Allá por 2015, Nintendo intentó probar otro sendero con Animal Crossing creando un spinoff totalmente centrado en el diseño de casas. Aquel juego se llamaba, como es lógico, Animal Crossing: Happy Home Designer, y permitía a los jugadores poner a prueba su talento creativo amueblando las casas de sus conciudadanos o renovando los edificios públicos.
A pesar de ser un experimento interesante de manos de Nintendo, Happy Home Designer tardó poco en volverse monótono, sobre todo porque la experiencia de diseño se mantenía desconectada del juego principal, Animal Crossing: New Leaf. Funcionaba como título independiente, y algo caro, para Nintendo 3DS. El problema era que, a la larga, no ofrecía gran cosa. Podéis leer más sobre él en nuestro análisis para haceros una idea.
Pero ya sabéis: Nintendo no da puntada sin hilo y, cuando lanzó Happy Home Designer, seguramente ya estaba empezando a pensar en el futuro de la franquicia. Tras el éxito sin precedentes de Animal Crossing: New Horizons (uno de los juegos más jugados el año pasado, también debido a la situación causada por la pandemia), la compañía japonesa ha decidido jugar una carta importante e intentar, esta vez, explotar la idea de Happy Home Designer de una forma más constructiva.
Desde el 5 de noviembre está disponible el primer (y único, según Nintendo) DLC de pago de New Horizons, Happy Home Paradise. Por un precio de 24,99 euros (o gratis si te has sumado al paquete de expansión de NSO), Animal Crossing: Happy Home Paradise es mucho más que un simple complemento. Al integrarse perfectamente con el juego principal, este descargable tarda poco en revelarse como un añadido muy profundo y lleno de oportunidades.
Antes de empezar a hablar en detalle sobre Happy Home Paradise, queremos dedicar unas palabras a la actualización 2.0 gratuita disponible también desde el día 5 para Animal Crossing en Switch. Debe descargarse antes de instalar el DLC de pago, ya que lo prepara todo para este a la vez que añade varias novedades importantes. Por sí misma, la Actualización 2.0 puede considerarse otro complemento de peso, ya que trae una barbaridad de contenido al juego base y suma muchas más horas de juego. La primera novedad, desde luego, es el Alpiste, la cafetería de Fígaro que puedes desbloquear en el Museo de tu Isla.
Para que Fígaro pueda abrir su negocio, el jugador debe cumplir unos requisitos básicos, que son tener al menos 60 objetos en el Museo de Sócrates y tener desbloqueada la Galería de Arte. Aun así, como muchos ya habréis echado decenas o cientos de horas, seguramente esto no os suponga un problema.
Y luego está Capitán, un simpático personaje que te lleva a otras islas con sus Tours en barca. Oportunidad perfecta para recolectar nuevos recursos, incluyendo flora completamente desconocida que luego podrás llevar a tu isla. Por si eso no fuera suficiente, nuestro amigo hippy Fauno también tiene noticias importantes. Si visitas Cayo Fauno, descubrirás que este personajillo ahora está acompañado de Marilín, una amiga que quiere abrir un mercadillo al aire libre y a la que tendrás que ayudar donando bayas. Si lo haces, podrás encontrarte allí con el negocio de Ladino, el de Betunio y el de Alcatifa, así como el establecimiento de Al y Paca, con muebles y opciones de personalización totalmente exclusivos. Por último, también se puede visitar a Katrina para que te vea el futuro, o la nueva peluquería de Marilín, con más peinados.
Entre otras de las grandes novedades de la actualización 2.0, como sus más de 9.000 objetos nuevos, está el laboratorio de cocina que te permite experimentar y elaborar sabrosos platos con nuevas recetas que usan patatas, trigo, caña de azúcar y zanahorias. Por último, ahora puedes establecer Ordenanzas en la oficina de gestión vecinal (algo ya presente en New Leaf), para mandar que se amplíen los horarios de actividades hasta altas horas de la noche o invitar a los isleños a ser más limpios y ordenados con la isla.
Aunque solo con el contenido gratuito ya hay toneladas de novedades, Happy Home Paradise es lo más relevante. Una vez instalas el DLC, el juego de informa de que Tom Nook tiene que ir al aeropuerto para presentarse ante Nuria, la dueña de una agencia dedicada a la construcción de "casas vacacionales" en un archipiélago repleto de atolones distintos, cada uno con sus propios biomas. Tras llegar a la oficina de Nuria volando con las Aerolíneas Dodo, al jugador se le ofrece la oportunidad de convertirse en socio de la agencia y encontrar nuevos clientes. Vamos, que se acabó lo de vivir pescando, cazando bichos y paseando: ¡Ha llegado la hora de arremangarse y trabajar de verdad!
Tras un tutorial bastante breve, toca volar por libre con una primera operación inmobiliaria. Después de encontrar a un posible cliente, este explica al jugador lo esencial que querría en su casa de vacaciones, así como la ubicación y la estación que prefiere. Opciones totalmente plausibles, ya que los atolones que componen este archipiélago tienen también diferentes estaciones del año, lo que permite dar siempre con algo que encaje perfectamente con lo que busca cada animalito. Una vez das con el lugar adecuado, comienza lo divertido, porque hay total libertad de acción para decorar el interior y el exterior de la vivienda. Sí, hay que cumplir ciertos requisitos teniendo en cuenta tres tipos de objetos marcados por el cliente, pero el resto queda en manos del jugador.
Durante nuestra partida, por ejemplo, creamos un auténtico castillo de hielo (¡Frozen, va por ti!) con suelos y paredes, así como varios objetos, inspirados por los mundos helados de nuestro amigo pingüino, que quería una casita de relax totalmente helada. Al igual que uno de nuestros clientes, el caimán Kaimán, un amante del otoño que quería una decoración completamente inspirada en las setas. A partir de ahí, tras cumplir los requisitos mínimos, nos dimos el gustazo de crear una casita que se ajustara a los deseos de nuestro comprador, pero con ciertas licencias.
Por último, una vez que has terminado tu trabajo, puedes tomar algunas fotos del resultado para incluirlas en el catálogo digital de Nuria, que se almacena en el Nookófono. Posteriormente, gracias a esa app, los jugadores pueden visitar a clientes anteriores para satisfacer nuevas necesidades, como cambiar el mobiliario, vender la vivienda o, simplemente, recibir pequeñas recompensas por haber trabajado con tanto esmero. Está claro que nadie curra gratis. De hecho, por tus dotes como decorador, Nuria te paga un sueldo en Pokis, una moneda distinta a las Bayas. No se pueden gastar en la isla principal, pero sí se pueden usar en la isla de nuestra jefa para comprar objetos y proyectos únicos que luego se pueden aprovechar en tu propia casa.
La cantidad de cosas que hacer y los nuevos contenidos que trae Happy Home Paradise es verdaderamente increíble, además de darle al juego una longevidad sin procedentes. En comparación con Happy Home Designer, Paradise es integra a la perfección en la dinámica de New Horizons, amplía sus límites y da a la expansión un propósito real. Es de lo más agradable coger el avión cada mañana e ir a trabajar para satisfacer las peticiones más absurdas de tus clientes, también porque, como si fuera un lienzo en blanco, el jugador tiene total libertad en la creación de cada proyecto.
La herramienta de decoración es muy fácil de usar, aunque bajo esa facilidad y sencillez esconde muchas capas de profundidad para satisfacer a quienes tengan a un auténtico decorador en su interior. Sin destripar demasiado, además de permitirte amueblar las casas de los que quieren descansar, la nueva isla también ofrece muchas oportunidades con sus propios edificios, que se pueden modificar para dar servicios extra. El hecho de no quedarte "atrapado" en tu isla y tener la oportunidad de moverte entre islotes y dar otro sentido a tu día a día, además de limitarte a vivir, es satisfactorio y logra que el juego se reinvente constantemente.
Aunque teníamos algunas dudas con Animal Crossing: Happy Home Paradise, probablemente porque Happy Home Designer no nos convenció del todo en 2015, estamos encantados. Combinado con la nueva actualización gratuita, este DLC amplía totalmente el potencial de un juego que, una vez más, es capaz de mantenernos pegados durante horas y horas y horas. Desafiante, creativo y satisfactorio, Happy Home Paradise es el complemento que Animal Crossing: New Horizons necesitaba. Le da al jugador un propósito adicional más allá de vivir tranquilamente en su isla, al igual que en la vida real, donde poco a poco vamos volviendo a la rutina cotidiana, es justo que el jugador abandone su isla feliz para volver al juego y empiece de cero para dar sentido a su existencia.