Con la llegada de las nuevas consolas PS5 y Xbox Series X era de esperar que también surgieran múltiples accesorios y periféricos. En estas navidades hemos estado probando un mando inalámbrico que, pese a estar fabricado por un tercero, quiere sacarle los colores a dispositivos tan punteros como el DualSense.
Y qué colores. Lo que más llama la atención del Nenittos Mi Primer Mando de Videojuegos es su diseño desenfadado, alejado de la tendencia de 'gadget' minimalista y serio que impera entre los diseños de hardware actuales. La cruceta y el stick derecho vienen en rojo fresa, los cuernos en azul celeste y la parte superior en verde lima, todo sobre un fondo blanco y con una carita sonriente en el centro, para que cada partida sea más simpática :)
A diferencia del Fisher Price Mi Primer Mando de Consola, el mando inalámbrico de Juguettos ha optado por la disposición clásica PlayStation de sticks simétricos en la parte inferior, lo que puede causar algún agarrotamiento. Sin embargo, lo que más nos extraña es la dureza extrema de la palanca izquierda y del botón R: son tan duros que todavía no hemos sido capaces de pulsarlos, casi como si fueran de mentira.
Es extraño que hayan elegido esa palanca izquierda para poner dentro el altavoz del mando; el día que consigamos moverla, taparemos la música con el pulgar. Porque sí, este mando tiene música y voz propias para acompañarte durante las partidas. Cuando lo enciendes te dice "¡hola!" y, para animarte por si el juego es un poco rollo, de vez en cuando suelta "I love this game" o "he, he, this game is fun!". Efectivamente, viene en inglés y en español.
De hecho, no para de sonar. La cruceta sabe contar, mientras que los botones frontales te recuerdan sus formas de triángulo, círculo, hexágono y cuadrado, y en su interior llevan pintados unos misteriosos instrumentos musicales. Sospechamos que son para pulsarlos cuando toque en juegos como Guitar Hero o Rock Band.
La autonomía del Nenittos Mi Primer Mando de Videojuegos es más generosa que la del DualSense, los Joy-Con de Nintendo Switch o el Xbox Controller, y da para meses y meses sin importar la duración de las sesiones de juego. Lo que no entendemos es por qué la canción de contar en inglés suena con voz de ultratumba, como si viniera sin pilas de fábrica. Por cierto, el mando apuesta por el estilo Xbox y viene con dos pilas (AAA o LR3) incluidas; quizá una batería con carga USB-C o incluso inalámbrica habría sido lo suyo en los tiempos que corren.
Este My First Gamepad sienta genial al agarrarlo. Su tamaño es ideal y sorprendentemente ergonómico para manos grandes y pequeñas, de japoneses o americanos, de todas las edades. Además, es de los mandos más resistentes que hemos probado: lo hemos lanzado, mordido y cubierto de potito, y como si nada.
Lo peor de este mando es su conectividad. No hemos conseguido hacerlo funcionar con ninguna consola, ni siquiera en PC. Su Bluetooth nunca empareja, así que esperamos una actualización de firmware para mejorar la compatibilidad, que de momento se limita a OUYA y Windows Phone, según las especificaciones oficiales. De hecho, hoy por hoy, lo único que puedes hacer con él es imaginar que juegas, desarrollar tu psicomotricidad fina colocando los dedos y, de paso, aprender algunas formas y colores, que nunca viene mal. Sobre todo, si lo haces un 28 de diciembre.