Canadá ha respondido a la última escalada arancelaria de Estados Unidos imponiendo sus propios aranceles del 25% a importaciones estadounidenses por valor de 30.000 millones de dólares canadienses, una medida que subraya las crecientes tensiones comerciales entre ambas naciones (vía Reuters).
La decisión se produjo pocas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera aranceles similares a productos procedentes de México y Canadá, reavivando las fricciones económicas entre los países vecinos.
El primer ministro Justin Trudeau enmarcó la decisión como una respuesta necesaria, argumentando que los aranceles impuestos por Estados Unidos eran totalmente injustificados y exigió una reacción firme por parte de Canadá.
Trudeau también prometió intensificar la escalada si Estados Unidos no da marcha atrás, esbozando planes para ampliar los aranceles a otras importaciones por valor de 125.000 millones de dólares canadienses en un plazo de tres semanas.
Mientras tanto, Canadá está tomando la vía legal, impugnando los aranceles a través de la Organización Mundial del Comercio y el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, lo que indica que esta batalla está lejos de terminar. Por ahora, queda por ver cómo se desarrollará la situación.