda amablemente en la pantalla de inicio del juego, donde Mario sale conduciendo como un jinete solitario. Con sólo pulsar un botón, tú mismo te sientas al volante y puedes empezar a rodar por el mundo.
Pero... dejaré esa parte para más adelante en el análisis. Coger el nuevo mando Pro de Nintendo me hace pensar que casi lo han diseñado para que sea óptimo para Mario Kart World. Porque, aunque ahora puedas relajarte en este colorido y maravilloso mundo, las opciones clásicas siguen siendo el gran atractivo, al menos para mí. Esto significa que encontrarás varios modos para un jugador y multijugador, la mayoría de los cuales son cosas con las que ya estamos familiarizados. Desde jugar en circuitos individuales hasta Contrarreloj y, por supuesto, las copas del Grand Prix.
Este último modo, como antes, consta de un total de cuatro carreras, pero ahí es donde terminan básicamente las similitudes. Dependiendo de la copa que elijas, empiezas en un lugar y al final de la carrera estás en otro, un concepto claro que renueva el sistema clásico de una forma que parece lógica y evita así la sensación de cambiar por cambiar. Pero eso no significa que todo consista en ir del lugar A al B. Hay muchas ubicaciones en el mapa, a menudo basadas en lugares que ya hemos visto antes en la serie. A veces te piden dar tres vueltas en ellos antes de que llegue el momento de seguir adelante, otras veces lo dividen de modo que des una vuelta en una pista antes de seguir adelante en mitad de la carrera. Aunque el cambio ha traído algo de polémica por lo rupturista del modo Grand Prix de siempre, no tengo nada negativo que decir al respecto, al contrario, garantiza una mayor variedad siempre, tanto con circuitos con curvas como con las rectas más largas de la serie hasta ahora. Además, el entorno puede cambiar varias veces durante una misma carrera. ¡Brillante!
A la hora de elegir pilotos (para mí suelen ser Luigi y Waluigi), observo que ya no tenemos que combinar chasis, ruedas o alas delta. No es algo que me entristezca, la verdad, porque al final lo que hacía era quitar un montón de tiempo innecesariamente, porque después de repasar todas las ruedas, la gente acababa eligiendo la más bonita. Los vehículos, por supuesto, tienen características únicas y tu personaje también afecta al peso. Para los que aún quieran personalizarlos aún más, hay un montón de pegatinas que desbloquear, y los personajes también tienen varios trajes muy detallados entre los que elegir, quedándome especialmente con el traje de vampiro de Waluigi (creo firmemente que Nintendo debería hacer un juego entero sobre esta versión de Waluigi).
Empecé mi tour mundial de 100 metros cúbicos en la clásica Copa Champiñón, donde las carreras empiezan en el Circuito Mario Bros., para terminar en Ciudad Corona y la Cumbre Whistlestop en el Puerto Espacial DK. Ver a 24 pilotos cruzar la línea de meta en una especie de cabalgata de mascotas, con las criaturas más famosas pero también otras mucho menos conocidas del Reino Champiñón, es muy impresionante.
La mayor diferencia en la jugabilidad esta vez es que han vuelto los saltos. Estos estaban presentes en el primer Mario Kart para Super Nintendo, pero desaparecieron por el camino. Aquí, sin embargo, tienen una función ligeramente distinta y se utilizan, entre otras cosas, para permitirte subirte a las paredes. Para hacerlo con éxito, sin embargo, necesitarás cargar tu salto, y esto significa que tendrás que cambiar bastante tu estilo de juego si quieres convertirte en un piloto de primera. Intentar derrapar al máximo en cada curva ya no es automáticamente lo mejor, y puede hacer que te pierdas atajos importantes y cosas por el estilo. Hay más atajos verticales que nunca, así que aprender a dominar los saltos es sin duda importante.
Otras cosas que notarás rápidamente son detalles como que ya no necesitas mantener pulsado un botón para colocar, por ejemplo, un caparazón verde como protección detrás de ti, sino que es algo que se hace automáticamente cuando coges el objeto. Ahora solo tienes que pulsar el botón cuando llegue el momento de disparar, una característica agradable y muy fácil de usar que agradezco, aunque al principio puede que malgastes sin querer objetos hasta que te acostumbras. Otras pequeñas cosas son que ahora ves más claramente cuánto impulso te queda en las setas de oro y similares, lo que hace que sea más fácil calcular el tiempo al utilizarlas. También diría que los oponentes controlados por la máquina parecen un poco más fáciles, y aunque obviamente debería ser fácil ganar en 100 cc, la primera vez que jugué gané por un margen aplastante, y eso sin conocer ningún atajo ni nueva mecánica de juego.
La Copa Champiñón se completa con una emocionante carrera cuesta arriba en el Puerto Espacial DK, cuyo diseño recuerda a la obra en construcción del Donkey Kong original de 1981, donde un mono robot gigante se levanta y lanza barriles hacia los corredores en una secuencia deliciosa. A partir de aquí, seguí jugando y elegí la reinterpretación acuática del Galeón de Wario y las Praderas de Moo Moo, ambos completamente renovados. Las carreras acuáticas son diferentes a lo que puedas estar acostumbrado, y naturalmente, ofrecen una sensación distinta a la del suelo sólido bajo las ruedas. Casi creo que puedo sentir ligeras influencias de los juegos Wave Race, lo que, por supuesto, es todo positivo.
Si no quieres jugar al modo Grand Prix, también existe el modo Versus, que te permite jugar en circuitos individuales, aunque esta vez no aparecen en lista, sino en el propio mapa del mundo, pudiendo escoger circuitos que estén cercanos, pero también tus favoritos (el mío es Cine Boo, donde los entornos frondosos dan paso a un cine encantado lleno de efectos geniales).
Por todos los circuitos tienes la oportunidad de desbloquear nuevos trajes a través de bolsas de comida escondidos en los puestos de Yoshi's, la franquicia fast food Comida Turbo del Reino Champiñón. Los disfraces son muy diferentes y pueden, por ejemplo, transformar a la pomposa Peach en una granjera, a Yoshi en un vendedor de helados o, por qué no, al Rey Boo en un aristócrata. Es una gran motivación para seguir jugando: sé que no soltaré el juego hasta que haya encontrado todos los disfraces.
Dicho esto, es hora de volver al modo de juego del mundo abierto, que te da la oportunidad de escrutar como es debido el enorme sandbox de carreras, en el que puedes conducir prácticamente por cualquier sitio. Al igual que en Forza Horizon 5, dejar atrás las carreteras para explorar un poco es imprescindible, ya que Nintendo esconde secretos prácticamente por todas partes, normalmente en forma de Bloques P. Al chocar contra ellos, se te da un tiempo límite para completar un desafío de dificultad variable, y al completarlo desbloquearás nuevos contenidos (entre ellos, pegatinas para mejorar tus coches). Algunos de estos desafíos tienen un diseño similar a los puzles, otros están orientados a las carreras y otros giran en torno al vuelo.
Pero hay mucho más, como el hecho de que puedes toparte con un grupo de motoristas a los que de repente tienes que derribar en una carrera frenética, y montañas de monedas con las que luego desbloquear karts y motos. Además, Mario Kart World tiene su propio sistema de Logros que te anima a hacerlo todo. Como era de esperar, algunos desafíos son bastante fáciles, mientras que otros son francamente difíciles... algunos me han llevado horas.
Como he dicho, hay mucho que hacer, pero me parece que se queda un poco escaso. No hay suficiente variedad en este mapa, que sí, es enorme, pero... parece un poco muerto muerto, vacío, y los desafíos no son lo suficientemente variados como para que quiera motivarme a hacerlos todos. Supongo que se añadirán nuevos contenidos, pero aún no hemos llegado a ese punto. También me gustaría mencionar que hay un Modo Foto que creo que muchos apreciarán, con muchas funciones, y gracias al modo libre es fácil conseguir las ubicaciones y los ángulos desde los que quieres las fotos.
Para mí, la verdadera estrella de Mario Kart World es el nuevo Modo Supervivencia con sabor a battle royale. Un modo de juego para hasta 24 personas en seis carreras, en el que es importante no quedar entre los cuatro últimos porque significa la eliminación inmediata. Por tanto, en la última carrera sólo quedan cuatro personas, y eso hace que sea muy tenso. En las copas, recibes menos puntos si no cruzas la línea de meta en primer lugar, pero aún puedes ganar si lo haces bien en las otras carreras. Aquí, en cambio, quedas eliminado, game over.
Antes de cada carrera, todo el mundo vota qué recorrido quiere jugar entre tres opciones preseleccionadas, pero también puedes salir al mapa y elegir cualquier recorrido. Como la elección de cada uno se hace por sorteo, podría ser tu pista favorita, aunque fueras el único que la eligiera. Estar justo al borde de la eliminación durante la carrera, competir por ser el último en pasar el corte y sobrevivir una carrera más... la tensión se puede cortar con un cuchillo. Un modo fenomenal, y que en mis primeras sesiones online, pese al pico de jugadores del primer día, nunca me dio problemas.
Por último, vuelven los modos Batalla, con Monedas y Globos. Esta vez no ofrecen grandes sorpresas, pero el mayor número de jugadores combinado con mejores mapas y divertidos objetos hacen que ambos sean un placer de jugar. Dos modos de juego que, sin ser tan innovadores como el Supervivencia, tendrán más tráfico online que nunca.
Por cierto, creo haber notado que los objetos más potentes son un poco más generosos esta vez, posiblemente como resultado del hecho de que ahora hay 24 jugadores en la pista, por lo que hay mucha gente que tiene la oportunidad de disparar proyectiles azules. Pero incluso las estrellas y las Bill Bala se utilizaban con un poco más de frecuencia que de costumbre. No obstante, hay una opción para ajustar los objetos para aquellos que lo deseen. Por supuesto, se incluyen un par de items nuevos, entre los que destaca la habilidad de hacerte gigante como en Mario Kart Wii, que rápidamente se convirtió en uno de mis favoritos. Disparar a un kart con un proyectil es una cosa, pero atropellarlos para que vean realmente la humillación es otra. Incluso la habilidad de lanzar martillos, esencialmente una forma de cáscara de plátano mejorada, funciona muy bien.
Me gustaría terminar comentando los gráficos y el sonido. Al fin y al cabo, se trata de una nueva consola que Nintendo. Cuando vi las primeras imágenes del juego, no me convencieron del todo los gráficos y pensé que recordaba demasiado a su predecesor. Pero en movimiento, es una cosa completamente diferente. Por un lado, todo está mucho mejor animado y es más vívido, y por otro, no se pueden ignorar los enormes mundos y los 24 corredores a la vez. Mario Kart World es sencillamente precioso, y Nintendo lo llena de referencias que encandilarán a los fans. Si conoces el Reino Champiñón, no podrás evitar las ganas de señalar la pantalla y gritar solemnemente "¡MIRAD, ¿HABÉIS VISTO ESO?". cuando algún personaje de segunda fila aparezca fugazmente en una esquina. A esto se añade una banda sonora absolutamente magnífica, con montones de canciones nuevas e incluso otras antiguas reelaboradas para adaptarlas al juego.
Con gran placer me atrevo a decir que Nintendo lo ha vuelto a hacer. Mario Kart 8 Deluxe es hoy para mí un juego completo, que contiene dos paquetes de contenidos descargables de la versión de Wii U y cuatro paquetes de contenidos descargables de Switch. Mario Kart World ya está a la altura de todo eso en cuanto a contenido y parece una plataforma perfecta sobre la que construir, y es en sí mismo un maravilloso juego de carreras tanto para fans que simplemente quieran echarse unas carreras divertidas como para veteranos a los que les gusta optimizar sus circuitos y aprender a sacar partido de los trucos de conducción tanto por el asfalto como por las paredes. Es difícil imaginar un juego mejor con el que estrenar tu Switch 2, y el mero hecho de pensar que se trata de un título que seguramente mejorará aún más con más contenido en el futuro lo convierte en un juego que no debes perderte.