La cuarta temporada de Cobra Kai llegó a Netflix a finales de año y, a pesar de ello, la quinta ya está disponible al completo desde hace unos días. Esta temporada ofrece un conjunto similar de acción llena de kárate y se retoma tras los acontecimientos de la cuarta temporada, en la que el nefasto Terry Silver tomó el control del dojo titular después de que el antiguo sensei John Kreese fuera encarcelado por un crimen que no cometió. Sí, a estas alturas todo esto parece una especie de telenovela de karate, y hasta cierto punto lo es, pero también es una televisión muy atractiva.
Tal como podríamos esperar en esta serie, la temporada 5 nos ofrece una historia llena de sospresas y giros de guion en la que los miembros del cada vez más extenso reparto interactúan entre ellos de formas inesperadas. Pero mientras que todo solía acabar con niños peleándose por razones intrascendentes y tontas, esta temporada tiene un villano central que parece verdaderamente... bueno, malvado. Y esto se debe a los esfuerzos de Thomas Ian Griffith como Terry Silver, que es, sin lugar a dudas, el mejor villano que hemos visto en Cobra Kai hasta ahora porque carece de los límites que han definido al personaje de Martin Kove, Kreese, tal como lo hicieron décadas atrás en Karate Kid III: El desafío final. Su brillante interpretación hace de su personaje alguien contra el que es genuinamente fácil ponerse en contra, y no solo porque nos digan que debemos detestar al dojo Cobra Kai porque son crueles a pesar de que los "buenos" empiecen tantas peleas como ellos. De la misma forma, el Silver de Griffith es una fuerza tan dominante en sus escenas que permite que empieces a entender y conectar con muchos otros personajes por lo general "malvados".
Pensad en Tory Nichols, el personaje de Peyton List. En su mayor parte, este personaje ha existido para amargarle la vida a Samantha Larusso (Mary Mouser), y ha sido una villana porque sí. Nunca se ha justificado su carácter, simplemente era una abusona porque tenía que haber una. Pero en la temporada 5 el personaje de Nichols recibe el desarrollo que se merece al convertirse en la mejor luchadora de las filas de Cobra Kai y tener que cargar con lo peor de Silver y la crueldad de su nueva número dos, Kim Da-Eun (Alicia Hannah Kim). Por fin vemos a Nichols evolucionar y crecer más allá de su existencia unidimensional, y lo mismo pasa con varios personajes más a lo largo de la temporada.
El personaje interpretado por Xolo Maridueña, Miguel Diaz, descubre algunas cosas de su familia y comienza su reconciliación con Robbie Keene (Tanner Buchanan). Johnny Lawrence, el personaje de William Zabka, descubre lo que significa lidiar con la responsabilidad de ser adulto y Daniel LaRusso (Ralph Macchio) empieza a comprender el impacto que está teniendo en su familia esta estúpida rivalidad en el kárate. Es una temporada de crecimiento y madurez, algo un poco extraño teniendo en cuenta que la serie sigue afeada por momentos absurdos como lo que solo puede ser descrito como una pelea de bar entre mujeres o cuando Silver y sus secuaces deciden obviar toda precaución y cometer un delito gravísimo y aun así no sufrir repercusión alguna.
Ese equilibrio entre momentos tontos y desarrollo emocional es lo que hace que la serie prospere. Sigue siendo muy entretenida y es difícil no verla como una de las mejores entre el catálogo de Netflix. Pero empiezo a preocuparme un poco porque no hay muchas más caras familiares que puedan seguir rescatando para continuar supliéndonos de nostalgia y esta temporada elimina un buen puñado de posibles opciones. No entraré en más detalles, pero podemos hacernos una clara idea de sobre qué o, mejor dicho, quién, girará la sexta temporada, y es difícil no considerarla una premisa explotada hasta la saciedad. Con suerte, no será el caso.
Pero, por lo general, la temporada 5 de Cobra Kai sigue siendo una pasada y una de las mejores producciones de Netflix. El reparto sigue estando excelente en cada uno de sus papeles, aunque la creciente lista hace difícil que todos lleguen a brillar, los escenarios y decorados también han mejorado, las coreografías son de lo mejor y tremendamente entretenidas y la naturaleza de la serie, aunque a menudo sea extravagante, nunca deja de sorprender, ¿no es genial?